El 35% de los europeos recibe las señales de televisión a través de satélite, mientras en España la proporción es de sólo el 15%. En cambio, España supera en 40 puntos la media europea en recepción por televisión digital terrestre. Estos datos proceden del estudio anual que elabora la compañía operadores de satélites SES Astra. El documento destaca el fuerte crecimiento de la televisión online (IPTV) en Europa y especialmente en España. Una de las claves de estos fenómenos es la demanda por los usuarios de imágenes de gran calidad (HD y UHD) y la apetencia por disfrutarlas en cualquier momento y lugar. Por tanto, las infraestructuras de la TV están en un acelerado proceso de cambio, que la estadística no refleja en todas sus dimensiones.
No tanto porque los índices relativos a las distintas tecnologías usadas para llevar la señal hasta los hogares hayan variado mucho en los últimos años, cuanto por la presión al alza de la IPTV y el abaratamiento de los televisores, hoy capaces de presentar definiciones impensables hace poco tiempo.
En este contexto movedizo, el satélite es el modo predominante de ver la televisión en Europa, aunque no en todos los países: España sigue jugando a la contra, anclada como está en la TDT según el modelo auspiciado por la administración y a pesar de las limitaciones del espectro radioeléctrico, hoy tanto más notorias con la alta definición que requiere un ancho de banda que la TDT no tolera. Sin contar con los quebraderos de cabeza que ha producido la reasignación de frecuencias conocida como dividendo digital.
Las cifras que muestran la divergencia entre España y su contexto saltan a la vista en el estudio promovido por SES Astra y confeccionado en España por el Instituto DYM, que analiza la evolución seguida por las televisiones el año pasado, en función de las cuatro tecnologías usuales: TDT, satélite, cable e IPTV.
Como queda dicho, el satélite es el modo preferido en Europa. De los 254 millones de hogares del continente provistos con un televisor, 90 millones (35%) reciben los contenidos a través de ondas devueltas desde el espacio. Bastante lejos, la televisión digital terrestre cubre 69 millones de hogares (27%) europeos, empatada técnicamente con el cable: 68 millones (27%), mientras que 27 millones de hogares se decantan por la IPTV.
En el conjunto de la UE, Alemania es el mercado más importante por número de aparatos de televisión (39 millones) y Francia es, con mucha diferencia, el mayor mercado para la televisión online (casi 11 millones, de los que 9 millones son servidos directamente por la flota de satélites Astra).
En comparación, llama poderosamente la atención el contraste de España. Sobre una base de 17,2 millones de hogares equipados con televisor, el estudio constata que la TDT proporciona la señal al 67% (11,6 millones),el satélite al 15% (2,7 millones) y el cable al 8% (1,4 millones). La tele por Internet registra un más que notable crecimiento del 120% en un año, y alcanza al 9% de los hogares (1,5 millones).
La recepción vía satélite y por cable se han mantenido prácticamente inamovibles en España, con cierta tendencia a la baja desde el 2010 atribuible a la recesión, mientras que la TDT, ampliamente mayoritaria, experimentó una reducción significativa del 8,6%, perdiendo 4 millones de usuarios con respecto al 2013 «quizá por la dificultad de emitir contenidos de alta definición sobre este medio y porque, ante ello, la gente va migrando la forma de ver la TV en busca de mayor calidad», según opina Luis Sahún, director general de SES Astra Ibérica. Añadió Sahún, al presentar el estudio, que el fuerte crecimiento de la IPTV se debe «sin duda al impulso de las ofertas convergentes de los operadores de telecomunicaciones».
Esta circunstancia subraya la naturaleza de transición que vive el sector: tanto el operador único de televisión por satélite, DST, como el casi único de cable, Ono, han sido absorbidos a partir de este año por Telefónica y Vodafone, respectivamente. Precisamente para acentuar sus ofertas convergentes.
El número de hogares españoles que reciben directamente (DTH) la señal de televisión a través de los ingenios de SES Astra, aumentó ligeramente en 2014, pasando de 2,21 a 2,27 millones. La misma tendencia se observa en los hogares que la reciben indirectamente – es decir que es servida por satélite a los operadores de cable e IPTV – de manera que SES Astra puede afirmar que «a día de hoy» sus satélites prestan servicio al 86% (un 3% más que en 2013) de los hogares españoles. Abunda Sahún que «se consolida nuestro liderazgo como operador de satélites en España, no sólo por penetración, sino también por el número de canales de alta definición que ofrecemos.
Según el estudio, uno de los factores que influirá en la futura utilización de las infraestructuras de señal será la alta definición (HD y en el futuro UHD). Quizás el factor dominante. En Europa, en comparación con los 38 millones de usuarios de HD a finales del 2013, en sólo un año han pasado a ser 47 millones los que veían la televisión y tres de cada cuatro lo hacían gracias a la constelación Astra. La compañía, con sede en Luxemburgo, lleva la señal de 6.500 canales de televisión en todo el mundo, y 1.800 de ellos transmiten en HD (537 en Europa).
Esta es la tendencia clave del mercado, insiste Sahún. Pocos dudan de que la HD será la forma habitual de ver la televisión por los espectadores, cada vez más exigentes con la calidad visual de los contenidos.
El capítulo del frondoso estudio dedicada a España revela que, un año más, todas las tecnologías mejoraron sus cifras de difusión en HD con respecto a 2013, registrando un crecimiento conjunto del 19%. El satélite aumentó un 5% hasta los 1,17 millones, de los que 660.000 eran usuarios de Canal+. La alta definición por cable era disfrutada por 790.000 hogares a finales del año pasado, un incremento del 8%, dejando a la cola un millón de hogares que accedían a la HD a través de conexiones a Internet (a la cola, pero con un crecimiento del 21%). También la TDT, dentro de sus limitaciones estructurales, aumentó los contenidos en HD para llegar a 6,4 millones de hogares.
Pero la UHD (también llamada 4K) llama a la puerta, y representa un salto similar al que facilitó la HD sobre la resolución estándar de radiodifusión: no sólo en calidad de imagen, sino también de sonido, lo que unido a las pantallas de mayor formato y sin embargo asequibles, proporciona una nueva dimensión de experiencia al usuario y una mayor ´inmersión` – es la palabra clave – en los contenidos.
Con la llegada de la nueva codificación de vídeo HEVV, la televisión de ultra alta definición será cada vez más asequible: «pensamos que una de cada dos pantallas que se venderán en los próximos años serán UHD. En el segundo semestre de 2013 su precio decreció una media del 50%, y pronto comprobamos que uno de cada cuatro consumidores estaba listo para recibir esta señal lo que hace que nuestras previsiones sean optimistas», remata Luis Sahún.
Esta expectativa se une al hecho de que diferentes radiodifusores europeos están considerando seriamente planes para implementar UHD a corto plazo, incluyendo las pruebas realizadas en la República Checa y en Eslovaquia durante el pasado diciembre. Los juegos olímpicos de Río serán un motivo especial para que los operadores de televisión de pago impulsen los contenidos en UHD. Una vez más, los eventos deportivos marcan la respiración de la tele.
[informe de Lola Sánchez]