El próximo martes 21 abrirá sus puertas en Colonia (Alemania) la feria bienal Photokina, una de las grandes citas internacionales de la industria de la fotografía, y un buen momento para apreciar las tendencias dominantes en un sector que en pocos años ha experimentado la transformación más intensa en décadas. Si los pronósticos se confirman – el grado de sorpresa es relativo: se sabe en qué trabaja cada fabricante – esta edición confirmará la apoteosis de las cámaras llamadas híbridas, entendiendo por tales las que, siendo físicamente compactas, llevan lentes intercambiables, lo que les permite arrebatar usuarios a los dos extremos de la tipología convencional.
En general, a los fabricantes no les gusta el apelativo híbrida, y prefieren definir esta categoría por su principal rasgo técnico, la eliminación del espejo, pero como mirrorless suena raro, el público se ha quedado con esa denominación, o con la de réflex compactas, tan imprecisa como cualquier otra. El rumor dice que Nikon, una de las dos marcas líderes (la otra es Canon) que se han resistido a dar ese paso, podría presentar una cámara afín a la categoría, en respuesta a la ofensiva de competidores que se han adelantado. Makoto Kimura, presidente de Nikon, ha declarado a Reuters que “estamos listos para lanzar una cámara que creará un nuevo mercado”.
No dijo mucho más Kimura, salvo añadir “queremos proponer otro tipo de fotografía, y no es obligado ceñirse a dos categorías” [las réflex caras y las compactas de bajo precio, se entiende]. Pero, ¿crear un nuevo mercado? Ese mercado ya existe, y por alguna razón Nikon declara su intención de sumarse a algo que hasta ahora desdeñaba. 20 años atrás, el mayor volumen de producción correspondía a las réflex – el dominio de Nikon – en progresiva digitalización; en la década siguiente proliferaron las compactas, fabricadas para ser consumidas en masa (más de 100 millones de unidades vendidas). Luego, en 2008, la alianza de Olympus y Panasonic propuso una tercera vía con el desarrollo del formato Micro Cuatro Tercios (MFT) que pretende combinar las virtudes de las anteriores.
Aquello provocó un rejuvenecimiento del mercado, y aunque los dos aliados tal vez hubieran querido ingresar royalties de otras marcas por usar su formato, no ha sido así. Olympus y Panasonic han presentado sucesivamente ocho modelos en dos años, pero Sony y Samsung encontraron la manera de entrar en la saga de las híbridas siguiendo sus propios desarrollos.
Olympus, que recientemente introdujo su EPL-1, tercera de la línea MFT bajo su marca, considera que más que extender la gama, le conviene reforzar su catálogo de lentes compatibles con el formato. Este fabricante clásico, a diferencia de Panasonic, nunca ha dicho que abandonaría las réflex de gama alta, por lo que la semana próxima podría mostrar la nueva E-5, sustituta de la E-3, un poco antigua para el gusto actual. En cambio, Panasonic persevera con hasta tres cámaras MFT de la serie G, una de ellas con lentes de 3D, emparentada con su conocida vocación por esta tecnología. Fujifilm, marca de antiguo apegada al consumo, también usará Photokina como plataforma de lanzamiento de la cámara W3 que tiene capacidad para capturar clips en 3D compatibles – eso dice el fabricante – con todos los televisores estereoscópicos del mercado.
Sony ha sido muy discreta acerca de sus propósitos, tanto que no se ha molestado en desmentir el rumor de que llevará a Alemania dos nuevos miembros de la familia Alpha. Samsung, en cambio, no ha tenido remilgos en confirmar que aprovechará la ocasión para lanzar la muy conversada NX100, que incorpora una pantalla AMOLED, iniciativa muy típica de la marca coreana [por cierto, note el lector que, a despecho de lo que dice la geografía, es una excepción en un archipiélago de marcas japonesas].
Queda por saber lo que hará Canon, pero será algo que exige contratar 3.000 metros cuadrados: su “colección de otoño” abarca desde compactas muy potentes a camcorders HD, sin sucumbir a la tentación de las cámaras híbridas. Canon es una compañía que desoye el discurso de quienes dicen que la carrera de los megapixeles ha llegado a su límite, por lo que el centro de interés de su stand será la EOS60D, cámara de gama media que llega hasta los 18 mpx.