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  14/10/2019

Tony Jin Yong

CEO de Huawei Technologies España

Describir como “culebrón” (no pocos lo han hecho) el dilatado bloqueo de Donald Trump contra Huawei es un despropósito, dada la magnitud de lo que está en juego. Pero los episodios se suceden sin que se adivine un desenlace. Pronto vencerá la suspensión temporal de la lista negra que prohíbe suministrar componentes a la compañía china. Hay señales de que algo se mueve: delegaciones de ambos países han acordado congelar los aranceles adicionales en la guerra comercial que es la matriz del veto presidencial. Mientras, Huawei multiplica sus iniciativas, a la vez que envía mensajes de apaciguamiento a la industria estadounidense, que considera víctima colateral e involuntaria de las sanciones.

Tony Jin Yon

El fundador de la compañía, Ren Zhengfei, hasta hace poco una leyenda inaccesible, se ha prodigado en entrevistas con medios de comunicación anglosajones (The New York Times, The Economist, Financial Times) con el evidente propósito de explicarse ante la opinión de los países donde encuentra más hostilidad en los medios políticos. Tanto es así que al final de una larga conversación con el semanario británico, Ren respondió afirmativamente a la pregunta de si estaría dispuesto a poner el reloj a cero en la carrera tecnológica con Estados Unidos.

Hasta la fecha, los destinatarios del mensaje no lo han recogido, ni está claro que vayan a hacerlo. En espera de que se concrete el gesto de Huawei, el autor de este blog entrevistó exhaustivamente al primer directivo de Huawei en el mercado español, Tony Jin Yong. No ha quedado (casi) tema sin tocar.

Se acerca el vencimiento de la suspensión temporal de la blacklist contra Huawei, y se reanudan las conversaciones bilaterales entre los gobiernos de Estados Unidos y China. Es buen momento para pedirle un diagnóstico de la situación y de cómo Huawei está encajando la crisis.

Para empezar, creo que cualquier persona puede ver que estas restricciones culminan una serie de ataques contra nuestra compañía que se basan en acusaciones falsas y políticamente motivadas. Mi convicción es que el gobierno de Estados Unidos ha cometido un error al subestimar las capacidades de Huawei […] Algunos políticos y ciertos medios de comunicación de ese país parecen haber creído que con el golpe de estas medidas la compañía se derrumbaría. Está a la vista su equivocación.

[…] también están a la vista los efectos negativos

Por supuesto que son perjudiciales para Huawei, pero si hay una víctima colateral, es la industria de Estados Unidos, a la que se le impide hacer negocios con Huawei. Así lo han expresado sus portavoces. Por nuestra parte, hemos podido seguir sirviendo con normalidad nuestros productos a los clientes […] Y podemos hacerlo si, una vez concluida esta tregua, no tuviéramos acceso a tecnología estadounidense.

¿Se refiere al  negocio de redes 5G?

No, no. En cuanto a eso estamos muy tranquilos. En la relación con los operadores no estadounidenses y en la venta de soluciones para empresas. Sin embargo, las cosas están siendo más complicadas en la división de consumo; este es el impacto más grave, que nos ha obligado a hacer un replanteamiento estratégico y a reforzar nuestras capacidades propias con un esfuerzo redoblado de I+D.

¿Significa que rebajarán los objetivos de ventas de smartphones, de por sí muy ambiciosos? 

Es cierto que en algunas partes del mundo han caído esas ventas, pero estadísticamente se compensan con un crecimiento espectacular en China, donde hemos duplicado nuestra cuota de mercado como en otros países asiáticos. Se trata de una  situación desdichada porque perturba a muchos usuarios europeos de la marca, pero con las cifras en la mano, francamente no creo que los  objetivos globales vayan a cambiar demasiado.

[…] Se entiende que Huawei no quiere depender excesivamente del mercado chino, pero ¿en cuánto estima el golpe económico de las sanciones estadounidenses?

