Cisma, pero no crisis de representación. Pedro Mier, presidente de AMETIC desde marzo, quiere pasar página constructivamente tras la ruptura producida en las filas de la llamada ´patronal tecnológica`. Tres miembros de gran relieve y alta cotización – Telefónica, Vodafone y Orange – se han marchado, y con ellas otras empresas de su órbita. Pedro Mier Albert (Figueres, 1952) reconoce que la pérdida de las telecos ha sido un trauma, pero quiere dejar claro que «seguimos representando a lo que ahora se conviene en llamar industria digital; nadie ocupa un espacio tan amplio». Con estas credenciales, la asociación ostenta una vicepresidencia de Digital Europe, que federa al sector en la UE.
Inevitablemente, la ausencia de los operadores y empresas afines se hará notar en el tradicional encuentro de Santander, los primeros días de septiembre. Mier dice tener buenas expectativas sobre el desarrollo del evento. Sin decirlo expresamente, sugiere que el encuentro será más plural que cuando todo giraba en torno a los dimisionarios. De hecho, la entrevista se cerró con esta frase: «Queremos dar un énfasis especial a la realidad digital de España […] En 2016, al título del evento ya se añadió la Economía Digital. Por tanto, nadie puede sentirse excluído; la economía digital es el denominador común que nos une a todos».
¿Cuál es su explicación del cisma en AMETIC?
Prefiero hablar de separación. Sobre su origen, se han aducido diversas razones y no creo que exista un diagnóstico único. Personalmente, encuentro lógico que las empresas se agrupen para defender intereses comunes y en otro momento consideren que los defenderían mejor con otro modelo de organización. Puede decirse que en España teníamos una situación un tanto atípica, que durante años ha dado unos magníticos resultados.
Los operadores no se han ido solos
Así es, han arrastrado a algunos de sus proveedores, y es fácil de entender por qué, pero esto no implica que hayamos perdido cohesión industrial en la representación de los intereses comunes.
O no tan comunes. Uno de los rasgos de Digital Europe es que no representa a los operadores, que tienen su propia asociación […]
No una, sino tres. Una representa a los operadores incumbentes, otra a los alternativos y una tercera a las empresas de infraestructura. Como ve, no es una circunstancia insólita. Los objetivos de AMETIC no han cambiado: fortalecer al sector en su pluralidad y ser un interlocutor válido con todos los agentes, incluída la Administración. Y para ello contamos con un espectro muy amplio de empresas españolas y de grupos globales presentes en España.
Precisamente iba a preguntarle por ellos. Grandes actores globales como Google y Facebook son miembros de AMETIC […] Sin ellos sería realmente difícil representar a la industria digital en España
Sin ellos, como sin IBM, Microsoft u otras que son miembros históricos, pero tampoco seríamos representativos sin las pymes que son fundamentales en el tejido de esta industria. Nuestra aspiración es que las empresas que operan en España participen como socios activos en las cadenas globales de generación de valor. Para ello hace falta capacidad, que la tenemos, empresas sanas, que también, tanto como buenos profesionales y vínculos estrechos con el resto del mundo.
No siempre los intereses de esos actores globales coinciden con los de las empresas nacionales ¿Cómo evitar que haya contradicción?
En el mundo actual hay quienes predican un proteccionismo que, en nuestra opinión no conduce a nada bueno. Como asociación, somos partidarios absolutos de los mercados abiertos, y en estos los actores globales – los que hemos nombrado y otros muchos – son bienvenidos por su disposición a ser partners de las empresas de capital español. Hoy en día, distinguir entre empresas nacionales y extranjeras no tiene cabida, entre otras cosas porque las empresas españolas están cada vez más globalizadas en todos los sentidos. Como debe ser.
Sí, pero hay un marco en el que desenvuelven su actividad, mientras otras son transfronterizas; no seamos ingenuos sobre la identidad de intereses…
No somos ingenuos en absoluto. El papel de AMETIC es actuar para que el entorno en el que trabajan nuestros miembros sea el más favorable. Esto requiere, por supuesto, legislación, fiscalidad, políticas y un sistema educativo que han de facilitar el proceso de digitalización, apoyarlo y no obstaculizarlo. El hecho de que en este momento exista una secretaría de Estado de Agenda Digital nos parece un hecho relevante, y se debe en buena medida al trabajo hecho por esta asociación.
Desde que yo conozco AMETIC, y sus antecesoras, siempre ha habido sintonía con esa secretaría de Estado que existía bajo otro nombre. Incluso se ha llegado a objetar un exceso de sintonía.
En este momento, la sintonía se expresa en que el documento Sociedad Digital 2020 que ha trasladado la CEOE al gobierno, ha sido en buena parte elaborado por nosotros en base a las propuestas que habíamos presentado a los partidos políticos antes de las elecciones. Como no puede ser de otro modo, transmite la idea de que la digitalización es una palanca […]
Me temo que no llegaremos a tiempo con la Agenda Digital 2020
Sí, hombre, sí. Hay tiempo para hacer una serie de cosas.
Cada año había que hacer cosas, pero no veo cómo recuperar las que no se han hecho a su debido tiempo. A su vez, el contexto europeo no ha ayudado […]
Estoy convencido, como he dicho, de que asistimos a un cambio relevante; lo hemos notado en los encuentros con el ministro Nadal y sus colaboradores. La digitalización está hoy en la primera página de todas las agendas de la economía española; su impacto es tan evidente que sería absurdo que no fuera así […] Tiene usted razón en que Europa ha desperdiciado muchas de sus cartas en los últimos años, pero también en la escena europeo se está abriendo otras perspectivas.
