En 2011 habrá una recuperación del gasto en tecnología: +5,7% en 2011, hasta alcanzar los 1,6 billones de dólares. La solidez de la tendencia puede medirse porque sucede a la estimación provisional del 6,4% de crecimiento en 2010, que siguió a un retroceso del 3,7% en 2009. El hardware será el componente principal de esta cifra, lo que no es estrictamente una novedad, pero estará más subordinado que nunca a los cambios en el mercado de software, a su vez inducidos por la demanda de servicios. La distribución variará, porque el hardware creció un 13% en 2010, pero se atenuará a “sólo” el 7%. El software (+3,9% en 2010) avanzará otro 5,3% este año, y los servicios dejarán atrás el estancamiento para crecer un 3,6%. Claro está que la progresión que se prevé será geográficamente dispar. Los mercados emergentes pasarán de representar el 21% al 27% del gasto total, y esta diferencia implica que por primera vez aportarán más de la mitad del crecimiento global. No todos los países seguirán la misma evolución: el grupo BRIC tendrá un crecimiento más robusto que el resto – y tres veces superior (14,4%) al de los desarrollados – pero, como es fácil maginar, China se llevará la palma y, de continuar así, dentro de dos años será el segundo mercado TIC del mundo, superando a Japón. Estas cifras quieren decir varias cosas. La primera es que una serie de tecnologías, nuevas o no tan nuevas, han evolucionado en los últimos años por separado, confluyendo para integrarse unas con otras: la `nube´ con los móviles, los móviles con las redes sociales, las redes sociales con “la nube”.