El Mobile World Congress pilla, una vez más, a los operadores europeos con adelanto sobre el anuncio de sus resultados, inhibiéndoles de dar pistas que pudieran influir en su cotización. Y las cosas no están para triunfalismos. Sólo Vodafone ya ha pasado el examen, y con buena nota a juicio de la bolsa, gracias a su presencia en otros continentes; en Europa la crisis pesa demasiado, y no digamos en España. Un rasgo común a todos los operadores es el progreso de los ingresos por servicios de datos móviles, pero esto no los libra de inquietudes, porque requiere a la vez inversiones en red y un cambio de modelos de negocio. Son dos temas de discusión para la semana próxima en Barcelona.
Vodafone. Los resultados del cuarto trimestre de 2010, tercero de su año fiscal, anunciados el pasado día 3, indican un magro avance de las cuentas del grupo: aunque el consejero delegado, Vittorio Colao, pudo presumir de su quinto trimestre consecutivo de mejora en los ingresos por servicio, la verdad es que sólo ha sido del 2,5%, abarcando situaciones muy dispares alrededor del mundo. En Europa, el avance ha sido del 0,2% (lo que, vale, es mejor que el 0,1% precedente pero decepciona) y esto gracias a la inyección turca (31,7%) y a la mejora en Reino Unido (7,0%).
La situación de la filial española de Vodafone es descrita así: “los ingresos por servicios declinaron un 7,4%, bajo el peso de la debilidad económica y una creciente competencia en precios. Las inversiones en los usuarios, y las nuevas tarifas integradas nos han permitido incrementar un 4,1% la base de clientes de contrato, compensando parcialmente las presiones negativas. Los ingresos por servicios de datos crecieron un 11,9%, impulsados por el mayor número de smartphones vendidos y las tarifas empaquetadas”.
Vodafone España ha precisado que el descenso de los precios ha tenido su contrapartida en el aumento del número de minutos de tráfico y en un 44,7% de incremento en los ingresos de Internet móvil, que apuntalan el aumento en los servicios de datos, que representan el 11% del negocio total. Dentro de esta estrategia de recuperación de valor se inscriben los anuncios que Vodafone España hará el lunes en Barcelona.
Telefónica. Anunciará sus resultados anuales el 25 de febrero, y de momento los analistas hacen buenos augurios acerca de sus negocios fuera de España, mientras se preguntan cuánto van a caer los de casa y en qué medida afectarán al conjunto. Las cuentas de sus filiales brasileñas, Vivo y Telesp, en vías de consolidación, darán la nota, y mostrarán el acierto de la compra del paquete de Portugal Telecom. Lo que no es poco decir, porque Brasil representa un 17% de los ingresos del grupo, no mucho menos que el resto de sus compañías en América Latina.
Días atrás, en la documentación preceptiva para la emisión de deuda en Estados Unidos, la compañía ha dejado constancia de que sus operaciones en España “se han visto afectadas por las difíciles condiciones económicas, el menor consumo y la mayor competencia de precios”, una descripción que fácilmente podrían suscribir sus competidores. Aparte de esto, en una entrevista a Dow Jones, Santiago Fernández Valbuena, director financiero de la compañía, se manifiesta sobre los efectos de las turbulencias monetarias en el balance: “en una visión de conjunto, podría decir que lo mejor para nosotros debería ser la debllidad del euro; sin embargo, esto encarece la deuda, y debido a nuestras necesidades de financiación, la deuda a septiembre era 1.900 millones superior a la de junio, por el efecto euro”.
Ciertamente, la diversidad geográfica de Telefónica implica que algo menos de la mitad de sus ingresos están denominados en euros [España, Alemania y República Checa], mientras que algo más del 10% lo aporta en libras O2, y el resto se cuenta en monedas latinoamericanas, que en general pasan por un buen momento (el real y el peso mexicano han ganado un 13% con respecto al euro). Al mismo tiempo, Valbuena subraya que el 70% del endeudamiento de la compañía [unos 4.500 millones de euros] está contratado en la moneda europea.
Orange. Los analistas franceses suponen que los resultados de France Télécom en el cuarto trimestre – se publicarán también el jueves 24 – se beneficiarán de una mejoría en el mercado francés, desde que el grupo reestructuró su política comercial a finales del verano. Suposición que viene avalada porque en octubre,la compañía elevó su guidance y afirmó que espera ingresos “ligeramente superiores” a los de 2009, aunque con la salvaguarda de excluir los efectos de medidas regulatorias como la rebaja obligada del roaming.
En la filial española, impera obviamente la consigna de no anticipar información sensible, pero se puede leer entrelíneas las palabras de Jean-Marc Vignolles, su consejero delegado: “seguimos recuperándonos, y tenemos la esperanza de volver a crecer pronto [sic]. En mi opinión, parece que hemos dejado atrás lo peor de la crisis”.
Los analistas bursátiles de BNP Paribas opinan que el entorno competitivo, en Francia y en los países europeos donde opera el grupo, se endurecerá en 2011, y potencialmente podría devorar los avances presuntamente logrados en la segunda mitad del año pasado. Según esta fuente, el EBITDA bajará un 7% en 2011, debido a la intensa competencia en el mercado de banda ancha fija y la fuerte caída de precios en telefonía móvil; el reciente incremento del IVA – añaden – sólo conseguirá agravar la situación.
Deutsche Telekom. Aunque el antiguo monopolio alemán no compite en el mercado español, habrá que prestar atención a sus cuentas, cuando las presente el día 25. Su consejero delegado, Rene Obermann, ha mostrado una pizca de información: el ejercicio 2010 se ha cerrado en línea con los objetivos; lo que indicaría un EBITDA de 19.500 millones de euros. Esto, pese a que la rebaja de los precios de terminación en Alemania – en vigor desde el 1 de diciembre – podría haber afectado al negocio fijo. En telefonía móvil, la mayor preocupación no es el mercado alemán, sino el estadounidense: los analistas no han quedado convencidos tras la presentación de un plan para revitalizar T-Mobile USA.
Telecom Italia. La situación del mercado italiano es delicada, y la prensa predice una caída del 8% en los ingresos del operador dominante, pese a que la comparación con el cuarto trimestre de 2009 debería ser favorable. También en su caso, la contribución de la filial brasileña será crucial, pero no acalla las críticas – ¡esto es Italia! – acerca de la necesidad de un nuevo “plan industrial”. Es interesante reproducir la reflexión de Roberto Minerva, su economista y estratega de largo plazo: “no es suficiente invertir en redes y en plataformas; los operadores tradicionales tenemos que pensar competitivamente […] en lugar de quejarnos de Google, cuyas capacidades es imposible igualar, tenemos que hacer cosas nuevas y rompedoras”.