Con una frase de lo más tópica, ¡Viva España!, encabeza la página web de T-Systems, división de servicios informáticos de Deutsche Telekom, la noticia de la compra de la empresa española Metrolico, hasta ahora controlada por un consorcio de cajas de ahorro. La transacción, cuya cuantía no ha sido revelada, permitirá a la empresa germana extender su cartera de clientes en el sector financiero español, en el que hasta el presente sólo tenía un cliente importante, la aseguradora Mapfre. Históricamente, el catálogo de servicios de Metrolico ha estado centrado – demasiado – en el mantenimiento, actividad de bajos márgenes aunque garantiza estabilidad de ingresos.
La crisis económica debilita el primer término de la ecuación, pero no asegura el segundo. Sin embargo, no es el mantenimiento lo que ha despertado el interés de los alemanes, sino la firme relación que heredará con bancos y cajas, el sector que en mayor medida contribuye a la demanda de tecnologías de la información en España.
T-Systems podrá así añadir entidades financieras de primera línea a su clientela, demasiado escorada hacia la industria – la automovilística, otro riesgo en estos tiempos – y el sector público. En el primer caso, gracias a la adquisición de TAO Gedas, antigua filial informática de Volkswagen, y en el segundo merced a los contratos de gestión tributaria firmados con las comunidades de Madrid y Cataluña.
Las magnitudes hablan por sí solas. El año pasado, T-Systems facturó en España 360 millones de euros, con una plantilla de unas 4.000 personas; en el mismo período, Metrolico facturó 54 millones con algo más de 1.100 empleados. La fusión daría nacimiento a una organización con amplia presencia territorial, y esta dará lugar a redundancias, por lo que un recorte de plantilla parece ineludible.
La adquisición de Metrolico se inscribe en la búsqueda de una estrategia de expansión internacional de la división de Deutsche Telekom, para la que el mercado alemán está en retroceso: caída de ingresos del 8,2% el año pasado, porcentaje repetido en el primer trimestre del actual, en parte por la merma de contratos con la matriz. En cambio, los ingresos internacionales (2.709 millones en 2008, 634 millones en el primer trimestre) crecen al ritmo del 6,4%.
Los directivos de T-Systems no ocultan su pretensión de subir en 2010 al podio de las empresas de servicios informáticos en España, colocándose tras la rueda de Indra y Accenture.