Al cierre del primer trimestre (abril/junio) del ejercicio, los resultados de Vodafone están en línea con las previsiones adelantadas: un crecimiento secuencial de ingresos globales del 9,3%, la suma de 7,6 millones de nuevos clientes, y un crecimiento orgánico del 23% en los ingresos sobre doce meses. El capex se ha estabilizado en 1.200 millones de libras. Las cifras tienen varias lecturas. Una de ellas subraya que se deben al buen comportamiento de India y Sudáfrica, que contrasta con el declive del negocio en Europa. Vittorio Colao, consejero delegado, ha subrayado que los mercados dinámicos apuntalarán las cuentas del ejercicio corriente, pero el próximo trimestre será duro.
El grupo británico, primer operador del mundo por ingresos, tiene que hacer frente a tres demonios a la vez: competencia, regulación y recesión (quizás habría que citarlos en orden inverso). Para empezar, las operaciones europeas de Vodafone muestran una notoria tendencia a la baja, con la única excepción importante de Italia así como la del minúsculo mercado holandés. España, ciertamente, merece un apartado propio (ver recuadro). Los ingresos orgánicos en Europa cayeron un 4,4%, pero la conversión monetaria enmascara la caída. Analistas del banco UBS han metido el dedo en la llaga al señalar que Vodafone pierde cuota de mercado en tres de los cuatro grandes países europeos.
A partir del corriente año fiscal, Vodafone segmenta sus operaciones en los mercados emergentes en dos bloques. Uno, Asia Pacífico y Oriente Medio, incluye el gran motor de los resultados, India; en el otro África y Europa Central (extraña lógica geográfica), coexisten la difícil Turquía y la boyante Sudáfrica.
En cualquier caso, Colao y su equipo mantienen como guidance para el ejercicio completo un beneficio de entre 11.000 y 11.800 millones de libras, horquilla que actualizarán en noviembre. Sus previsiones están muy condicionadas por la evolución monetaria: las cuentas de Vodafone se expresan en libras esterlinas, pero recauda la mayor parte de sus ingresos en otras monedas. Según se desprende de sus informes contables, la conversión media para este ejercicio ha sido calculada a razón de 1,12 euros y 1,50 dólares por libra. Obsérvese que durante el primer trimestre, el cambio real fue de 1,14 euros y 1,55 dólares, un desfase que puede parecer minúsculo a menos que se sepa que cada punto porcentual en la ratio de cambio puede tener un efecto de 60 millones de libras.
Otras incógnitas son frutos del descenso en Europa de los ingresos por roaming y por terminación de llamadas, dos regulaciones comunitarias que han llegado en el peor momento. A propósito del programa de reducción de costes, el director financiero Andy Halford, señaló que marcha tan bien que la meta de recortar 1.000 millones de libras antes de finales del próximo año podría alcanzarse antes. En tal caso, ¿elevará el listón para el 2010?
Sobre la presentación de resultados planeó otro asunto opinable: la propensión del sector a la consolidación. La propia Vodafone ha marcado la pauta al unificar su negocio en Australia con el operador 3, propiedad del grupo Hutchinson, con el que sin embargo compite en Reino Unido e Italia. “En algunos mercados, la consolidación de operaciones tendría obvias ventajas de costes, sin necesidad de fusiones o adquisiciones”, aclaró Halford. En ese momento, la audiencia dio un respingo, creyendo entender que algo se está cociendo en Reino Unido, donde cinco operadores son manifiestamente demasiados para un mercado maduro. La compra de 3 UK no arreglaría gran cosa, pero es un movimiento posible.
Puesto que Vodafone se define como operador global, a Halford le preguntaron si el repliegue de Vivendi en la puja por los activos africanos de Zain, pudiera hacer que Vodafone se interesara en ellos. La respuesta, no concluyente, fue que el “objetivo primario” es sacar más partido a los negocios existentes. Los analistas insisten en que Vodafone debería evitar una excesiva dependencia de India, donde la competencia se agudiza y habrá que hacer cuantiosas inversiones. Hay que decir que, de momento, Europa es la región de más dependencia en las cuentas, lo que se debe a la recesión.
Los ingresos por datos móviles en Europa han crecido un 18% sobre el trimestre equivalente de 2008. Es un negocio, concretamente el acceso móvil a Internet, que será la gran apuesta de Vodafone en la segunda mitad del ejercicio. La compañía matará su servicio Live! (parece un chiste, pero va en serio) en el que ha invertido 150 millones de euros desde 2002. En su reemplazo, lanzará en setiembre un portal móvil llamado Vodafone 360, que pondrá en servicio en 11 países. Para ello, sucumbirá a la moda de las tiendas de aplicaciones, pero de esto nos enteraremos en octubre.