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  14/03/2016

Pat Gelsinger

Chief Executive Officer de VMware

¿Qué hace una compañía como esta en un evento como este, del que mucha gente, incluso en los medios, piensa que es una feria de móviles? Este fue el aperitivo de la entrevista con Pat Gelsinger, a primera hora de un martes en el Mobile World Congress. Su respuesta, previsible fue recordar al cronista que el evento nació por iniciativa de los operadores, que sigue siendo organizado por la GSMA que los representa, y que originalmente – desde antes de desembarcar en Barcelona, hace 11 años – ya giraba en torno a la infraestructura, su tema dominante: «si el MWC sólo se ocupara de los móviles, sería una interesante feria de consumo, pero no tendría el relieve económico que ha alcanzado».

Pat Gelsinger

Pat Gelsinger

Se entiende que lo diga Gelsinger: VMware es una empresa involucrada en la infraestructura y el software que hacen posibles los servicios que justifican el auge del mercado de dispositivos móviles. El interés de la charla con Gelsinger, CEO desde 2012, se debía a otros asuntos: la estrategia de ´nube híbrida` y la peculiar situación en que se encuentra la compañía desde que Dell presentó una oferta de compra de EMC, que entre otras cosas implicaría el cambio de propiedad del 80% de VMware.

Pasadas 48 horas de la entrevista, se anunciaba la marcha de media docena de altos directivos, entre ellos el número dos, Carl Eschenbach, decisión que ha sido interpretada como anticipo de los cambios que podría introducir Dell cuando tome el control de VMware.

En la última conferencia con analistas, usted dijo que 2016 será un año de transición para VMware ¿A qué se refería?

Debería haber dicho que será más que una transición. Durante años, hemos vivido de un producto estrella, la virtualización de servidores, con un 80% de cuota y un 80% de saturación, lo que de por sí indica que no hay mucho más negocio que hacer con ese producto. En 2016, nuestro crecimiento tendrá que nutrirse de otros productos, y estamos preparados para ello: hemos invertido en NSX [virtualización de redes], en VSAN [virtualización de almacenamiento], en desarrollar nuestra oferta cloud y en innovar el workplace [el puesto de trabajo móvil].

Desde hace un par de años, su caballo de batalla ha sido la nube híbrida, vCloud Air. Con pasos adelante y atrás, por cierto. ¿Cuál es la situación actual?

Tengo que matizar: vCloud Air tiene dos expresiones. Una en nuestra propia nube, y otra a través de nuestros partners, que siguen creciendo tanto en número como cualitativamente: acabamos de anunciar un acuerdo relevante con IBM. En cuanto a vCloud Air, entendido como servicio que presta directamente VMware, hemos vivido un compás de espera mientras cerrábamos un acuerdo con Virtustream que, finalmente, no se completó. Así que, sí, reconozco que en 2015 no llegamos a alcanzar los frutos esperados. Por esto, hemos recentrado el foco en ciertos casos de uso específicos… en los que podemos diferenciarnos de Amazon o de Azure, que dominan la escena de la cloud pública.

¿En qué se complementan? ¿Es algo más que un acuerdo comercial?

IBM ha decidido ampliar el uso de las tecnologías de VMware en su cloud. Esencialmente, toma todo lo que hace VMware y lo incorpora a su oferta: vSphere, NSX, VSAN, etcétera. El acuerdo es tecnológico y comercial, de marketing… es una relación de amplia perspectiva.

¿Por qué habría de funcionar mejor el acuerdo con IBM que el fallido con Virtustream? IBM tiene su propia estructura cloud a través de SoftLayer. ¿Hay que suponer que juntas podrían competir mejor con Amazon o Azure?

En el fondo, nuestra estrategia es fácil de explicar: tener tantos socios como sea razonable. Hoy, VMware puede llevar al mercado una proposición de valor a través de socios como Rackspace, Vodafone, Atos, NTT o Dimension Data, entre otros muchos. IBM es nuevo entre nuestros partners, pero no un partner cualquiera: tiene 45 centros de datos en todo el mundo para sus operaciones cloud, y por consiguiente vemos el acuerdo como una expansión de nuestros recursos. En mi opinión, Amazon [AWS] ha ganado la primera vuelta de la carrera, pero si hablamos del modelo de cloud híbrida en grandes empresas, no tengo dudas de que la combinación de IBM y VMware es un caballo ganador.

¿Por qué falló a última hora el noviazgo con Virtustream?

Cualquier joint venture entre dos compañías puede complicarse, porque no se negocia sólo una transacción, sino una relación permanente entre las partes. En este caso, había una tercera parte, EMC, con el añadido de que la oferta de compra de Dell sobre EMC nos hizo entender que éramos demasiados implicados. Preferimos retirarnos, pero que conste que Virtustream sigue siendo un partner muy importante para el negocio de vCloud Air.