¿Por ejemplo?
Por primera vez en mucho tiempo se vuelve a escuchar el discurso de la recuperación industrial, y tiene mucho sentido: está en marcha una reversión de tendencias después de muchos años en los que la deslocalización parecía la única estrategia de salvación empresarial. Los objetivos prioritarios que se están planteando los gobiernos europeos apuntan a una reindustrialización. En ciertos terrenos, Europa no está mal situada, ni mucho menos: en robotización, en la llamada Industria 4.0, tenemos la posibilidad de tener liderazgo en Internet de las Cosas, en el coche conectado […]
Sin duda, unos países están mejor preparados que otros. ¿Cómo ve a la industria española en esa carrera?
Lo que veo es un lenguaje común, que no siempre ha existido. Los últimos movimientos que se están produciendo me dan optimismo… El entorno juega un papel muy importante, y creo que vuelve la confianza y, al final, será determinante para las inversiones. Los nacionalismos, los populismos y el proteccionismo generan retraímiento de la inversión. ¿Quiero decir que tenemos todas las herramientas y que todo va a ir estupendamente? No, lo que digo es que se empiezan a dar las condiciones.
Algunas multinacionales del sector, sobre todo las estadounidenses, han sido y son recelosas acerca de las políticas europeas […]
Vuelvo a decir lo que pienso sobre Europa: estamos ahora mismo en una evolución positiva. Hasta me atrevería a decir que el Brexit está teniendo un efecto inesperado, al provocar una respuesta cohesionada. No digo que el Brexit sea bueno, de ninguna manera. Pero es verosímil que a partir de ahora resulte más fácil ponerse de acuerdo en muchas cuestiones que solían chocar con el euroescepticismo británico. Además, se ha dado la coincidencia de que en Francia ha ganado Macron, quien representa más una inquietud general que unos intereses de partido […] Personalmente quiero creer que se dan circunstancias favorables.
Volviendo a AMETIC […] A partir de la nueva situación, ¿cómo evitar que prevalezcan intereses que no sean comunes a todos?
Por mi propia experiencia empresarial, tengo claro que en el mundo en el que nos movemos todos somos partners, por eso digo que nuestro deber es propiciar los puntos de conexión.
Como se dice, sólo son negocios
[risas] Cada cual defiende legítimamente sus intereses. La verdad es que yo no veo tensiones por tratamientos diferenciales en favor de un área u otra de la asociación. Todas están representadas por cargos electos, y está excluído que puedan plantearse diferencias por la búsqueda de un mayor peso específico en las decisiones en función de la cuota que paga cada empresa. Para que le sirva de ilustración: en el nuevo equipo directivo nos hemos dotado de tres vicepresidencias, una de ellas de acción territorial, porque lógicamente en España hay muchas microempresas que tienen dificultades para una representación directa y las asociaciones territoriales pueden permear mucho más sus intereses.
¿Cómo ve la marcha del mercado español?
Nuestro mercado es el mundo. No podemos pensar con mentalidad estrecha […] Ahora, si me pregunta por la demanda generada en España, observamos que está mejorando y vemos una perspectiva más favorable. Para que nuestras empresas jueguen un papel relevante, se necesitan dos cosas: que la incorporación de la tecnología en la sociedad sea rápida y eficiente, y que las empresas sean relevantes en el mercado interno y lo bastante innovadoras para competir fuera. Tenemos ejemplos muy buenos de soluciones exportables.
¿Qué cambios avizora en el sector representado por AMETIC?
Los límites del sector que llamamos TIC se van desdibujando, a medida que nos internamos en otros ámbitos […] un automóvil de hoy es más electrónica y software que mecánica. Miremos dentro de nuestro sector: la clasificación en hardware, software y servicios pierde sentido cada día: hay algunas líneas que tiran de la innovación, como Industria 4.0, Internet de las Cosas, las aplicaciones de salud,… que no responden al esquema clásico. En este sentido hablamos de industria digital.
¿Cómo se reflejan esa tendencias dentro de una asociación que acaba de perder unos socios de mucho peso?
Permítame un símil. He aprendido mucho de mis hijos surferos: lo primero es ver venir la ola, para lo que hay que estar preparado y entrenado, pero sobre todo hay que ponerse a nadar antes de que la ola llegue, siempre que hayas desarrollado la habilidad de subirte, sostenerte y dominarla. Por supuesto hay que tener una buena tabla, pero sin esas condiciones serviría de poco.
¿Hay puentes tendidos o puede haberlos con las empresas que han abandonado la asociación?
Desde luego que por nuestra parte los puentes existen. Estamos siempre dispuestos al diálogo. Por una razón: tenemos mucho que hacer juntos.
Ya que lo dice, ¿qué pasará este año con el encuentro de Santander?
Estoy convencido de que será un éxito. Vamos a tener una representación institucional muy potente: el ministro, varios secretarios de Estado… una importante presencia europea aún no definida; ya sabemos que estará en Santander el director del programa satelital Galileo, que como sabe empezará sus servicios este año y nos parece una experiencia valiosa.