Moonshot Project. Así se conoció en los años 60 el programa espacial de Estados Unidos que se consumó con la exitosa misión Apolo 11. Muy alta tiene que ser la ambición de HP para que se le ocurriera bautizar con el mismo nombre una iniciativa, presentada la semana pasada: el desarrollo de una nueva familia de servidores de bajo consumo de energía, entre cuyas sorpresas está la de que prescindirá, al menos inicialmente, de los chips de Intel y AMD, sustituidos por procesadores de arquitectura ARM, una tecnología hasta ahora usada exclusivamente en dispositivos móviles. El Proyecto Moonshot entrará en órbita a principios de 2012, pero no hay todavía fecha para una versión comercial.
En una entrevista concedida a The New York Times al cumplir un mes como CEO de HP, Meg Whitman dijo una frase que nadie hubiera esperado de su antecesor: “somos una empresa de hardware”. El anuncio del Proyecto Moonshot confirma que la posición de liderazgo de la compañía en el mercado de los servidores exige explorar nuevos caminos.
El acuerdo con Calxeda, poco conocido fabricante tejano de semiconductores, se basa en un diagnóstico contundente: cada día, en los datacenter de todo el mundo se instalan 7.000 servidores, que añaden 35.000 kw/h al consumo de energía. Y a este ritmo, suponiendo que nada cambiara, en 2015 habría 10 millones de servidores para soportar un crecimiento exponencial de aplicaciones. Y la promesa de Calxeda es la reducción en un 94% del espacio, en un 89% la energía y en un 61% los costes.
El tercer protagonista de la noticia es la compañía británica ARM, que lleva tiempo preparándose para dar el salto desde una arquitectura eficiente para móviles a otra que aplique los mismos principios a los centros de datos. La justificación de esta búsqueda es que los servidores en la nube – como demostrarían las experiencias de Google, Amazon y Facebook – trabajan con una ecuación de rendimiento diferente a los convencionales de arquitectura x86. En octubre, ARM anunció que su nueva arquitectura v8 soportará aplicaciones de 32 y 64 bits, lo que aparentemente resuelve una de las incógnitas pendientes.
En principio, el proyecto común de HP y Calxeda deja de lado a Intel y a AMD, atrincherados en la arquitectura x86. En la práctica, ambos se están moviendo en la misma dirección de introducir procesadores más densos y de bajo consumo, por lo que la amenaza es sólo relativa. Entre otras cosas, porque la propia HP ha dicho que Calxeda es sólo un primer partner y que no descarta incorporar la arquitectura x86 a su proyecto. Es obvio que, en el actual estado de cosas, no tiene ninguna necesidad de atarse a un socio u otro. No obstante, en la conferencia de presentación se dijo que los trabajos de Moonshot incluirán servidores “superdensos” basados en procesadores de bajo consumo de Intel y AMD.
El diseño de referencia presentado por Calxeda es un rack de dos unidades que combina 120 procesadores. Gracias a la herencia de los chips para móviles y a varias patentes, Calxeda dice estar en condiciones de producir procesadores idóneos para cargas de trabajo no convencionales, como los servidores web, las aplicaciones de Big Data o las bases de datos in-memory. El fabricante afirma que su procesador consume una cuarta parte del x86, el de menor consumo de Intel, y aporta más rendimiento.
Por cierto, Calxeda no está sola en este empeño: Nvidia también trabaja en un procesador ARM para servidores, conocido como Denver. Por su lado, HP estima que estos escenarios representan entre un 10 y un 15% del mercado de centros de datos, y aspira a tomar posiciones cuanto antes.
Los tres pilares del proyecto Moonshot son: una plataforma de desarrollo (Redstone), disponible en el primer trimestre de 2012 pero sin fecha de lanzamiento comercial, un laboratorio (Discovery) para trabajar sobre esa plataforma y una alianza (Pathfinder) de partners entre los que se encuentran Canonica, RedHat, ARM… y también AMD.