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Al cabo de una tortuosa historia, parece que al fin Apple conseguirá ser tecnológicamente autónoma… pero a medio plazo. En origen, la disyuntiva era que si quería llegar al mercado a tiempo con un iPhone 5G – el tiempo, siempre el factor tiempo – debería ponerse en manos de Intel para que esta entregara (en plazo, claro) un nuevo módem. O bien, lo que acabó haciendo, tragarse el sapo de un acuerdo con Qualcomm tras una ingrata querella. Como esto ya ha sido contado aquí, no se repetirá. Los adversarios firmaron la paz a la vez que Intel se retiraba y ponía en venta activos relacionados con ese desarrollo. ¿A quién? Buena pregunta: no encontró ni habría encontrado mejor cliente que Apple. Leer más
En el gráfico superior salta a la vista un descenso del 2,3% en los despachos de smartphones del segundo trimestre. Lo que no se ve es más estructural: un mercado que se va pareciendo cada vez más al de PC en dos aspectos cruciales. El primero es la consolidación: las cinco primeras marcas de smartphones venden el 69% de las unidades (y las diez primeras, el 87%). En segundo lugar, la rotación se ralentiza debido a que los consumidores postergan la renovación del dispositivo en uso. Una vez decantadas, las cifras, muestran una tendencia clara a la baja; la última vez que IDC cantó crecimiento fue en marzo de 2017. Y sin expectativas de mejora: el segundo semestre tendrá signo negativo. Leer más
Se mire por donde se mire, 5.000 millones de dólares es una cuantía enorme, pero la multa con la que la Federal Trade Commission (FTC) ha castigado a Facebook deja demasiados insatisfechos. Con la notoria excepción de sus accionistas, que la han interpretado como el coste asumible de seguir gozando del mismo chollo. Tras la noticia, la cotización de Facebook subió el 1%, aunque luego bajara como el resto de Wall Street. Que un alza fuera la reacción a una multa que equivale al 9% de los ingresos de Facebook en 2018 dice mucho sobre el aura de omnipotencia que rodea a una compañía que, haga lo que haga, ha ganado usuarios (2.414 millones) y dinero (4.626 millones) en el segundo trimestre). Leer más
Se supone que tras el fracaso de Windows 8.1, el objetivo de Microsoft era crear un ´entorno` (suena mejor que sistema operativo) vivo, en constante evolución. Satya Nadella llevaba poco más de un año como CEO cuando proclamó el advenimiento de la era de Windows as-a-service. Cuatro años después, la realidad de Windows 10 es más modesta. Poco importa no haber alcanzado los 1.000 millones de dispositivos previstos en 2017: con los 800 millones actuales basta para que Windows 10 sea el sistema operativo (con perdón) más usado. Debe la cifra a dos maniobras astutas: la gratuidad inicial de la migración y el anuncio de que Windows 7 dejaría de recibir soporte oficial en enero de 2020. Leer más
Globalización, cambios demográficos, digitalización, automatización. Son componentes de un enorme tema contemporáneo, la inquietud por el futuro del trabajo. Al amparo del pleonasmo ´megatrends` se han multiplicado los documentos descriptivos (y repetitivos) de muy dispar calidad. IDC ha querido sumarse a esa corriente con un Executive Brief. No es un estudio ni se define como tal, sino que se basa en un survey, basado en una muestra europea de 386 respuestas cuyos resultados se presentan muy resumidos. Con modesto escaso equipaje intelectual, se pretende ofrecer una radiografía de la actitud de las empresas más lúcidas acerca de la cuestión. Este es su objetivo y sería abusivo esperar más. Leer más
Hasta el último día de julio (una vez Apple haya publicado sus cuentas) no se conocerán los datos del mercado mundial de smartphones, que IDC recopila trimestralmente. Esta será la prueba empírica, la más objetiva de que se dispone, sobre el impacto que ha tenido la campaña de acoso contra Huawei sobre sus ventas y las de sus competidores.
Con independencia de la apariencia de tregua anunciada por Donald Trump y del revuelo provocado por su amago de guerra comercial contra China, es impensable que no perturbara la demanda por los smartphones de esa marca e, indirectamente, beneficiara a las demás. A estas alturas, no parece posible que Huawei haya conservado el segundo puesto en el ranking, arrebatado a Apple. Por tanto, su aspiración a convertirse en el número uno del mercado mundial queda descartada, de momento. De esto me ocuparé cuando se publiquen las cifras globales de IDC.
