La inercia alcista surgida como reacción ante la pandemia se ha eclipsado en el mercado de ordenadores personales. Demasiado pronto. El cuarto trimestre de 2022 se ha cerrado con un descenso abrupto del 28,1%: 67,2 millones de unidades despachadas globalmente, según el habitual informe de IDC. Con lo que los despachos anuales – 292,3 millones de unidades – han bajado un 16,5% sobre los de 2021. Las causas son diversas, pero casi todas nacen de la incertidumbre económica. En consecuencia, hay consenso entre las marcas (y los analistas) en que la demanda no va a crecer – y aun así, según en qué segmento – hasta el último cuarto de 2023 y una verdadera recuperación no llegará hasta 2024.
El excepcional crecimiento de 2020 y 2021 había roto la tendencia a la baja que, con matices, imperaba en el mercado mundial desde hace una década. De hecho, 2021 se acercó al tope histórico con 348,8 millones de PC despachados y un crecimiento del 15% que difícilmente volverá a repetirse. Por esto, los porcentajes del tramo final de 2022 reflejan una comparación distorsionada de la que no se pueden sacar conclusiones. Ryan Reith, principal autor del informe de IDC, apunta que, una vez despejado ese factor, la perspectiva no es tan mala como parece: “recordando los altibajos del pasado, nuestra conclusión es que hay bolsas de oportunidad explotables durante 2023 y con más motivo el año próximo”.
Una singularidad del momento es que las cuatro consultoras que han difundido sus cifras – IDC, Canalys, Gartner y Counterpoint – coinciden con mínimas variaciones en sus cálculos. Se diferencian al atribuir resultados a alguna marca, pero el retroceso es general.
Jim Suva, analista de Citi siempre atento a este mercado, tiene su propia interpretación que él mismo califica como templada. El declive ha sido peor de lo que podía esperarse – escribe – por lo que nuestro modelo prevé una recuperación supeditada al ciclo de renovación en el segmento comercial [empresas, administraciones y educación], una incógnita por el momento”, que por el momento no se ha manifestado”. Suva se la juega con sus cifras: un descenso del 6% este año y un ascenso del 3% en 2024. Dependerá, advierte, de cómo la industria y el canal digieran los inventarios que les pesan financieramente.
Johan Dutt, analista de Canalys, expone otro enfoque, más centrado en la demanda de consumo: “fabricantes y minoristas han tratado durante meses de estimular a los consumidores con descuentos generosos, pero no parece que hayan tenido éxito”. Sugiere, casi literalmente, que esa categoría de usuarios ha desertado porque tiene otras preocupaciones más urgentes que renovar su PC.
En este como en otros mercados, la pandemia puso en marcha mecanismos insólitos. Por ejemplo, una crisis de abastecimiento que la industria no había conocido. Cuando empezó a normalizarse – y nunca del todo – de pronto se convirtió en un exceso porque entretanto la demanda ya había perdido el apetito.
El fenómeno es global: el mercado estadounidense cayó en el cuarto trimestre un 20,5%; según Gartner el sexto consecutivo de caída en los despachos. El mercado EMEA ha sufrido un declive histórico, del 37,2% y el de Asia-Pacífico (excluido Japón) se derrumbó un 29,4% principalmente por el cierre de la demanda china. Y aun así, ha vuelto a niveles anteriores a la Covid-19, no muy lejos de los 300 millones de unidades.
Las posiciones de las cinco primeras marcas en el ranking de IDC no han cambiado, pese al desastre. En cabeza continúa Lenovo: su cuota sólo ha perdido una décima pese a haber despachado casi 14 millones menos de unidades en el año. Peor le ha ido a HP – 18,7 millones menos – cediendo algo más de dos puntos porcentuales, lo que ha permitido a Dell ponerse a rebufo pese a que sólo vende PC a empresas y en mercados seleccionados.
La sorpresa la ha dado Apple, única de las marcas principales en crecer, pasando del 8% de cuota al 9,8%. Pero lo ha hecho con un coste económico del 28%: en su tercer trimestre fiscal (septiembre a diciembre) los ingresos por la venta de ordenadores Mac cayeron un 28%. Asus, que cierra el quinteto, puede estar contenta de haber ganado ocho décimas de cuota pese al declive del 5,7%.
Mikako Kitagawa, sempiterna firmante del estudio de Gartner, afirma que los inventarios acumulados funcionan como un cuello de botella que ha roto los ciclos naturales del mercado. Prefiere analizar prioritariamente el mercado ´comercial` que, según ella, está destinado a salvar los papeles en el último tramo del año. “Es evidente que ha sido impactado por una economía ralentizada – escribe – y las empresas han prolongado los ciclos de vida de su parque de PC, dejando para más adelante la reanudación de sus compras”. No antes de 2024, avisa Kitagawa.