Menos de una semana ha tardado NetApp en responder al último anuncio de EMC, las cabinas de almacenamiento flash XtremIO, anunciando a su vez el sistema EF550, evolución del vigente E540. Son movimientos tácticos por las dos partes: NetApp no puede permitir que su poderoso rival se ponga medallas, ni quiere seguir negando el interés de una tecnología que ha proliferado de la mano de competidores de menor talla. Táctico, en su caso, porque la estrategia de NetApp es más compleja: «básicamente, nuestra idea es usar flash para acelerar grandes pools de almacenamiento en backup y aprovechar las cualidades de nuestro sistema operativo ONTAP para casar ambas tecnologías», explica Tom Georgens, CEO de la compañía.
Hace dos semanas, al presentar los resultados del tercer trimestre, Tom Georgens respondía a un analista que flash es tanto una amenaza como una oportunidad para NetApp. Mientras prosigue el desarrollo de su solución FlashRay [¿primer trimestre de 2014?] que viene prometiendo como un «auténtico» sistema AFA (all flash array), el EF550 tiene los rasgos de una estación de paso. De las 300 unidades que ha entregado del EF540, fruto de la adquisición en 2011 de Engenio, la mayor parte estaban destinadas a ese uso de aceleración, dijo Georgens. «En menos de un año, hemos pasado de ser percibidos como una compañía que no participaba en el naciente mercado flash, a tomar una posición de liderazgo», sentenció.
La segunda dualidad de amenaza – oportunidad – que describió en la sesión con analistas es el ascenso del cloud computing, fenómeno para el que NetApp propone su sistema Clustered ONTAP, capaz de manejar cargas en entornos híbridos, tanto on-premise como en la nube – sea esta pública o privada – sin ruptura de continuidad. La parte de amenaza estaría en que el vértigo del fenómeno cloud pudiera hipotéticamente invalidar las soluciones clásicas de almacenamiento, y la parte de oportunidad en que «lo que realmente buscan nuestros clientes es una interfaz que les permita gestionar el tránsito de los datos entre su centro de datos y la nube, para dar respuesta a las exigencias cambiantes de su negocio». La proliferación de nubes de uno u otro tipo plantea dificultades de gobernanza, porque los datos escapan al control rígido que prescribe la costumbre.
Bajo la premisa de estar presentes en aquellas cargas que antes no podía servir por razones de escala o performance, explicó que NetApp se decanta por ser algo más que un proveedor de sistemas de almacenamiento per se. «No creo que nuestro negocio consista en despachar discos, como algunos competidores; lo que vemos es que una parte creciente de los datos que se almacenan en el mundo se escriben y formatean en el sistema operativo ONTAP, lo que nos da la oportunidad de vender más software [no sólo cabinas, vino a decir] con valor añadido».
Con énfasis parecido, celebró las cuentas que presentaba: «la dinámica del mercado indica que los proveedores independientes ganamos cuota, mientras aquellos para los que el almacenamiento es una proyección de sus servidores, pierden relevancia». En espera de conocer más datos, los del segundo trimestre parecen darle la razón: NetApp ha crecido más que EMC (que factura tres veces más) mientras el resto sufría caídas en algún caso impactantes.
Las alianzas están resultando muy provechosas para NetApp. Coincidiendo con el tercer año de vida de FlexPod, que amplió su oferta común con Cisco a Flexpod Express para empresas medianas y Flexpod Select para cargas de alta performance. Las cifras de IDC confirman el ímpetu de la demanda de infraestructuras integradas que favorece a los dos proveedores independientes y perjudica a los generalistas.
Otras alianzas importantes para NetApp tienen como socios a Citrix y Juniper, además de los acuerdos que mantiene con VMware y con Amazon Web Services (AWS). Las cifras del primer semestre fiscal (hasta el 25/10) confirman que los ingresos de NetApp [3.066 millones de dólares] han tenido un crecimiento del 2,7%, y su beneficio neto se incrementó un 64% hasta los 248 millones. Las previsiones para el trimestre en curso apuntan a un avance secuencial del 5% en los ingresos, y plano con respecto a igual período de 2012, «en razón del entorno macroeconómico desfavorable». A diferencia de su colega John Chambers, CEO de Cisco, Georgens se declara entusiasta con la marcha de los negocios de NetApp en China.