El señor Ren [Zenghfei] advirtió hace meses que la pérdida de ingresos podría llegar a unos 30.000 millones de dólares en dos años. Ahora somos mucho menos pesimistas. Si comparamos con las previsiones de comienzos del año, hay una evidente desaceleración, pero mantenemos un ritmo de crecimiento del 23% en la primera mitad de 2019: es menos que el año pasado, pero me parece un resultado relevante en el contexto actual de la industria.

¿Qué errores estaría dispuesta a reconocer la compañía?

¿Errores? […] Rechazamos las acusaciones falsas contra Huawei porque, más allá de los intereses políticos detrás de la guerra comercial, creemos que el mundo vive una época de intensa competición tecnológica. No es reciente: se trata de una constante histórica. Quien quiera ver en ello una amenaza de Huawei a la capacidad de su propio país, está completamente equivocado. Sólo la cooperación y la apertura, los principios que rigen el comercio y la globalización, han permitido que el mundo alcanzara el desarrollo tecnológico que conocemos. ¿Por qué pensar que nuestra vocación de competir es un error?

Lo diré de otro modo: ¿qué lecciones ha sacado Huawei de este conflicto con la administración Trump?

Transparencia. Lo que hemos aprendido es la necesidad de ser más transparentes: en el pasado, la comunicación de la compañía era proactiva, pero no lo suficiente. Esta es una empresa privada, sin ningún vínculo especial con el gobierno de China, pero nosotros, en lugar de hacer hincapié en ese rasgo, nos centrábamos en los clientes, dejábamos sin respuesta unos prejuicios que, por lo visto, estaban muy arraigados. Sinceramente, creo que hemos cambiado mucho: últimamente, el señor Ren ha hablado muy abiertamente con los periodistas.

Claramente, es un cambio de actitud para la compañía […]

Antes, frente a las acusaciones malintencionadas, tal vez ingenuamente creíamos que los hechos son los hechos y con esto bastaba. No nos gustan los focos [risas] pero no podemos evitarlos. Hemos tratado de tener un perfil bajo, pero finalmente hemos aprendido a reaccionar. Le daré un ejemplo desagradable: la compañía se ha querellado contra el Wall Street Journal por la publicación de una información maliciosa; por primera vez, hemos optado por actuar judicialmente contra un medio de comunicación […]

En entrevistas recientes, el fundador de la compañía ha sugerido un plan que, si fuera aceptado, podría cambiar la estructura del mercado de las redes 5G […]

La propuesta de abrir las patentes de Huawei sobre tecnologías 5G a los competidores y especialmente a la industria de Estados Unidos, no hay que verla como una actitud excepcional. Es bien sabido que Huawei ha contribuido activamente a la estandarización de 5G, aportando más del 20% de las llamadas patentes esenciales. Somos, por tanto, la compañía número uno por su contribución a los estándares del 3GPPP […] que son  fundamentales si se quiere celerar el despliegue y puesta en servicio de 5G. Estamos dispuestos a ceder esas patentes sin condiciones previas, para que un mayor número de habitantes del mundo se beneficie cuanto antes de los beneficios de esas redes.

¿Por qué ese gesto? Y ¿por qué en este preciso momento?

Porque así daríamos a otras empresas, estadounidenses si las hubiera, la oportunidad de un salto tecnológico que por razones que no vienen al caso ahora no pueden dar. Sería bueno para ellas y para nosotros. Hace siete años, desde 2012, que el gobierno de Estados Unidos niega a sus operadores el derecho a usar tecnología de Huawei. Ah, por supuesto que con esta propuesta desmontamos la batería de acusaciones falsas contra  Huawei.

¿Usted cree que será aceptada?

Eso no puedo saberlo. El argumento sería más o menos el siguiente. Por un lado, Estados Unidos quiere que 5G tenga éxito en su territorio, pero por otro no se fía de Huawei. Vale, dejando de lado si es por razones ideológicas o por una concepción geopolítica, no hay ningún hecho o evidencia que justifique la desconfianza. Si los operadores de ese país quieren ser líderes en los servicios 5G, es muy probable que necesiten tecnologías patentadas por Huawei. Así que nos parecería muy bien que una compañía estadounidense se sentara a negociar con Huawei la cesión de nuestra tecnología, la descodifique y si así lo desea la modifique para diseñar su variante.