En su día trascendió que a los accionistas minoritarios de VMware no les gustaba el acuerdo…

Lo que preocupaba a esos accionistas eran las implicaciones de capital que tendría VMware en un contexto tan complicado como el que he resumido. Una variedad de factores nos llevaron a decidir que no seguiríamos adelante, y entre esos factores estuvo la opinión de los accionistas. Desafortunadamente, la secuencia tomó una apariencia de ruptura que no se correspondía con la realidad. Visto a posteriori, tras el acuerdo al que hemos llegado con IBM, creo que hemos dado con una fórmula más adecuada.

Asistimos a un auge de los sistemas hiperconvergentes, ¿es una perturbación para la estrategia de VMware?

En absoluto. Puedo asegurarle que la tecnología de VMware está en el centro de casi todos los productos hiperconvergentes. Nutanix, una de las primeras compañías que innovaron en ese espacio, es una aliada de VMware; y también trabajamos con Simplivity. Le recuerdo que EMC ha anunciado VxRail, una solución para la que VMware es un elemento crítico. Obviamente, me gusta mucho VxRail porque usa la suite completa de nuestras tecnologías, pero esto no altera la buena relación con otras compañías para las que también somos una pieza de sus soluciones.

¿Tan importante es la hiperconvergencia?

La vemos como una evolución natural, un signo de maduración del mercado de las TI. Muchos clientes solían estar preocupados por cuál sería la combinación idónea de computación, red y almacenamiento; ahora pueden comprar las tres cosas integradas en un mismo producto. Tiene mucho sentido, pero quisiera subrayar que esa tendencia la empezamos al crear VCE [empresa conjunta de EMC, VMware y Cisco, de la que la tercera se ha distanciado], así que no nos pilla de sorpresa.

Últimamente, end-user computing y workplace delimitan uno de los ejes de la política de VMware. ¿Se debe a que Citrix pasa por un mal momento?

Esto hay que verlo a través de múltiples lentes. Uno de ellos: ¿es un buen negocio? A veces tienes buenas cartas, otras veces tienes suerte, pero en este caso concreto, tenemos cartas y suerte: hemos crecido muy rápidamente, pero algo influye el hecho de que los competidores no lo han hecho bien, o no tan bien como nosotros. Por otro lado, hemos acertado al trazar un vinculo entre esa categoría y nuestras soluciones de infraestructura. Un ejemplo ha sido el entendimiento entre nuestras ramas AirWatch y NSX. Aquí, el planteamiento en materia de seguridad es muy importante como aproximación a los clientes.

Según sus palabras, NSX, la virtualización de redes, será un componente central de la transición de VMware […]

Más que eso. NSX está siendo un éxito formidable, no sólo una fuente de crecimiento sino también de beneficio. Cuando, en 2012, VMware pagó 1.200 millones por Nicira, esta tenía ingresos de 10 millones; financieramente pudo parecer una locura, pero estratégicamente fue un acierto, porque la conectividad es uno de los problemas más serios que cualquier empresa ha de resolver si quiere sacar ventaja eficiente de sus recursos de computación, tanto en su propio centro de datos como en la nube.

Hablar de NSX obliga a preguntarle cómo ve la competencia con Cisco.

Los clientes ven en NSX una proposición de valor, y les gusta; pero muchos de ellos son clientes de Cisco, y entonces piensan que deberíamos trabajar juntos. Y, cada vez más, así ocurre. Inicialmente, a Cisco no le gustaba la idea, pero recibe esa presión de sus clientes. Nos complace mucho que NSX pueda trabajar con distintas redes, llámense Juniper, Arista, Brocade y, por supuesto, Cisco.

Finalmente, sobre la compra de EMC por Dell hay muchos rumores: ¿qué consecuencias tendrá para VMware?

Confiamos en que la operación se complete según lo previsto: los accionistas van a votarla en uno o dos meses, y los reguladores se pronunciarán antes del verano. Desde la perspectiva específica de VMware, pasaremos de tener un accionista mayoritario llamado EMC a tener otro llamado Dell, pero seguiremos teniendo un consejo independiente que gobernará una compañía independiente cotizada en bolsa. En segundo lugar, estimamos que Dell aportará a VMware sinergias por valor de unos 1.000 millones de dólares de ingresos.

Los accionistas tienen una preocupación nueva: en qué medida el nuevo propietario va a influir sobre la estrategia de VMware

Tal como ocurre ahora con EMC, una representación de Dell se sentará en el consejo de VMware, y entre los roles del consejo está el aprobar los presupuestos y discutir la estrategia, además de fichar o destituir al CEO. Como en todas las compañías.

¿Será mejor que la extinta ´federación` de empresas vinculadas a EMC?

Eso espero. Creo que el modelo estratégico sugerido por Michael Dell será mejor para VMware de lo que fue el modelo federativo.

¿Y usted, se siente cómodo personalmente?

Mucho

¿Ninguna inquietud?

Toda la industria se despierta por las mañanas con alguna inquietud. Cada compañía está obligada a revisar si lo está haciendo bien, hacia dónde va el mercado. En lo que me concierne, creo que vamos en la buena dirección.

[publicada en La Vanguardia el 13/3]


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