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  14/03/2019

Nvidia vence a Intel en la puja por Mellanox

Pasada la fiebre artificial de las criptomonedas, que durante un par de años le procuró jugosos ingresos como suministrador favorito de la “minería” asiática, Jen-Hsun Huang, factotum de Nvidia, afrontaba la urgencia de otro mercado ascendente con el que preservar la confianza de los inversores. Esta es una de las interpretaciones del acuerdo por el que la compañía californiana comprará la israelí Mellanox, tras una puja en la que ha derrotado a Intel y a Xilinx, también interesadas en absorber un especialista en la interconexión veloz de servidores de alto rendimiento (HPC). Necesidad obliga: esta transacción es inusual para Nvidia, que se ha caracterizado por su crecimiento orgánico.

Jen-Hsun Huang

La cifra pactada es de 6.900 millones de dólares, precio razonable por una empresa que en 2018 facturó 1.088 millones de dólares con 270 millones de beneficios operativos. Aparentemente, la cantidad no difiere de la que ofreció Intel, lo que lleva a preguntarse por qué Eyal Waldman, fundador y CEO de Mellanox, se inclinó finalmente por Nvidia. Una razón podría ser que ambas compañías ya estaban unidas por un acuerdo de cooperación fructífero, al que Intel – en caso de haberse impuesto – habría hecho lo posible por sabotear.

La acción de Nvidia registró una subida espectacular en la primera mitad de 2018, coincidente con el boom de las criptomonedas: la venta de decenas de miles de tarjetas gráficas a los aventureros del dinero virtual fue extraordinariamente rentable… mientras duró. Hacia finales del año se produjo el esperado colapso, afectando negativamente las cuentas de la compañía: del tercero al cuarto trimestre, los ingresos cayeron un 31% y arrastraron consigo la cotización: de los casi 290 dólares en octubre, bajó a 151 dólares el 8 de marzo; el lunes 11, tras hacerse pública la transacción, subieron a 162 dólares. Entretanto, la acción de Mellanox alcanzaba su máximo histórico.

Los inversores han captado inmediatamente que son complementarias. Aunque Nvidia es más conocida públicamente por sus tarjetas gráficas para videojuegos, se ha ido orientando hacia el diseño de chips y ordenadores especializados en tareas de reconocimiento de imágenes e inteligencia artificial, que le han abierto una senda en el mercado de la computación de alto rendimiento, que Jen-Hsun Huang califica de “nuestra gran oportunidad”. Se trata de un mercado global con un valor potencial de 60.000 millones en 2023, de los que 50.000 millones se invertirían en servidores y otros 11.000 millones en interconexiones de alta velocidad. He ahí la clave de la convergencia entre las dos compañías.

Para el ´carismático` cofundador de NVidia, “la emergencia de la inteligencia artificial y la ciencia de los datos, así como los miles de millones de usuarios de ordenadores simultáneos, han catapultado la demanda de centros de datos en todo el mundo”, la mayoría de ellos  bajo el modelo cloud. Pero, sobre todo, la compra de Mellanox robustece la oferta de NVidia en toda la cadena de valor de los servidores HPC: interconexión y almacenamiento de datos.

Las futuras redes 5G virtualizadas, el auge de la inteligencia artificial en todos los dominios, el desarrollo de los coches autónomos y la proliferación de sensores IoT no harán más que promover hasta el paroxismo la instalación de centros de datos en todos los rincones del planeta; este es el mensaje que se repite machaconamente aunque no signifique lo mismo para todos los participantes en el juego.

Mellanox suministra el sistema de interconexión de los servidores de alto rendimiento de Nvidia, con el estándar Infiniband. En el DGX-2, el equipo de inteligencia artificial más avanzado de Nvidia, se utiliza la conexión de Mellanox. La mejor credencial que puede exhibir la combinación de ambas compañías es que la plataforma de Nvidia y el conexionado de Mellanox están presentes en los dos superordenadores más potentes de la actualidad, Summit y Sierra, de Estados Unidos, según el último informe Top500 (previsiblemente en el próximo la primera plaza volverá a China).

El arma decisiva que explica el interés que despierta Mellanox son sus switches Ethernet a muy alta velocidad, que se utilizan en casi la mitad de los superordenadores y en la mayoría de los centros de datos de gran capacidad, como hyperscalers. La compañía israelí se atribuye la calidad de líder en adaptadores Ethernet a más de 25 Gbps con un 69% de cuota de mercado, seguida de Intel con un 14%. Sólo este mercado se espera que en 2022 represente un valor total de 1.450 millones de dólares.

Mellanox nació en 1999 creada por Eyal Waldman y otros antiguos ejecutivos de Intel en Israel. Precisamente, hace meses se rumoreaba que esta cavilaba la compra de Mellanox, presuntamente porque su propio sistema de interconexión no acaba de funcionar en el mercado.

La prensa israelí se hizo eco el año pasado de un supuesto interés de Microsoft por adquirir Mellanox; al parecer un globo sonda para hacer saber que la empresa esperaba ofertas. Luego se hizo transparente que Intel entraría al trapo, lo mismo que Xilinx, que busca un suplemento para su especialidad de toda la vida, los chips FPGA (Field Programmable Gate Arrays).

Con estas cartas sobre la mesa, los analistas han destacado que el paso dado por Nvidia podría ser el preludio de una ola de consolidación del sector de diseño y fabricación de semiconductores, sometido a una notoria transformación. Para muestra: la británica ARM es ahora propiedad de Softbank; a Broadcom se le frustraron las ganas de quedarse con Qualcomm y ahora Nvidia se cruza en el camino de Intel para apoderarse de Mellanox. En paralelo, gigantes como Google, Microsoft, Amazon, Facebook y Apple promueven sus propios diseños de servidores avanzados.

Ciertamente, Mellanox vale lo que Nvidia pagará por ella. Puede presumir de una lista de clientes suficiente para excitar el apetito de cualquier comprador: nueve de los diez primeros proveedores cloud, cinco de los seis grandes bancos globales, nueve de diez macropetroleras, diez sobre diez fabricantes de automóviles y tres de las cinco mayores farmacéuticas.

La transacción deberá pasar los procesos de due dilligence antes de finales de año y, en principio, no se prevén mayores contratiempos. Sin embargo, en el comunicado de Nvidia hay una frase sugestiva: la operación tendrá que ser autorizada por las autoridades chinas, donde Mellanox tiene como principales clientes a tres colosos de Internet: Alibaba, Baidú y Tencentc. Puede que sólo sea una advertencia formal o que exista un margen de repetición de lo ocurrido con la fusión entre Qualcomm y NXP. Vaya uno a saber, tal como está el patio.

[Informe de Lluís Alonso]


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