Ya resultaba cansina la discusión acerca de si el iPhone X sería un éxito o un fiasco. Con un trimestre de vida, no sería justo afirmar lo segundo, pero que Apple haya vendido un millón de smartphones menos (suma de modelos), sugiere que no ha sido un éxito. Lo único indiscutible es que el smartphone más caro del mercado ha inflado sus resultados económicos gracias a que el precio medio de la familia iPhone ha saltado hasta 796 dólares. No hay modo de saber cuántos iPhone X se han vendido, y no será Apple quien lo aclare. Según IDC, en el cuarto trimestre, Apple ha encabezado el ranking con 77,3 millones de iPhones despachados, pero no ha reducido la ventaja de Samsung en el total anual.
Tim Cook, CEO de Apple, ha argumentado que el cuarto trimestre de 2017 ha tenido 13 semanas en lugar de 14 como el de 2016, pero la explicación no ha colado entre los inversores [la acción cayó al día siguiente] ni entre los analistas, que apostaban por 80 millones de unidades. Geoff Blaber, analista de CCS Insight, ofrece dos interpretaciones no necesariamente excluyentes: 1) «Apple capaz de generar más ingresos y beneficios gracias al iPhone X aun cuando la demanda de smartphones empieza a decaer», o 2) «el iPhone es el principal culpable del hundimiento de las expectativas en la categoría».
En opinión de Anthony Scarsella, de IDC, los smartphones de altísima gama (más de 800 dólares) han demostrado ser «más un lujo que un estímulo a la sustitución de modelos anteriores. Incluso sugiere que podrían ser el motivo por el que las encuestas indican que el ciclo de vida se va estirando más allá de los dos años (26,8 meses y en aumento) de duración media en que se ha basado la estrategia de las marcas. También en esto, Apple ha contribuído al tener que prometer el reemplazo de las baterías de sus modelos anteriores, para resolver el desaguisado de lo que ha dado en llamarse «obsolescencia programada».
Yendo a las cifras, el mercado global de smartphones ha asimilado 403,5 millones de unidades, un retroceso del 6,3%, sorprendente en temporada navideña. L De las dos marcas líderes, Apple ha sido la menos perjudicada (-1,3%) mientras Samsung (-4,4%) iniciaba prematuramente un descenso que por lo general se produce en el primer trimestre del año siguiente. Huawei ha sufrido la caída del mercado chino, pero su compatriota Xiaomi volvía a la cuarta posición con un incremento excepcional.
Apple y Samsung han dominado durante años la tabla de IDC, y la curva de 2017 confirma esa divisoria de aguas. Entre las dos marcas suman al final del año un 37,6% del mercado total, cuando en 2012 representaban el 50%. Por esa brecha han penetrado los fabricantes chinos, desalojando a otros históricos, pero incluso ellos empiezan a sentirse encerrados en su mercado interior. Por su lado, Huawei, el primero de ellos en asaltar los mercados occidentales, está comprobando que difícilmente va a cumplir su objetivo de colocarse en segunda posición si no consigue entrar en Estados Unidos de la mano de Verizon y/o AT&T [ambos operadores han dado marcha atrás, presionados por la administración Trump].
Strategy Analytics. partiendo de sus propios datos [438,7 millones de unidades] habla sin tapujos de ´achicamiento` del mercado y responsabiliza de ello a Apple. Neil Mawston, director de esta consultora, recuerda que las ventas de iPhone han bajado – en comparación año/año – en cinco de los últimos ocho trimestres. «Si Apple quiere aumentar el volumen de sus despachos, tendrá que llevar la curva de precios hacia abajo, no hacia arriba». Suponiendo que Tim Cook hiciera caso a Mawston, dañaría seriamente su cuenta de resultados, que se basa en los márgenes que ofrece la gama alta del mercado.
Queda por referir la opinión de otra consultora, Canalys, que prefiere concentrarse en el análisis del mercado chino y que – según sus cifras – ha caído en 2017 un 4% hasta 459 millones de unidades (casi una tercer parte del total global) después de haber crecido el 11% en 2016. Mo Jia, su analista en ese país, considera que es algo natural después de años de vertiginoso ascenso. En el caso de Apple, dice, «se ha encontrado con una situación que no esperaba, pero su problema en China no lo resolverá el iPhone X».
Otro analista ha comparado la evolución inversa – salvando las distancias y provisionalmente– de la demanda de PC y smartphones, que parecen estar trocando sus tendencias de la última década. Según IDC, las ventas de PC se han estabilizado (0,7%) en el cuarto trimestre, en contraste con la bajada del 6,3% en los smartphones. Si las cosas siguieran así, no ha de faltar quien las interprete.
Sin esperar tanto, hay evidencias suficientes de que el mercado de smartphones ha alcanzado un nivel de madurez, no sólo en los mercados desarrollados, sino en el más grande, China, y empieza a inquietar en el segundo por tamaño, India. Dicho llanamente, incluso en estos países, casi todos los consumidores que desean un smartphone ya lo tienen; queda una capa de población que no lo tiene o se conforma con el que tiene. De modo que el mercado global empieza a depender del ciclo de sustitución.
El argumento de Cook sobre las trece semanas del último trimestre no vale cuando se juzgan las cifras anuales. Globalmente, el mercado global ha cerrado un año plano (-0,1%) y se aleja de la optimista previsión de llegar a 1.500 millones de unidades; ha vuelto a quedarse en 1.472,4 millones. Un año más, el ranking lo encabeza Samsung, con siete puntos y más de 100.000 unidades de ventaja sobre Apple. A Huawei, tercer en discordia con 153,1 millones de unidades, le queda mucho por recortar diferencias. Un rasgo del ranking 2017 es la pérdida de peso de las marcas secundarias, que en doce meses han bajado del 44,4% al 39,5%.
En los próximos meses habrá que observar tres aspectos determinantes. Una vez descartada la idea de un «superciclo» Apple tendrá que demostrar que su estrategia con el iPhone X es sostenible. Por su parte, Samsung se jugará mucho con el lanzamiento del Galaxy S9 a finales de este mes. No hay motivo para extrañarse de que ambos tengan otras miras, más allá de los smartphones. Y, tercero, el comportamiento del mercado chino dará la pauta de si el mercado mundial de smartphones recuperará el aliento en 2018 o, lo que es probable, el crecimiento tenga que esperar a 2019, cuando aparezcan los smartphones 5G.