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  9/10/2025

Nvidia e Intel se encuentran… y no por azar

Durante años, Nvidia ha dependido de ARM para el diseño de sus chips, que luego fabrica TSMC. Cuando se le presentó la ocasión, intentó comprar la compañía británica, pero los clientes de esta protestaron y el regulador la desautorizó. Aquí paz y después gloria. Hasta que, el mes pasado, la empresa que preside Jensen Huang dio un giro que nadie esperaba, al invertir 5.000 millones de dólares en acciones de Intel, a cambio del compromiso de esta de desarrollar una solución que facilitaría el entendimiento entre las dos arquitecturas: la x86 propiedad de Intel (con AMD de alternativa) y la ARM que usan Nvidia y otros competidores. El acuerdo ha sido presentado como beneficioso para las partes.

Lip-Bu Tan y Jensen Huang

¿Cuánto hay de cierto en ello? Ante todo, el trato entre ambas empresas – aparte de su componente pecuniario, bien recibido por Lip-Bu Tan, el CEO de Intel – no ha sido concebido como una manera de resolver el problema mayúsculo que sufre Intel: qué hacer con su división de fabricación para terceros, Intel Foundry, que origina fuertes pérdidas pese a las ayudas recibidas de dos administraciones consecutivas. Pero ha ganado tiempo, algo que no le sobra, para contener la hemorragia.

Es importante distinguir lo que gana cada parte. Intel se alivia financieramente, pero sigue estando muy mal posicionada de cara al futuro: no sólo ha perdido el liderazgo que disfrutó por décadas, sino que se ha quedado marginada de la gran corriente que define las reglas del mercado de semiconductores, la inteligencia artificial. Huang ha dejado muy claro que no piensa compartir su tecnología con quien sigue viendo como un competidor, aunque sus fuerzas estén muy mermadas.

Según los términos publicados, más bien escuetos, el acuerdo estipula que Intel diseñará, con la colaboración de Nvidia, un chip a medida que añadirá a su oferta actual de procesadores para ordenadores personales y servidores, con la especial virtud de integración y comunicación con los procesadores de Nvidia para IA. El diseño será responsabilidad de Intel, que dejará su fabricación a la taiwanesa TSMC, proveedor habitual de Nvidia (y últimamente, qué remedio, también de Intel). Una vez acabadas, las piezas de silicio serían despachadas a Intel para integrarlas en sus productos de infraestructura IA, que ganarán compatibilidad con los de Nvidia.

Si todo saliera como está previsto, las marcas que venden ordenadores personales y, sobre todo, servidores, diseñados con arquitectura x86, tendrán a su alcance acoplarlos a los dispositivos de Nvidia basados en ARM, de tal manera que aprovecharían su infraestructura y su software [en este momento, los chips de Intel y Nvidia son manifiestamente incompatibles a ambos niveles]. Recíprocamente, Nvidia podrá vender sus chips a las empresas que poseen una infraestructura IA de Intel y deseen ampliar prestaciones. A su vez, Intel podrá seguir ampliando y mejorando la infraestructura de sus clientes con chips x86 que no tendrán que “casarse” con los de Nvidia ni por qué renunciar al cortejo de Intel.

Los analistas financieros han calculado que el mercado total de ordenadores se podría ampliar en un 10% adoptando este futuro chip con paternidad de Intel. Parten de la base de que es un mercado de medio billón de dólares y que la facturación extra será de 25.000 a 50.000 millones anuales como mínimo. No se ha dicho cuándo estaría disponible, pero no parece una ocurrencia: ambas compañías llevarían tiempo dándole forma.

O sea que sí, ambas partes salen beneficiadas. Nvidia podrá vender sus chips a empresas que no pueden hacer frente a la inversión que supone pasarse del todo a sus filas, mientras Intel podrá dar a sus clientes la posibilidad de ampliar las prestaciones de su infraestructura IA gracias a los chips de Nvidia. Ciertamente, la integración no será sencilla ni los resultados serán tan espectaculares como el planteamiento pudiera sugerir. En fin, sin ofender, que no deja de ser un apaño para unir dos infraestructuras distintas, pero consigue que a los productos de Intel para IA se les abra otra perspectiva bienvenida.

Como nada ocurre sin dañar a terceros, el principal perjudicado en este caso sería AMD, siempre que todo salga como se ha anunciado, aunque también le viene estupendamente que la tecnología x86 que utiliza bajo licencia original de Intel tenga un futuro más despejado. Falta por ver, por otro lado, si acaso sería posible que Nvidia – con la que compite directamente. pero en minoría en el mercado de las GPU – estuviera dispuesta a llegar a un acuerdo para compatibilizar sus rhttps://norbertogallego.com/computex-abducida-por-el-show-de-jensen-huang/2025/05/29/espectivas ofertas. En cualquier caso, AMD – que lucha por ganar espacio en el mercado de chips aceleradores ha encontrado un modo de resarcirse, llegando a un acuerdo con OpenAI que por sí solo merece tratamiento aparte.

Otra de las claves tecnológicas del acuerdo es NVLink, un protocolo de comunicaciones entre chips de Nvidia que es de su exclusiva propiedad y funciona con código de ARM. Al hacer que NVLink pueda entenderse tanto con los chips ARM como con los x86 de Intel, potencialmente se abrne muchas puertas, porque no es necesario reescribir el software. El acuerdo, por otro lado, viene a recordar que hay muchas compañías que no están dispuestas a echarse en exclusiva en los brazos de Nvidia. Sobre todo, aquellas que no tienen miles de millones de dólares para invertir en infraestructuras IA desde cero, como los que si disfrutan las grandes tecnológicas o los fondos soberanos, tan solícitos con Jensen Huang.

NVLink es un sistema de interconexión de muy alta velocidad que Nvidia ha utilizado desde hace años para distribuir de forma eficiente cargas de trabajo entre diferentes GPU o tarjetas gráficas siempre que fueran propias. Si ahora NVLink se abriera a las CPU de otras compañías (empezando por las de Intel) se amplían las posibilidades de interconexión entre infraestructuras hasta ahora incompatibles.

Con todo ello, como se ha dicho, Intel logra una salida airosa para sus infraestructuras x86, que podrán ser dopadas con chips de Nvidia. No es mala salida, en ausencia de otras soluciones.

[informe de Lluís Alonso]


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