La segunda mitad del año pasado ha sido de aceleración para Viasat. Ante todo, el legendario fundador de la compañía, Mark Dankberg, dejó el día a día en manos de su cómplice de siempre, Rick Baldridge. Se firmaron los contratos de lanzamiento entre 2021 y 2022 de la nueva constelación de satélites Viasat-3 y, en Europa, compró el 51% restante de una empresa que tenía en sociedad con Eutelsat, Esta suma de acontecimientos tiene una explicación muy clara: la demanda de servicios de banda ancha hace que suba la espuma en el sector satelital. Una competencia audaz y bien dotada financieramente arrecia, a lo que – dijo el nuevo CEO a este blog – la respuesta implica innovar y arriesgar.
Tras 20 años de existencia, que son muchos años, ¿qué lugar ocupa Viasat en un sector que, para quienes lo vemos de lejos, parece estar superpoblado de competidores?
Lo que hemos hecho sistemáticamente durante veinte años ha sido tratar de inventar una nueva clase de satélites para ofrecer a la sociedad unos servicios de calidad equivalente a la mejor que puede permitir la fibra. En nuestra opinión, este objetivo debería planteárselo toda la industria, pero no todos apuestan por la calidad. Nosotros sí, en eso hemos invertido el dinero de nuestros accionistas. Los usuarios que, por la razón que sea, no tienen acceso a conexiones de fibra pueden disfrutar del mismo beneficio gracias a nuestros satélites. Y por cierto, el sector no está tan poblado como usted supone [risas]. Estoy persuadido de que nos hemos labrado por méritos propios un nicho de mercado ideal para una empresa del tamaño de Viasat.
Cuando dice una nueva clase de satélites, ¿se está refiriendo a una nueva tecnología o a un modelo de negocio?
A una tecnología diferente. Cuando empezamos, para lanzar nuestros dos primeros satélites tuvimos que comprar la tecnología del sistema, para reconfigurarla en función de lo que queríamos. Nos sentíamos un poco como quien se cuela en una cocina ajena y descubre que podría hacer un mejor uso de los ingredientes que encuentra [risas]. Nos pasó con los dos primeros, pero nunca más: empezamos a construir nosotros mismos lo que inventábamos, la carga completa del satélite de comunicaciones y su arquitectura, desde los chips hasta el diseño operativo.
¿Los fabrican o los diseñan para que otro los fabrique?
Un satélite tiene dos componentes principales: el vehículo y la carga útil. En Viasat diseñamos y fabricamos íntegramente la segunda y también ciertos componentes esenciales del primero.
Starlink y Amazon están entrando con mucha ambición en el negocio de los satélites. ¿Son un riesgo para las compañías de menor talla, como Viasat?
Si lo que está pensando en que esos grupos son disruptivos porque son ricos, tengo que decirle que Viasat ha sido un competidor disruptivo en la escala de sus recursos. Lo hemos sido bajando drásticamente los costes para el usuario final y dándole más ancho de banda, que exactamente lo que espera de nosotros. En muchos casos para consumir vídeo, que hoy por hoy es el motor de la demanda tanto en el entretenimiento como en las redes sociales. Claro que hay quien tiene mucho más dinero, pero no por eso tiene más capacidad de entender el mercado […]
¿Qué problemas resuelve mejor Viasat que esos dos competidores?
Starlink y Amazon se centran en los LEO (Low Earth Orbit] porque el eje de su oferta consiste en una latencia baja. Ciertamente, ésta es un requisito importante para los usuarios en el mercado de gaming así como en ciertas categorías de SaaS, que posiblemente sea el más relevante. La latencia sólo le vale a quien tenga ancho de banda suficiente. Nosotros podemos concentrar nuestro ancho de banda en las áreas donde la demanda es mayor, Starlink no puede hacerlo porque su ancho de banda va repartido en su constelación, que por consiguiente tendría que duplicar su capacidad en un área determinada; Viasat puede ser 20 veces más eficiente. Y no hablemos del problema de la chatarra espacial, que ya es muy grave.
