Con una nueva generación de sus microprocesadores Atom, más rápidos, más baratos y más eficientes, Intel da el pistoletazo de salida a la carrera, o escalada, de ventas de netbooks que tendrá lugar durante el 2010. La nueva plataforma, que ha sido conocida internamente como Pine Trail, tiene como destino inmediato unos 80 modelos de netbooks que preparan varios fabricantes, algunos de los cuales se presentarán en el Consumer Electronics Show de Las Vegas a partir del 7 de enero próximo. La clave de este desarrollo de Intel está en la integración de las funciones gráficas en el microprocesador, lo que además de presentar ventajas para el usuario, representa un salto competitivo para la industria..
La principal novedad es el Atom N450, “primer procesador monolítico que integra los gráficos y el controlador de memoria”, según Anil Nanduri, director de marketing de netbooks de Intel. Hasta ahora, la familia Atom constaba de tres elementos: el procesador propiamente dicho, el chipset con los gráficos y un chip encargado de gestionar el input/output de periféricos. Esto permite reducir un 20% el consumo de energía y, por tanto, alarga la vida de la batería, a la vez que ahora un 60% del espacio ocupado. Sin embargo, contra lo que algunos esperaban, los nuevos procesadores mantienen la velocidad de reloj de los anteriores: 1,66 GHz.
Además, Intel ha anunciado otros microprocesadores Atom – llamados D410, de un núcleo, y D510, de dos – para equipar desktop de gama baja, en esa difusa categoría que la compañía insiste en denominar nettops, a pesar del escaso interés que ha despertado entre fabricantes y usuarios. En su fabricación se ha empleado la tecnología de 45 nanometros.
Los nuevos Atom han sido diseñados para trabajar con Windows 7 en sus versiones Starter y Home Basic, porque Intel entiende que los netbooks no son apropiados para la Home Premium y superiores. Esto no excluye, hasta nuevo aviso de Microsoft, que los fabricantes sigan instalando Windows XP. Además, el N450 ejecuta el sistema operativo Moblin, variante de Linux desarrollada por Intel para otros dispositivos móviles.
Durante la presentación, Nanduri mostró una transparencia de la consultora ABI Research, según la cual en 2011 las ventas de netbooks superarían los 90 millones de unidades, para alcanzar los 140 millones dentro de cuatro años. Como es obvio, Intel aspira a dominar ese mercado. Esto choca con las pretensiones de su competidor AMD, que trabaja a toda marcha en su propia integración de CPU/GPU – de nombre provisional, Llano – pero difícilmente llegará al mercado antes de 2011. Otro rival que tiene motivos de preocupación es Nvidia, que propone acoplar su solución gráfica Ion para resolver lo que hasta ahora ha sido una carencia de Atom.
En materia de integración de capacidades gráficas, Intel ha tenido históricamente un punto débil, pero ha de andarse con cuidado porque precisamente en ese campo está bajo vigilancia de la FTC estadounidense, que tramita una denuncia de Nvidia por presunto abuso de posición dominante. Sus problemas legales dan cierta ventaja a Nvidia (y a AMD) si sus clientes, los perciben como una fase de debilidad relativa.
Por la cuenta que le tiene, y en beneficio de los fabricantes, Intel ha puesto especial cuidado en evitar que las mejoras de los netbooks ayuden a canibalizar las ventas de las categorías superiores, los portátiles o notebooks. Nanduri insistió en la idea de que un netbook es una máquina concebida esencialmente para la conexión a Internet y para aplicaciones con exigencias limitadas de proceso, entre las que no se encuentra la alta definición ni las exigencias gráficas de los videojuegos. Para eso están las plataformas superiores. Asimismo, la persistencia en la restricción artificial de la pantalla a 10,2 pulgadas apuntala el interés de la industria en que la frontera entre categorías sea explícita para el consumidor.
Pero la competencia en este mercado se abre caso por otras vías. En las próximas semanas, aparecerán varios smartbooks que tratarán de ocupar un espacio adyacente al de los netbooks, a medio camino entre estos y los smartphones. En esta categoría emergente, la hegemonía no será de Intel sino de la arquitectura diseñada por ARM y adoptada por sus rivales Qualcomm, Freescale y Nvidia.
Larrabee no ha muerto
Los primeros días de diciembre, Intel anunció que postergaba sin fecha el lanzamiento comercial de su procesador Larrabee, del que había hecho demostraciones en septiembre durante el IDF (Intel Developer Forum) de San Francisco. Según se dijo entonces, saldría al mercado “durante 2010”, pero no será así. Este microprocesador, de arquitectura x86, debería albergar un número no revelado de núcleos con capacidad plena de procesamiento gráfico.
La tensión competitiva parece estar detrás de la marcha atrás. Larrabee ha sido concebido como instrumento para superar la debilidad histórica de Intel en los chips gráficos. AMD y Nvidia llevan adelanto en sus hojas de ruta, y en opinión del analista Jon Peddle las expectativas comerciales no son tan altas como para justificar financieramente una batalla a tres bandas.
Nada indica que Intel vaya a renunciar a la tecnología de Larrabee. Según Peddle, “estamos ante una pausa. La próxima versión de este chip podría ser ofrecida como coprocesador junto con una CPU de altas prestaciones, en entornos de supercomputación visual”. También hay que considerar la posibilidad de que algunos de sus elementos se incorporen al desarrollo de núcleos gráficos integrables con procesadores clásicos.