Este post es el fruto de un viaje profesional al Silicon Valley. Contra la imagen tópica que difunden los medios, las empresas de la web 2.0 no es mayoritaria en número ni en inversiones. Esta gira, como otra anterior, ha estado dedicada en buena medida a visitar empresas innovadoras en las tecnologías de almacenamiento de datos. En este campo se observa un desequilibrio de fuerzas: los sistemas de disco siguen dominando el mercado, pero en los últimos años han aparecido nuevas alternativas: la tecnología flash y el almacenamiento basado en objetos, impulsadas por startups y creadas por tránsfugas de las grandes compañías para competir con ellas. ¿Podrán mantenerse independientes?
Ocurre que, como en casi cualquier otro segmento de mercado, mientras ganan millones de dólares con los sistemas tradicionales, sus fabricantes tratan de controlar el ritmo de la innovación. EMC y NetApp, por citar sólo dos especialistas, adoptan las nuevas tecnologías y desarrollan sus propias soluciones, pero encuentran problemas de captación de talentos que, con mucha frecuencia, ha salido de sus filas para iniciar aventuras financiadas por capitales que en el Valle no faltan. De modo que los grandes nombres se enfrentan al dilema de construir o comprar; no es diferente a lo que se ha visto en la fase anterior.
En la práctica, los vendedores de almacenamiento externo se enfrentan a dos retos estratégicos. Uno procede de los sistemas flash conectados, producto de compañías como PureStorage, Nimble, Violin, Fusion.io y otras (sin olvidar que el gigante Huawei anda rondando). El problema que enfrentan estos recién llegados es de credibilidad: no es sencillo convencer a un cliente cuando están en juego “misiones críticas” y cuando ya tienen relaciones establecida con alguno de los campeones del sector.
Las fuentes básicas del almacenamiento flash son abundantes. Toshiba y SanDisk han abierto una nueva factoría en Japón, y Samsung estaba a punto de inaugurar una nueva línea de producción con capacidad máxima de 200.000 obleas por mes. Esta disponibilidad de unidades de estado sólido cataliza el interés en desarrollar nuevas propuestas tecnológicas. Es obvio que ningún capital de riesgo apoyaría una startup que pretendiera atacar las fortalezas de EMC o NetApp en el almacenamiento en disco (sería una temeridad), pero ¿por qué no invertir en tecnología flash si promete competir en rendimiento con aquellos y a menor coste?
Tómese el caso de PureStorage. Esta compañía, asentada en Mountain View, cuenta con el respaldo, entre otros inversores, de los fundadores de Vmware, y su CEO es Scott Dietzen, antiguo CTO de BEA/WebLogic. En un briefing con el grupo de periodistas visitantes, Dietzen se declaró confiado en que su tecnología puede derrotar a EMC, NetApp, HDS, IBM, Dell y HP, “en este orden o en el que ustedes prefieran”.
En el centro de la propuesta de PureStorage está la capacidad de almacenar bases de datos, imágenes de máquinas virtuales en un espacio menor que un sistema de disco, con menos exigencias de energía y de aire acondicionado. Según Dietzen, puede comprimir y deduplicar hasta ocupar el 50% de espacio, o menos, con una considerable reducción de costes. La pega es que el producto aún no se comercializa, aunque Dietzen predica su superioridad en los test y experiencias piloto.
En la conversación, Dietzen sugirió que EMC, NetApp e IBM lanzarán sus productos flash en los próximos doce meses o, quizás, optarán por el atajo de adquirir una empresa dotada de fuerte tecnología. ¿Es el destino que espera a PureStorage? “No me hagan decir lo que no he dicho”.
En la manada de la tecnología flash sobresalen otros competidores, como Nimble Storage y SolidFire, con la peculiaridad de que cada uno circula por su carril. El producto de Nimble Software ha sido diseñado en función de la escalabilidad, con capacidad para trabajar en cluster. Suresh Vasudevan, CEO de la joven empresa, dijo a los visitantes: “la escalabilidad horizontal es relevante para nuestros clientes, que quieren ofrecer servicios cloud… sin embargo, nosotros no estamos en el mercado del almacenamiento cloud”. Sobreentendido: por ahora.
El pasado de los fundadores, procedentes de DataDomain (absorbida por EMC en 2009 tras una puja con NetApp) está seguramente detrás de las técnicas de compresión y deduplicación que incorpora. No hay contrato de OEM en perspectiva, precisó Vasudevan, y la elevada valoración que se ha fijado en la última inyección de fondos les lleva a suponer que no recibirá ofertas de compra antes de una salida a bolsa para la que no hay fecha prevista. Ha quedado claro que los inversores en la compañía no son hostiles a una adquisición, pero creen que este no es el momento.
Otra empresa incluída en la gira, SolidFire, no está en el Silicon Valley, sino en Boulder (Colorado), pero su equipo directivo atendió al octeto de prensa europea en la sede de Arista Networks (Santa Clara). Promemoria: Arista es la empresa creada por Andy Bechtolstein, cofundador de Sun y precursor de muchas de las ideas que ahora se están llevando a la práctica en esta industria.
SolidFire propone un sistema sobre tecnología flash, que incluye deduplicación in-line, compresión y thin provisioning, que contribuyen a elevar la capacidad y reducir el coste, por comparación con un sistema SAN convencional. Según el CEO, Dave Wright, su foco apunta a los proveedores de servicios cloud, y la disponibilidad está prevista para el segundo trimestre de 2012. Dejó sin respuesta la conjetura acerca de su relación con Arista, una empresa que merecería capítulo aparte.
Más allá del alcance de esta gira, hay otros especialistas en flash. Violin produce sistemas basados en chips de Toshiba (uno de sus inversores), y prepara su próxima salida a bolsa. Otra compañía bien financiada es Fusion.io, que en su equipo directivo cuenta – más como reclamo que como aportación real – con el legendario Steve Wozniak. La presión de las diversas ofertas basadas en flash ha empujado a EMC a acelerar su proyecto Lightning. La segunda parte de esta crónica estará dedicada a los proponentes del almacenamiento basado en objetos.