Commoditización, así en spanglish, es vocablo que en este sector se usa con mucha asiduidad y bastante imprecisión. En general, para describir la banalización de un producto, cuyo efecto suele ser una bajada de precio y su consecuencia un deterioro de los márgenes. Commodity, ahora en plain english, se relaciona con los mercados de materias primas como los metales o los cereales, entre otros. En la intersección de ambas nociones se origina la idea de Deutsche Börse de crear un mecanismo «neutral, seguro y transparente» de negociación de capacidades cloud. Un directivo de la bolsa alemana no ha tenido reparo en compararlo con el comercio de commodities: «lo mismo que con las bananas, es posible ponerse de acuerdo en el precio aunque no se parezcan unas a otras».
La iniciativa se llamará DB Cloud Exchange, y nace de la asociación entre Deutsche Börse y la empresa Zimory, con el fin de establecer un mercado en el que se puedan negociar contratos de infraestructura de manera a la usual sobre valores o energía. En ese mercado, los proveedores de capacidades externas de computación y almacenamiento las pondrían a disposición de los demandantes, instalando en cada partícipe un API diseñado por Zimory. Los clientes podrán escoger libremente entre la oferta y seleccionar la jurisdicción en la que residirán sus datos se supone que con distintos precios. Por ahora, ha despertado más interés entre vendedores que entre compradores: una de las primeras compañías – todas alemanas – que han declarado su disposición ha sido T-Systems.
En definitiva, se trata de un instrumento financiero asociado a un servicio, como otros lo están a un producto [de ahí la metáfora de las bananas].En una primera fase, a partir de marzo del 2014, funcionará en Frankfurt y Nueva York, sedes a las que se añadirá luego Singapur para cubrir los mercados asiáticos, muy activos en lo concerniente a externalización. De entrada, se negociarán contratos on spot (sobre capacidades disponibles) con la ambición de lanzarse después al negocio de los derivados (con el que se daría juego a las apuestas sobre futuros).
No es la primera vez que a alguien se le ocurre una idea parecida. Allá por 2005, Sun Microsystems se asoció con la plataforma de transacciones electrónicas Archipielago, que luego sería Euronext (hoy propiedad del NY Stock Exchange), pero la inmadurez del mercado cloud les llevó a renunciar al proyecto. Más recientemente, se fundó SpotCloud, que promete empezar a funcionar pronto. Pero la verdadera competencia puede venir de donde podía esperarse: Amazon ha diseñado un nuevo modelo de negocio llamado AWS Reserved Instance Marketplace, en el que los clientes pueden comprar contratos de hasta tres años de duración sobre una instancia de computación. No es un mercado, pero dice cumplir con un objetivo primario: ahorrar hasta un 60% sobre el precio normal de AWS.
Lo más probable es que la propuesta de Cloud Exchange seduzca más a la oferta – los proveedores de servicios en la nube – como plataforma de compensación recíproca, que a la demanda, las empresas potencialmente clientes de tales servicios. Esta descompensación podría derrumbar el tinglado. Pero, y si estas iniciativas prosperasen, ¿qué haría Microsoft, VMware, IBM, HP y otros proveedores de servicios IaaS como OpenStack? ¿Por qué no los operadores cada vez más presentes en este negocio? Unos y otros, ¿promoverán sus propios instrumentos de negociación flexible, o dejarán pasivamente que los intermediarios financieros invadan su terreno?