Algunos temas de la conferencia IQ2011, convocada por Qualcomm la semana pasada en Estambul, están emparentados con ponencias que Intel presentó a sus desarrolladores pero quedaron sepultadas por la notoriedad de otros asuntos. No son distintas las batallas de Qualcomm a las de su rival, pero tiene la ventaja de no parecer apremiada por sacar productos al mercado. Esos temas comunes pueden resumirse así: las orientaciones de la actividad de I+D van mucho más allá de los dispositivos móviles actuales, y abren la vía a un mundo de dispositivos y objetos gobernados por sensores conectados a Internet. Puede sonar un poco futurista, pero está a la vuelta de la esquina.
Este fue el mensaje más llamativo en la keynote de Paul Jacobs, chairman y CEO de la empresa californiana, cuyas apariciones públicas tienden a subrayar su perfil de visionario, rol que le adjudica la hagiografía oficial que difunde su compañía. Se extendió Jacobs en preconizar lo que llamó Internet of Everything: excluyendo los teléfonos (pero incluyendo las tabletas) el mercado de los nuevos dispositivos conectados crecerá a una media anual de entre el 25 y el 40 por ciento hasta 2015.
Esos dispositivos conectados, de los que destacó especialmente sus usos en la salud y la energía, se van a caracterizar por incorporar nuevos interfaces de usuario, como el reconocimiento de gestos, que en ciertas aplicaciones podría reemplazar a la pantalla táctil, así como esta reemplazó al ratón. En un salón anexo a la conferencia se pudo ver una demo de la tecnología por la que Qualcomm ha comprado la empresa GestureTek, entre cuyos clientes están Microsoft, Sony y NTT DoCoMo.
Craig Barratt, presidente de Atheros, compañía que Qualcomm compró el pasado mayo, insistió en que el objetivo a largo plazo es conectar todo lo que sea posible conectar. “No sólo pantallas, todo lo que de una u otra manera esté colgado de Internet: se trata de conversar con un servidor en el otro extremo del mundo y con el reloj pulsera al mismo tiempo, y de conectar entre sí todos los aparatos del hogar”. Según Barratt, “el número de direcciones IP en un hogar puede ser hoy de diez [enumeró: tres o cuatro smartphones y tabletas, dos ordenadores, pero también un televisor, una cámara digital, un ebook, etc]. “Estamos sólo en el inicio de una revolución”.
Otra novedad que se mostró como prototipo es AllJoyn, tecnología para comunicaciones de proximidad que permite datos entre dos o más dispositivos en movimiento mediante conexiones peer-to-peer. Se implementará primero en móviles y luego podría embeberse en otros productos, explicó Rob Chandhok, vicepresidente de software de la compañía, como los coches y los entornos machine-to-machine, en los que las comunicaciones P2P todavía presentan problemas de transparencia y seguridad.
Pero no cabe duda de que Qualcomm es conocida, sobre todo, somo fabricante de chips para móviles. Paul Jacobs afirmó que los smartphones y las tabletas son la plataforma dominante, y su base instalada supera desde este año la de los PC. O sea que “la movilidad no es el futuro, sino el presente; realmente, los usuarios esperan contar con la experiencia de un desktop o un laptop en la palma de la mano, y la industria tiene que proporcionársela”. Hacia 2015, el 40% de los móviles que se vendan costarán menos de 300 dólares, pero el objetivo es bajar el precio medio a 50 dólares (sic). “Aún no podemos llegar a ese nivel – admitió – pero nuestro objetivo es alcanzarlo mediante la integración de más funciones en el silicio”.
Jacobs no parece convencido de que el «factor forma» sea lo determinante. Según su argumento, lo decisivo es la movilidad. Una distinción que no es baladí: en el mundo desarrollado, un altísimo número de usuarios disfruta de conexiones permanentes y de capacidad para enviar y recibir mensajes y contenidos dondequiera se encuentren, pero el futuro de la industria está en otras áreas del planeta: «cuatro de cada cinco conexiones celulares se encuentran en los mercados emergentes, y en la mayoría de los casos elmóvil es el único dispositivo de que disponen». Conclusión: hay que bajar radicalmente el coste de los smartphones hasta el nivel que hoy tienen los móviles corrientes; este sería en su opinión el gran reto para la industria en los próximos años.
Tocaba hablar de Snapdragon en este showroom tecnológico, y esta tarea correspondió a Cristiano Amon, VP de productos. Recordó a la audiencia que este procesador equipa actualmente 8 tabletas en venta y otras 40 están en fase de diseño. Sobre esta premisa, expuso la hoja de ruta que desembocará en la serie S4, de cuatro núcleos a 2,5 Ghz. Fue impreciso en los plazos: estará disponible a finales de 2012 o a mediados de 2013, pero esto hoy tiene escasa relevancia.
Lo que Amon quería dejar claro era esto: “estamos facilitando el nacimiento de nuevas familias de dispositivos, pero esto requiere diferentes arquitecturas, incluir todas las funciones en el chip e integrar hardware y software; tenemos que desarrollar las tecnologías para que los fabricantes puedan completar la misión que nos hemos trazado”. Recordó Amon que Qualcomm introdujo el primer dual core en el que cada núcleo trabaja a distinta velocidad de reloj; con el Snapdragon S4 – añadió – hemos ido más allá, renovando la adquitectura para lograr el rendimiento de un quad core sin sacrificar energía”.
Paul Jacobs no quiso entrar al trapo de las preguntas sobre el supuesto interés de Qualcomm en comprar los activos de WebOS, que HP está dispuesta a abandonar: «hubiéramos preferido que WebOS siguiera avanzando; hemos invertido mucho esfuerzo en la colaboración con ellos».
Al término de la conferencia, en una entrevista que este blog publicará en los próximos días, Paul Jacobs expuso su punto de vista sobre los litigios de ida y vuelta entre fabricantes de móviles que ha dado en llamarse guerra de patentes. “Esperamos que esta tormenta escampe pronto. Todo se debe a que el mercado de smartphones vive una transición acelerada, cuyo origen puede encontrarse en el lanzamiento de Android. Una vez que el mercado madure, estos problemas se minimizarán”.