¿No ocurre lo mismo con el proyecto de Amazon?
Hay diferencias importantes con Starlink. Por lo que sé, Amazon se acerca al mercado de una manera más responsable y sus satélites son de buena calidad; le cuestan más, pero probablemente van a tener vida útil más larga y cumplen con los estándares establecidos. Francamente, no podría decir lo mismo de Starlink, que pone en órbita satélites baratos.
[..] Me ha inquietado su alusión a la basura espacial
Hay una preocupación por ese problema, no atribuible exclusivamente a dos competidores. Francia, España, India, Japón y ciertamente Rusia y China, se plantean colocar nuevos satélites en órbita baja, pero uno no puede menos que inquietarse cuanto una empresa [nota: se refiere a la fundada por Elon Musk] se propone lanzar hasta 42.000 satélites en unos pocos años. Todo el arco que rodea la tierra quedaría cubierto por esos satélites […] Entiendo que Amazon está haciendo las cosas con respeto por las normas.
Ahí van tres preguntas en una: la proliferación de actores en el espacio puede crear un exceso de capacidad que, a su vez, induciría una fase de consolidación cuya consecuencia sería una guerra de precios. ¿Le parece que exagero?
[risas] Vamos por partes. No creemos que el resultado de esta situación actual sea necesariamente un exceso de capacidad. De hecho, nuestra experiencia es que cada vez que lanzamos un nuevo satélite, su capacidad es absorbida inmediatamente por la demanda. Lo que significa que si cubrimos áreas donde hay demanda, el consumo de ancho de banda estará asegurado. El problema de la proliferación de satélites LEO es que pueden poner mucha capacidad donde no hay demanda ni puede haberla, como en medio del océano […] Imaginará que durante estos 20 años hemos analizado muy cuidadosamente la demanda y podemos asegurar que va a seguir creciendo […] Hasta un 20% o un 30% anual, dependiendo de qué servicios hablemos. Primero el vídeo pasó a ser en HD, vino luego la conversión de las redes sociales a HD que ha multiplicado la demanda […] No pretendo negar una posible consolidación, porque algo ya está pasando. Para darle una idea cuantitativa: nosotros servimos poco más de la mitad del uno por ciento de la demanda en Estados Unidos, país donde tenemos 600.000 suscriptores […] fíjese que si aumentáramos hasta llegar al millón, sólo habríamos alcanzado el uno por ciento. Tercera parte de su pregunta: si los precios bajaran, sería en áreas determinadas, porque no todas son iguales ni tienen las mismas necesidades. Por eso creo que se nos abre la oportunidad de desarrollar servicios con mayor calidad gracias a los nuevos satélites Viasat-3. Serán más asequibles a más consumidores.
¿A qué clase de clientes se dirige Viasat? Veo consumo, empresas, militares, barcos, aviones… ¿pueden mezclarse en un mismo satélite?
Ya damos servicio a todos esos mercados; ahora tenemos expectativas en el mercado marítimo, del que esperamos un alto crecimiento. En tierra, se espera que aumente la demanda generada por los medios de transporte: camiones, autobuses, coches […] pueden ser conectados eficientemente por satélite. También competimos en el mercado residencial: actualmente nos va muy bien en México y Brasil, un poco menos en Colombia […]
Alphabet y Facebook solían tener propuestas creativas para conectar zonas del mundo donde el acceso a internet, si existe, es prohibitivo […] ¿Podrían ser competidores o socios de Viasat?
Probablemente no sean ninguna de las dos cosas. Serían usuarios, espero. Alphabet ha abandonado su proyecto Loom, que por cierto estaba dirigido por un antiguo compañero de Viasat. También Facebook ha dado marcha atrás en su planteamiento. Personalmente creo que el error de ambas compañías ha sido no confiar en la capacidad de los satélites geoestacionarios, supongo que pensaron que eran una tecnología anticuada […]
He visto el último informe de resultados de Viasat. Confirma que este es un negocio de márgenes muy estrechos y requiere inversiones de largo alcance. Después de veinte años así, ¿sigue considerándolo rentable?