Entretanto, han empezado a circular, con imaginable discreción y posible manipulación, las cifras que regularmente publica la consultora GfK sobre el mercado español de smartphones. Además de la obviedad del ámbito geográfico, hay una diferencia de método: IDC recoge sus datos de los fabricantes (son entregas, no ventas), GfK refleja las informaciones del canal de distribución (ventas finalistas). Sobre esta base, el seguimiento de GfK viene a ser el mejor indicador del mercado
Vaya por delante que sólo conozco parcialmente el informe de GfK. En unidades, el acumulado hasta junio sitúa a Samsung (26%) con una ventaja no decisiva sobre Huawei (21%) en el mercado español. Les sigue, a nueve puntos de distancia, un empate estadístico entre Apple y Xiaomi, ambos en la franja de 11/12%. Por razones obvias, lo más relevante son las cifras de junio, que cambian sustancialmente la trayectoria del año. Otorgan a Samsun una cuota del 35% (nueve puntos de subida) que duplica la de un emergente Xiaomi (17%) y deja muy lejos la de Huawei: esta marca, que en mayo era todavía el número dos, ha caído bruscamente al cuarto puesto, del 27% al 11%, ligeramente por debajo de Apple. Si lo que el lector se está preguntando por el balance, resulta abrumador: en sólo un mes, Samsung ha ganado nueve puntos y Huawei ha perdido dieciséis.
Como de costumbre, GfK también publica datos sobre el valor del mercado. En el acumulado de seis meses, el líder es Apple, con un 33% de las ventas; no anda lejos Samsung (29%) y ambos relegan a Huawei (19%). La entretela de estos porcentajes el peso que en el valor total del mercado tienen los modelos premium, en un rango de precio de más de 800 euros. También en este parámetro las cosas han cambiado mucho en junio: Samsung ha pasado al frente (39%) y Apple baja al 30%, mientras Huawei no pasa del 10%.
No hay duda de que han sido unos meses anómalos y que las cartas van a repartirse de nuevo. Por un lado, se disipa la incertidumbre en torno a Huawei (incluido el a todas luces precipitado gesto ´patriótico´de Google). Po otro, la gama media sigue dominando la demanda: los cuatro modelos más vendidos en junio en España son de la serie A de Samsung, mientras el iPhone XR es el más “popular” (sic) de la gama alta. En agosto y a la vuelta del verano se esperan los nuevos modelos de ambas marcas líderes; queda por saber qué presentarán sus rivales en la feria IFA de septiembre. Desde luego, nadie espera que Huawei se quede de brazos cruzados: la contraofensiva ya se está perfilando.
El trimestre ha sido raro para el mercado mundial de PC. Raro en la acepción de “extraordinario, poco común o frecuente”. Tras cerrar un 2018 plano y empezar mal 2019 (-3,0%) el informe de IDC registra una subida del 4,7%. Raro pero no insólito, porque tiene explicación. Una: Intel ha relajado el suministro de procesadores; otra es la cercana (enero 2020) caducidad del soporte de Microsoft a Windows 7. Pero los analistas añade otro motivo coyuntural: la amenaza de la administración Trump de aplicar aranceles a las importaciones originadas en China ha impulsado un crecimiento que en el mercado estadounidense, directamente afectado, roza los dos dígitos, algo que no casi no se recuerda. Leer más
De la política de adquisiciones que ha seguido Chuck Robbins como CEO de Cisco puede afirmarse que es tan profusa como la de John Chambers, su antecesor. Sin embargo, difiere en un rasgo determinante: en lugar de perseguir la apertura de nuevas áreas de negocio, Robbins tiende a comprar empresas que refuercen las líneas existentes. Y para ello cuenta con una máquina de generación de caja y, si fuera el caso, una capacidad de endeudamiento envidiable. Siete meses después de pagar 660 millones por Luxera, Cisco persevera en su apuesta por las comunicaciones ópticas. Para esto acaba de comprar Acacia, pagando 2.600 millones.
Es lo que puede esperarse de una empresa líder del mercado de networking. Luxera y Acacia se complementan como piezas de una estrategia que se remonta casi 20 años, hasta la absorción de CoreOptics. Lo que distingue a Acacia en el mercado es que permitirá a su nuevo propietario internalizar el diseño y la fabricación de componentes ópticos. Ambas se conocen bien: durante años Cisco ha sido el primer cliente de componentes de Acacia, tanto que representa en torno al 15% de sus ventas totales.
¿A qué se debe este interés por dotarse de capacidades propias de fabricación? A que en este mercado de las comunicaciones ópticas, la ventaja competitiva se logra con la habilidad para integrar circuitos ASIC, óptica y software, lo que permite mantenerse en la cresta de la innovación sojuzgando los costes. En otras palabras, los activos de Acacia aportarían a Cisco un mayor control sobre la evolución futura de la tecnología, cuando los 400 Gb/s han despegado en el mercado y empieza a hablarse de 1 Tb/s en un horizonte de pocos años.
