Eventos como el EMC World, capaz de atraer más de 15.000 clientes y partners a Las Vegas, son el escenario idóneo para presentar nuevos productos y anticipar otros que vendrán [de ellos se ocupará este blog otro día]. La edición 2014 será recordada por haber dejado establecida una nueva estructura, con cuatro unidades de negocio autónomas, líneas de productos asociadas (y en algún caso solapadas), cada una con su CEO. Se habló más de este modelo federaal que de la EMC histórica, hoy cabeza de un imperio formado a golpe de adquisiciones durante una década. La foto de esta página sugiere paridad, pero no deja ninguna dudas de quien manda, el caballero de pelo blanco. Joe Tucci, el chairman.
Mucha gente identifica a EMC como proveedor de equipos de almacenamiento, y no se equivoca: esa actividad origina el 70% de sus ingresos y el 60% de sus beneficios. Pero, tal como ha sido modelada por Tucci, la compañía tiene otras cuatro ramas: virtualización de servidores y de redes (VMware), plataforma de software para la nube (Pivotal), seguridad (RSA) y software de gestión de contenidos (Documentum). Así se compone la corporación federada.
En teoría, las ventajas de esta estructura se defienden como a) un estímulo para la innovación, b) una mejor atención a las necesidades de los distintos segmentos de mercado y c) la gestión de los ciclos de producto, a veces divergentes. En la práctica, el dibujo se complica porque VMware – adquirida en 2004 – cotiza en bolsa y tiene su propio balance, aunque EMC controla el 80% de las acciones y, consiguientemente, tutela su estrategia. En principio, esta ´complicación` debería dar una cierta ventaja a Pat Gelsinger, CEO de VMware (y antes CTO de EMC) para aspirar a suceder a Tucci (67). De eso no se habla, y está mal visto preguntar.
En una sesión pública conjunta con el chairman, los tres tenores dieron sus visiones de la federación. Joe Tucci habló de polinización entre las unidades de negocio, recordando que miles de empleados han cambiado de una a otra sin problemas, y que los tres CEO sentados a su vera se llevan magníficamente. El modelo de federación – razonó – permite a cada rama resolver los problemas de sus clientes por separado o combinar su esfuerzo con las otras de la familia. Ofreció un ejemplo que calificó de «perfecto», el Internet de las Cosas, para poner en común los activos de todos: recolectar más datos que nunca, originados en muchos más dispositivos, almacenarlos en equipos de EMC como el Elastic Cloud Storage Appliance (anunciado el primer día del evento) y dejar que la plataforma de Pivotal los digiera y analice; entremedias, situó la infraestructura basada en la virtualización suministrada por VMware. Muy elocuente.
El más explícito de los cuatro fue Gelsinger: «vivimos una época en la que cada decisión es un reto a los fundamentos de la industria». Dijo el CEO de VMware que «los presupuestos de TI están planos, y esto obliga a recortar los costes de hoy e invertir para mañana, reducir la herencia de las estructuras cliente/servidor a la vez que se migra a la nube». Como colofón, dejó una frase redonda: «El status quo no funciona».
Paul Maritz, que fue CEO de VMware antes de dejar su puesto a Gelsinger para montar Pivotal con piezas hasta entonces dispersas, fue el encargado de describir la llamada «tercera plataforma», en la que se combinan la movilidad, big data, cloud pública y privada, así como las redes sociales. En el lenguaje de la corporación EMC, se denomina así al estadio superior que debe suceder a la «segunda plataforma» todavía arraigada en el pasado cliente/servidor.
En el reparto de papeles del coloquio, a David Goulden, CEO de EMC II, – rama en la que se agrupan las actividades clásicas de almacenamiento – le tocó poner de relieve que es, cada vez más, una empresa de software. Por supuesto, tanto EMC y la mayoría de sus clientes siguen pendientes de los despliegues de cabinas tradicionales, pero este negocio ya no ofrece la rentabilidad de años atrás.
De esto no ha de deducirse que EMC vaya a descuidar el hardware, sino que pondrá más énfasis en vender software, con independencia de que los clientes lo utilicen sobre equipos de su marca o de terceros. Una gran novedad.
Como expresión de la supremacía del software sobre el hardware, EMC presentó en Las Vegas la segunda versión de VIPR, basada en la virtualización del almacenamiento para abstraer el hardware desde la capa de gestión, una idea que se puede asimilar a lo que hace VMware con los servidores y las redes.
Tras escuchar al cuarteto directivo, un analista comentó que la federación es consecuencia de la necesidad de reubicar activos relacionados con big data adquiridos en varios años, y con ellos formar la plataforma Pivotal, lo que a su vez ha obligado a redistribuir los roles. Por cierto que las ratios de crecimiento son ilustrativas, añadía el analista: «Pivotal está creciendo al 40%, VMware mantiene una velocidad de crucero del 15% o más, mientras la EMC original sigue un crecimiento bajo, pero es la más rica de la familia».
[informe de Mario Kotler, desde Las Vegas]