Quién no sabe que la frase del titular suele usarla Steve Jobs hacia el final de sus presentaciones para avisar a los feligreses de que está a punto de acabar pero, antes ….una pequeña sorpresa. Que esta vez no fue pequeña, sino muy importante: el nuevo iPhone presentado ayer vendrá equipado para videochat – por ahora sólo sobre WiFi, en espera de negociar con los operadores asociados – mediante una cámara frontal y un software denominado Face Time e integrado en el sistema operativo. Según dijo Jobs, el público objetivo al que se dirige este aplicación (probablemente la más rompedora desde el punto de vista del marketing) son las familias con hijos.
Físicamente, el iPhone 4 rompe con la línea de los modelos anteriores: es un 25% más delgado (9,3 mm) pero en las fotografías puede dar otra impresión, debido a su canto de acero inoxidable y sus dos caras de cristal. Internamente, lleva un procesador A4, el mismo del iPad, lo que favorece que el sistema operativo sea el mismo, iOS 4.0. Convendrá liquidar de una vez la cuestión nominalista; se llama iPhone 4, y no 4G como se había difundido por Internet, por la sencilla razón de que ha sido diseñado para las redes 3G, aunque está dotado para HSPA+ allá donde este servicio exista. En cuanto al sistema operativo, simplifica su nombre porque será común a cuatro productos emparentados: iPod, iPod Touch, iPhone e iPad. Tan emparentados que la semana pasada Jobs reveló en una entrevista que su intención original había sido lanzar antes el iPad que el iPhone, pero decidió dejarlo madurar tres años. Nunca se sabrá cuál hubiera sido el resultado.
Extremadamente prolija fue ayer a descripción de la pantalla, con lo que se quiso subrayar – apoyándose en imágenes comparativas – las diferencias entre este modelo y los anteriores. Habló Jobs de retina display porque, según dijo, alcanza el límite de lo que la retina humana puede distinguir a 30 cm. de distancia. Con una resolución de 326 pixeles por pulgada, esta pantalla – como las anteriores, de 3,5 pulgadas en diagonal – llega hasta 960 x 640 pixeles, con un contraste 800:1. El énfasis en la pantalla ayuda a entender los motivos por los que Apple se ha enzarzado en una batalla de patentes que gira, fundamentalmente, en este componente.
El procesador, como queda dicho, es el A4 desarrollado internamente, y en comun con una nueva batería determina – palabra de Jobs – que esta dure un 40% más de tiempo de conversación, 6 horas de navegación 3G, 10 horas de navegación WiFi, 40 horas de música y 300 horas en standby, respectivamente, sin necesidad de recarga. Adicionalmente, se ha incorporado un giroscopio, artiluugio que se añade al acelerómetro hoy presente en la mayoría de los smartphones. Esta combinación ofrece seis ejes de movimiento posibles, y se complementa con la brújula, un sensor de proximidad y otro de luz ambiente. En resumen, pantalla, batería y estos mecanismos robustecen la orientación del iPhone 4 hacia el mercado de los videojuegos.
Igualmente significativa es la presencia de dos cámaras. Una, frontal, estará al servicio de Face Time, mientras que la otra eleva su resolución a 5 megapixeles y flash de LED, puede grabar video HD (720p); la geolocalización está embebida tanto en fotos como en vídeos. Junto con la mejora en la captura de imágenes, Apple lanza iMovie para iPhone, una herramienta de edición de vídeo que se venderá a través de su App Store a $4,99.
Entre este conjunto de novedades, aparece una muy especial. Hasta ahora, los sucesivos iPhone traían Google como buscador por defecto, pero aquella amistad se ha roto por cosas de los negocios, de modo que el iPhone 4 admite ahora dos alternativas: Yahoo y Bing (que pronto serán la misma). Por mucho que Jobs lo disimule, todo el mundo ha entendido que Apple marca distancias y acabaría prescindiendo de todos los servicios de Google, si tuviera alternativa (aunque sea de Microsoft, glup).
El avance geográfico del iPhone 4 será rápido, más que el de sus antecesores. Se pondrá a la venta en los cinco mercados principales – Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y Japón – a los que seguirán otros 84 países en los tres meses siguientes. Por razones estacionales, lo más probable es que no llegue a España antes de septiembre.
Ahora bien, ¿será este nuevo iPhone la catapulta que proyecte más lejos las ventas de la familia? Lo que en este momento puede decirse sin especular es que en el primer trimestre Apple vendió 8,8 millones de unidades del modelo anterior, un leve incremento sobre el período precedente, que le ha permitido situarse como sexto vendedor de teléfonos móviles del mundo, según estimaciones de iSuppli. Aquí no acaba la cosa: prosigue el llamado “efecto halo”: las ventas del iPhone apuntalan las de la saga Mac: en el primer trimestre, el empujón fue del 32,4% con respecto al año anterior. Ahora el interés de los analistas se centra preferentemente en tomar el pulso a las ventas de iPad, una vez pasado el impacto inicial.
La única referencia indirecta que hizo Jobs al asunto fue esta: “estamos muy cerca de los 100 millones de dispositivos vendidos con el sistema operativo iOS [iPod Touch, iPhone e iPad]”, una de las frases con las que quiso excitar el entusiasmo de los 5.000 desarrolladores presentes en el Moscone Center. Otras: 1) la App Store tiene ya más de 225.000 aplicaciones, 2) se han descargado 5.000 millones de aplicaciones, 3) sus autores han cobrado 1.000 millones de dólares que Apple ha recaudado en su nombre.