¿Acaso no tiene márgenes estrechos la industria de automoción, igual que otras[…]? La razón por la que esto ocurre en nuestra actividad es fácil de encontrar, el elevado coste de I+D que va asociado al diseño de la carga útil que lleva un satélite. Si revisa otra vez los resultados de Viasat, verá que todas las líneas de negocio son rentables en sí mismas, a condición de excluir las inversiones en I+D. Esta es la razón por la que la mayoría de las compañías del sector no hacen I+D, sino que compran un satélite completo a un fabricante y se quitan ese peso de encima. En nuestro caso, desde que Mark [Dankberg] fundó la compañía, hemos considerado que el éxito está ligado a nuestra capacidad de inventar la tecnología que vamos a utilizar. Luego, una vez que la constelación está lanzada, es un negocio rentable.
En noviembre, Viasat compró a Eutelsat el 51% que no controlaba de la empresa conjunta EBI, dedicada a explotar el negocio mayorista. Me pregunto cuál es la cadena de valor que surge de la adquisición
[…] En Estados Unidos, nuestro negocio es a la vez mayorista y minorista. Cuando junto con Eutelsat creamos EBI, esta quería ser primariamente un proveedor mayorista, mientras que Viasat siguió desarrollando su propio negocio minorista en algunos países, uno de ellos España. Ahora, con el control de EBI y del satélite KA-SAT, podremos replicar en toda Europa el modelo de negocio que seguimos en Estados Unidos.
Llevo un buen rato pensando en el ciclo de vida de la infraestructura de satélites. Porque el principal activo de Viasat en este momento tiene más de diez años de antigüedad mientras la tecnología evoluciona muy rápido. ¿Hay algún riesgo de obsolescencia del capital invertido?
En nuestra flota seguimos operando satélites de 13 ó 14 años con toda normalidad Cuando dispones de varios satélites, tienes que combinar sus capacidades, no explotarlas aisladamente. La nueva constelación, que estamos lanzando este año, será quince o veinte veces más eficiente que el más moderno que ´volamo` actualmente. Mientras tanto, seguimos trabajando en el diseño de la siguiente generación. Piense que es una variante de la ley de Moore: el coste medio de la capacidad disponible baja radicalmente con cada nuevo diseño.
Geoestacionarios [35.786 km sobre la superficie terrestre] contra LEO [500 a 1.500 km] es la alternativa. Me ha quedado claro que Viasat prefiere la primera opción, pero al mismo tiempo participa en un programa del gobierno estadounidense para construir satélites de órbita baja. ¿Cómo se explica?
Le agradezco la pregunta porque tal vez no me he expresado con claridad. No tenemos nada en contra de los LEO, pero creemos que no son el modo más económico de servir la capacidad que la demanda existente necesita. Distribuir igualitariamente tu capacidad con independencia de dónde esté concentrada la demanda, en nuestra opinión es un mal uso del capital invertido. Los satélites geoestacionarios tienen la cualidad de concentrar su haz en los sitios donde están los usuarios. Pero es un hecho que con los LEO se pueden obtener latencias muy bajas. De modo que no es una opción tan clara como la ha expresado: preferimos acomodarnos a la realidad y combinar ambas modalidades cuando sea pertinente. Por eso el gobierno federal nos ha adjudicado el contrato al que se refiere
¿Por qué era necesario lanzar una nueva constelación, los Viasat-3?
Si no lo hiciéramos, nos quedaríamos pronto sin capacidad disponible. El diseño de esta constelación cubre toda la Tierra visible y que nos permite dar conectividad continua al mercado tal como es. Por ejemplo, podemos cubrir zonas vacías de la península ibérica, lo que significa capacidad de prestar servicio en sitios de difícil acceso. Para dotarnos de la capacidad suficiente necesitábamos no un satélite sino tres. El primero sobre el continente americano, el segundo sobre Europa, Oriente Medio y África; el tercero, previsto para 2023, cubrirá la región Asia Pacífico. Y estamos trabajando en lo que seguirá después.