Antes, al mencionar un cambio de actitud, pensaba en la apertura de centros de ciberseguridad en Europa […]

Estamos ante un reto enorme para toda la industria. En el centro de los problemas que afrontan nuestras sociedades está ese gigantesco problema que es la ciberseguridad. Huawei ha estado siempre abierta a las discusiones técnicas sobre esta materia, pero no podemos aceptar es que se nos juzgue sin evidencia alguna, sobre la base de prejuicios y mentiras.

Pasemos al mercado, a las tres grandes áreas de negocio de Huawei que conocemos en Europa […]

De acuerdo, empecemos por la división de consumo, que probablemente es la más conocida. Los medios de comunicación han sido muy elogiosos hacia los modelos de smartphone que presentamos recientemente. Todo el esfuerzo de I+D que han supuesto para la compañía, se basaba en la hipótesis de que Apple no tendría un dispositivo 5G hasta después del verano de 2020, lo que nos daba un año de ventaja. En la situación actual, observamos una contracción significativa del mercado global que probablemente tiene que ver con la transición entre generaciones tecnológicas […] Nuestros modelos Mate 30 y Mate 30 Pro funcionan con  Android pero no tenemos autorización para preinstalar GMS [Google Mobile Services, que incluye Gmail, Maps y otros servicios], por lo que hemos decidido acelerar al máximo la presentación de Harmony OS, un sistema operativo que, aunque concebido originalmente para otros dispositivos, estará pronto disponible para nuestros smartphones. Evidentemente, esta situación tendrá un efecto negativo sobre la división […]

¿En cuánto lo calculan?

Comparando con el año pasado, esperamos menos crecimiento. Y en  ciertos mercados, es probable que bajen las ventas. Por supuesto, tenemos otros modelos que llevan Android y todas sus aplicaciones asociadas con normalidad. Pero, además de Harmony OS, me gustaría decir que nuestra división de consumo ha incorporado inteligencia artificial en los chipsets fabricados por la compañía, dando a Huawei un nivel de superioridad sobre la competencia.

¿En qué medida se ha visto afectada la relación con los operadores?

Ningún impacto, o casi ninguno. En unos momentos tuvieron una lógica preocupación por la continuidad de nuestros suministros, pero ya tienen comprobado que nuestros proyectos con ellos no corren ningún riesgo de perturbación. Según fuentes independientes, puedo decir que los ingresos generados por las telecos están creciendo, aunque no mucho, un 3%, así que por ese lado estamos muy tranquilos.

Pero, algunos operadores ponen en duda la participación de Huawei en el core de sus redes […]

No es así. El core es una capa más en la arquitectura de la red. El pasado 24 de septiembre acogimos aquí, en Madrid, una reunión monográfica con operadores europeos en la que ninguno puso objeciones sobre la seguridad del core network […] Soy consciente de que algún operador ha retrasado su despliegue del core 5G hasta analizar mejor la situación, pero ninguno ha expresado desconfianza acerca de Huawei. Tal como yo lo veo, cada uno tiene su enfoque de las capas que componen una red […]

Nos queda la división de soluciones para empresas […] ¿Hay problemas?

Como sabe, es una línea más reciente para Huawei, fue creada hace ocho años y, al lado de los competidores, es un negocio pequeño, que ha crecido muy rápido pero en 2019 se ha desacelerado ligeramente. No tenemos ninguna preocupación especial relacionada con el suministro, pero el crecimiento bajará este año: del 40/50% anterior, a un rango de 20/30% […] Tenga en cuenta que hablamos de un mercado que está dominado por el software de empresas estadounidenses, pero también que Huawei lleva tiempo invirtiendo para dotarse de alternativas. Una de ellas es nuestra asociación con ARM, que presenta ciertas ventajas sobre la arquitectura x86. Asimismo, estamos promoviendo nuestra base de datos y nuestra plataforma cloud, así que nos queda mucho por hacer en este campo. A corto plazo, vamos a seguir invirtiendo, y ya que las puertas de Estados Unidos están cerradas, ¿dónde invertir sino en Europa? Mi responsabilidad es crear oportunidades de colaboración en España.


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