Demasiado guapa. Aunque parezca increíble, este fue el estúpido comentario de un conocido bloguero ante la contratación de Marissa Mayer como CEO de Yahoo. Sólo le faltó decir que, estando por entonces embarazada, no estaría a la altura del reto de rescatar a la compañía tras años de múltiples tribulaciones. Han pasado siete meses, y parece que lo va consiguiendo. Días atrás, en una conferencia de Goldman Sachs, enumeró sus planes para las cuatro áreas principales: buscador, publicidad display, móviles y vídeo. Sobre la primera, dejó caer que los frutos del acuerdo con Microsoft están por debajo de sus expectativas: en diciembre, Yahoo tenía sólo el 12% del mercado estadounidense, y Bing el 16%, proporciones matemáticamente inversas a las de hace dos años: lo que supone que ni juntos ni separados han debilitado el dominio de Google. ¿Pretende Mayer renegociar los términos del acuerdo, del que la otra parte dice estar muy satisfecha? Ha de andarse con cuidado, porque todo indica que Steve Ballmer está aún más satisfecho del acuerdo que Microsoft tiene con Facebook.
En el segundo foco, Yahoo está muy por detrás Google, y Mayer lo sabe bien porque, precisamente, dirigió ese negocio como ejecutiva de Google antes de cambiar de empleador. La clave, dijo a los analistas reunidos en San Francisco, está en la calidad de los contenidos, aunque dejó claro que descarta retomar los abandonados planes de producción propia, que hundieron las finanzas de la compañía.
Los móviles son el futuro, nadie osaría decir lo contrario. Con 200 millones de visitantes únicos mensuales a sus aplicaciones móviles, Yahoo podría ser una potencia; el problema es que Mayer no ha encontrado (todavía) un modelo de negocio para monetizar esa masa crítica. Aunque no olvidó señalar que ningún competidor lo ha encontrado (todavía).
Al cierre del primer trimestre del que ella puede sentirse responsable, Yahoo registró un modesto 2% de aumento en los ingresos, pero superó el beneficio que esperaban los analistas. Suficiente para revalidar la confianza de los inversores en Marissa Mayer: la acción de Yahoo está en la cotización más alta desde septiembre de 2008 y, desde que ella se ha hecho cargo de la compañía, la ha incrementado un 36%.