[Y también es móvil… y comunitaria]. En su conferencia de desarrolladores MAX 11, Adobe Systems ha vuelto a desmentir a quienes decían que su tecnología seguía anclada en era del PC, supuestamente en vías de extinción. Las soluciones creativas, que contribuyen con el 45% de los beneficios de la compañía, añadirán a partir de noviembre nuevas herramientas táctiles y un servicio cloud: “el proceso creativo ha pasado décadas atado al teclado y al ratón; en adelante, los diseñadores podrán usar sus dedos tan fácilmente como antes lo hacían con un lápiz”, resumió Kevin Lynch, CTO de Adobe. En la práctica, las novedades son un revulsivo para el modelo de negocio de Adobe.
El mobiliario sobre el escenario del centro de congresos de Los Angeles consistía en dos tableros de dibujo, aparentemente convencionales, que disimulaban pantallas táctiles con las que Lynch y otros directivos presentaban las novedades. Puede que el anuncio más atractivo fuera Photoshop Touch, nueva versión del popular programa, que permite trabajar sobre una tableta de la misma forma que con un PC, pero usando un interfaz táctil para dibujar, pintar, manipular diseños e imágenes. La aplicación saca partido de la cámara del dispositivo para integrar las fotos directamente, y deja compartir muestras del trabajo en Facebook. Photoshop Touch – con funciones limitadas – se venderá a 10 dólares en Estados Unidos, donde estará disponible para tabletas Android – versión Honeycomb 3.1 – y el año próximo para iPad 2.
Otra media docena de aplicaciones táctiles fueron presentadas bajo la denominación colectiva de Creative Apps, y todas ellas funcionan sobre tabletas. “Hasta ahora, hemos usado tablets para el consumo de contenidos, no para crearlos”, dijo Lynch, antes de precisar que en el futuro de Adobe los ordenadores seguirán actuando como herramientas de creatividad, pero se complementarán con las tabletas y los smartphones. El paso del desktop a los dispositivos móviles es comparable – subrayó – al salto que se produjo hace 20 años desde los comandos al ratón.
Un estudio de Adobe, divulgado durante la conferencia, revela que el 60% de la base de usuarios tiene una tableta o planea comprarla durante los próximos meses, y al 90% de ese 60% – desarrolladores y diseñadores – le gustaría usar el dispositivo para su trabajo creativo.
Interfaz táctil, tabletas, y también cloud: “históricamente, el software de Adobe se ha usado para que un individuo hiciera algo. Pero hoy la creación ha dejado de ser una experiencia solitaria, y desde luego nadie está a solas en la nube”, afirmó Lynch en su papel de maestro de ceremonias. Creative Cloud se llama la fórmula mediante la cual los usuarios podrán suscribirse a un servicio en el que estarán disponibles las herramientas transversales a distintas plataformas, sin necesidad de comprar el paquete completo y sus actualizaciones.
Equivale, por tanto, a introducir un modelo diferente de venta de software que, por un lado acorta los ciclos, hasta ahora bienales, de renovación de productos; Adobe regulariza el flujo de ingresos y, de paso, tranquiliza a los inversores inquietos por conocer la consistencia del crecimiento. A corto plazo, como en toda iniciativa cloud, se corre el riesgo de diluir los ingresos, pero razonablemente Adobe no tiene otra forma de proteger sus márgenes, que están entre los más altos de la industria del software.
Al mismo tiempo, desde el punto de vista de la demanda, el modelo croad facilita mucho las cosas a los diseñadores free-lance, para los que el desembolso en la suite completa es normalmente prohibitivo. Los precios no se han dado a conocer en esta ocasión, pero necesariamente deberán ser suficientemente atractivos para esa clientela, mientras que – es lo que esperan los directivos de Adobe – las grandes editoriales y agencias de publicidad seguirán prefiriendo la fórmula tradicional.
En el aire de la conferencia flotaba una pregunta: ¿aflojará Adobe en su cerrada defensa de la plataforma Flash, tras el prolongado veto de Apple? Nada de eso. Shantanu Narayen, CEO de la compañía, lo dejó claro desde la primera jornada: Adobe no tiene intención de abandonar Flash por HTML 5 ni de poner un lenguaje de programación por delante del otro. No obstante, hay signos de inflexión desde que en agosto, se anunció Edge, una herramienta de diseño que compatibiliza Flash con HTML5. En Los Angeles se ha presentado Flash 11 y Air 3, con la intención de mostrar que hay distintas instancias en las que los presuntos adversarios pueden actuar en común.
Aunque no se admita en público, las fronteras de Flash parecen redefinirse: Adobe ya no sostiene que su plataforma es válida para toda experiencia web. Pero el problema ya no es la hostilidad de Apple, sino un anuncio de Microsoft: el nuevo Windows 8 no permitirá el uso de Flash en Internet Explorer 10. Narayen lanzó un mensaje a los desarrolladores presentes en MAX 11: es necesario defender la heterogeneidad. Más claro aún: Adobe postula un modelo de desarrollo común, frente a “los que proponen un modelo bipolar y excluyente”. Como refuerzo de este mensaje de coexistencia, Adobe ha adquirido la compañía Nitobi Software, con la que incorpora una herramienta de desarrollo para móviles, PhoneGap, transversal a todas las plataformas existentes.
[información adicional de Mario Kotler, desde Los Angeles]