El consejero delegado de la filial española de France Télécom, Jean-Marc Vignolles, retomó en Santander una reivindicación que ha expresado en otras ocasiones en público, y que consiste en reclamar a las Administraciones Públicas que colaboren con las operadoras en el despliegue de redes de nueva generación, inversión que en los próximos diez años requerirá desembolsos por valor de miles de millones de euros, según dijo. Pero, además, Vignolles puso de manifiesto que no por sabido es del agrado de todos: Orange mantiene contactos con “varias comunidades autónomas” para elaborar en común planes de despliegue territorial de nuevas infraestructuras.
Jean-Marc Vignolles
“Nuestro sector ha disfrutado de un crecimiento continuo en los últimos quince años, y su peso relativo en el PIB se ha multiplicado por dos en los países europeos más avanzados”, dijo Vignolles, concluyendo que está a punto de iniciarse una nueva ola de crecimiento, que estará marcado por el acceso masivo a Internet móvil y por la demanda de servicios cuya satisfacción exige contar con “superbanda ancha”. Este fenómeno, añadió, se produce en el contexto de una crisis perturbadora: los ingresos del sector en España cayeron un 5,5% en los últimos doce meses, y la inversión en nuevos proyectos ha descendido un 20% en el mismo lapso. Al obvio efecto de la recesión y las dificultades de financiación se ha unido el impacto de ciertas medidas regulatorias, punto en el que coincidió con sus competidores en criticar la obligación de financiar la televisión pública.
En las palabras del directivo de France Telecom se pudo observar un punto que contrasta con las que pronunció en otra sesión el presidente de la CMT, Reinaldo Rodríguez. Mientras Vignolles dijo ser partidario de llegar a acuerdos con sus rivales para reducir la cuantía de sus inversiones en redes, Rodríguez lanzó al público una advertencia: la Comisión estará vigilante para verificar que esos pactos no reduzcan el nivel de la competencia.
El consejero delegado de la filial española de France Télécom, Jean-Marc Vignolles, retomó en Santander una reivindicación que ha expresado en otras ocasiones en público, y que consiste en reclamar a las Administraciones Públicas que colaboren con las operadoras en el despliegue de redes de nueva generación, inversión que en los próximos diez años requerirá desembolsos por valor de miles de millones de euros, según dijo. Pero, además, Vignolles puso de manifiesto que no por sabido es del agrado de todos: Orange mantiene contactos con “varias comunidades autónomas” para elaborar en común planes de despliegue territorial de nuevas infraestructuras.
“Nuestro sector ha disfrutado de un crecimiento continuo en los últimos quince años, y su peso relativo en el PIB se ha multiplicado por dos en los países europeos más avanzados”, dijo Vignolles, concluyendo que está a punto de iniciarse una nueva ola de crecimiento, que estará marcado por el acceso masivo a Internet móvil y por la demanda de servicios cuya satisfacción exige contar con “superbanda ancha”. Este fenómeno, añadió, se produce en el contexto de una crisis perturbadora: los ingresos del sector en España cayeron un 5,5% en los últimos doce meses, y la inversión en nuevos proyectos ha descendido un 20% en el mismo lapso. Al obvio efecto de la recesión y las dificultades de financiación se ha unido el impacto de ciertas medidas regulatorias, punto en el que coincidió con sus competidores en criticar la obligación de financiar la televisión pública.
En las palabras del directivo de France Telecom se pudo observar un punto que contrasta con las que pronunció en otra sesión el presidente de la CMT, Reinaldo Rodríguez. Mientras Vignolles dijo ser partidario de llegar a acuerdos con sus rivales para reducir la cuantía de sus inversiones en redes, Rodríguez lanzó al público una advertencia: la Comisión estará vigilante para verificar que esos pactos no reduzcan el nivel de la competencia.