Creo entender que la lógica de la operación sería la siguiente: con Luxera, Cisco ha mejorado su apuesta dentro del datacenter – su campo tradicional – mientras que Acacia hace posible “salir fuera”. A pesar de su indiscutible potencia como vendedor de switching y routing, Cisco no puede sacar pecho en la relación comercial con los grandes proveedores cloud, los hyperscalers. En este segmento, el que más crecimiento aporta al mercado, le aventajan dos competidores de relevancia: Arista y Ciena.
Aquí tengo que transcribir lo que me ha explicado un buen amigo que conoce el tema: Ciena encabeza el mercado de módulos DCI (Data Center Interconnect) mientras que Acacia le habría cogido la delantera en la implementación del nuevo estándar ZR para la transmisión óptica a mayor distancia, que es justamente lo que demandan clientes como Amazon, Microsoft, Facebook, Google o Tencent.
Esta breve digresión era necesaria para apreciar los motivos de la compra por parte de Cisco. Habrá quien discuta si valía la pena pagar una prima del 46% por una empresa que en 2018 facturó 340 millones; lo raro es que se discuta, porque las cuentas cuadran y precios más altos ha pagado Cisco por empresas que intrínsecamente valían menos (alguna tuvo que malvender)
Durante años, Cisco ha integrado transceptores ópticos en alguna de sus familias de routers, pero al envejecer la tecnología Acacia llegó a ser un suministrador irreemplazable. Según explica Bill Gartner, director general de su Optical Group – dependiente del EVP David Goeckeler – “la tecnología que tradicionalmente se ha identificado con las plataformas DCI [nota: coloquialmente caja de pizza] está dejando paso a los módulos coherentes conectables”. En consecuencia, las operaciones de sus clientes se simplifican y Cisco podrá competir a gusto con unos rivales que en los últimos tiempos andan crecidos.
Reconoce Gartner, no obstante, que Cisco es un actor relativamente pequeño en los sistemas ópticos, un segmento de mercado que va girando hacia una rápida evolución. La compañía no puede quedarse atrás sin riesgo a perder cuota.
Conviene saber que Acacia nació en 2009 con el fin de “siliconizar las interconexiones ópticas”. Su CEO desde 2010, Raj Shanmugaraj, ha declarado que “mediante la integración de nuestra tecnología en el catálogo de networking de Cisco, se acelerará la tendencia hacia las soluciones conectables, lo que a su vez ampliará el número de clientes”.
¿De qué están hablando Gartner y Shanmugaraj? En este mercado, tal como es hoy, la batuta está en manos de un puñado de poderosos usuarios, los hyperscalers, por lo que la tecnología que adopten va a influir en la actitud de los clientes corporativos de Cisco de toda la vida. Acacia – con una treintena de clientes en 2018 – tiene asegurada la dimensión que este mercado exige.
Si ajustamos el foco para fijarnos en las velocidades de 400 Gb/s actuales (y muy pronto en el estándar 400 ZR) cualquiera que pretenda comercializar sistemas ópticos para redes de transporte podría encontrarse con que las fuentes posibles se limitan a un par de proveedores: Ciena y Acacia. Cuando se cierre la operación, serán Ciena y Acacia. Un analista se preguntaba el otro día por qué Robbins no ha comprado Ciena. Imagino varias respuestas: 1) el precio sería bastante más alto, 2) absorbería actividades que ya tiene en casa y esto podría crearle problemas de regulación y 3) dejar suelta a Acacia sería como invitar a otro competidor (¿Arista?) a presentar una oferta de compra. Pero estas son conjeturas de un observador remoto.
Robbins se ha comprometido a mantener intactas las relaciones de Acacia con clientes de esta que sean competidores de Cisco. De hecho, el único problema que eventualmente podría fastidiar las intenciones de Cisco es que Acacia vende componentes a Huawei y ZTE, por lo que la aprobación de las autoridades chinas será imprescindible. Con una pizca de suspicacia se puede pensar que la indulgencia de Robbins ante el veto estadounidense contra Huawei [textualmente: “he prohibido que ningún empleado de Cisco utilice las dificultades de Huawei como argumento de venta”] es un gesto a la vez conveniente y elegante.
El acuerdo de compra de RedHat por IBM estipulaba como plazo límite el 28 de octubre próximo, al cumplirse exactamente un año. Tras recibir las bendiciones de los reguladores, la transacción se ha consumado, de modo que está en marcha el proceso de integración efectiva de ambas. Hoy, miércoles 17, IBM presentará sus resultados del segundo trimestre, pero más que de números se hablará del camino abierto para la integración. No es que a Virgina Rometty le sean indiferentes los números. Si fueran buenos, se atribuirá la vuelta del crecimiento orgánico, pero si no, saludará el inicio de una nueva era, tras siete años como CEO (más bien deslucidos, según consenso dentro y fuera de la compañía). Leer más