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  15/07/2021

NetApp ensancha su autopista a la nube

El año fiscal de NetApp es atípico por su divergencia con el calendario natural. El 2021, cerrado en abril, ha llegado a tiempo para confirmar que la compañía lleva cuatro trimestres seguidos de crecimiento tras la inflexión dictada por la irrupción del coronavirus. En fin, que el ejercicio se ha cerrado con un incremento del 6,1% en la facturación, hasta los 5.740 millones de dólares. La lectura más positiva de esta métrica indica que la apuesta por la nube híbrida está dando frutos. Según George Kurian, CEO de la compañía desde 2015, NetApp crece más que sus competidores directos y gana cuota de mercado. Y destacó Kurian que durante los últimos doce meses reclutó 1.500 nuevos clientes.

George Kurian

La imagen pública de NetApp está asociada a su condición histórica de miembro de la élite del almacenamiento de datos. Este mercado anda muy agitado, cualquiera sea el perímetro que se considere: el indiscutible número uno, Dell Technologies, ha forzado la marcha para reconvertir su oferta al modelo de servicio – siguiendo los pasos de HPE – mientras NetApp continúa su racha con un crecimiento del 11% en este segmento de actividad.

A decir verdad, NetApp ya no se reconoce en aquella definición convencional de especialista en almacenamiento, lo que no significa que renuncie a competir en ese mercado. Como prueba, el desglose de los 1.560 millones de dólares del cuarto trimestre [promemoria: febrero-abril] que arroja unas ventas de 360 millones de dólares en hardware (26 millones menos que el año anterior) y 480 millones en software (73 millones más). Otra forma de agregación es sumar software más soporte más cloud: excluyendo el hardware se llega a 1.100 millones y los porcentajes mejoran sustancialmente: un 18% de crecimiento y una proporción del 72% de los ingresos totales.

Durante la conferencia con analistas, Kurian se volcó en ensalzar el papel del negocio cloud de la compañía, asegurando que durante el año fiscal se confirmó su postulación como “una empresa de software y datos, con un claro foco en la nube”, según le hizo eco días después Ignacio Villalgordo, director general de NetApp España, durante una presentación rica en detalles.

Del mercado español se hablará más adelante. Volviendo a Kurian, aseguró rotundamente que NetApp está llegando a más clientes que nunca con su oferta en las nubes públicas a través de tres propuestas: Cloud Volumes (servicios de datos nativos en la nube), Cloud Insights (herramientas de monitorización) y Spot (herramienta de optimización de la computación cloud). Con estas armas, los ingresos recurrentes anuales (ARR, por sus siglas en inglés) de servicios en la nube pública superaban los 300 millones de dólares (un 171% de crecimiento) al cierre del año fiscal.

Tras el diagnóstico, Kurian pasó al pronóstico. Las perspectivas para el primer trimestre fiscal 2022 (el corriente) se mueven en la horquilla de 1.370 a 1.470 millones de dólares, un aumento considerable sobre los 1.300 millones facturados en el período comparable. De cara al año fiscal completo, se espera que los ingresos crezcan un 7%, pero el ARR de la nube oscilaría entre 425 y 500 millones de dólares.

En el oficio de almacenamiento, Kurian se dijo convencido de que NetApp crecerá por encima de lo que crezca el segmento all-flash, cuya previsión ronda el 7,5% según los analistas. Considerando que sólo el 28% de su base instalada está compuesta por equipos con esa tecnología, tendría mucho margen para crecer.

En España se plantea el mismo escenario, según Villalgordo. Crecer por encima del mercado no es descabellado, ya que ha ganado 4,6 puntos de cuota en un mercado de almacenamiento que, según calcula IDC, está decreciendo un 12,6%. “Somos el único de los cuatro grandes – los que tienen individualmente más del 10% de cuota – que ha crecido en cuota de mercado”. Añadió el director general de la filial española: “somos el número uno en flash y el número dos en almacenamiento, según IDC. Este era nuestro objetivo y lo hemos cumplido”.

Como era previsible, Villalgordo se alineó con el optimismo del CEO, al destacar la buena valoración bursátil de la compañía, con una capitalización de 18.000 millones de dólares. En efecto, la cotización ha ganado un 23,7% en lo que va del 2021 y se encuentra en las cotas más altas de los cinco últimos años. La filial que dirige – precisó – ha incorporado un centenar de nuevos clientes, un tercio de ellos, con soluciones basadas en hyperscalers.

El directivo no escondía su satisfacción cuando indicó que “en Iberia hemos tenido unos resultados extraordinarios”. Dijo confiar en un muy buen año fiscal 2022 [aunque no arriesgó cifras] a lomos de la reactivación económica y de la expectativa en los fondos europeos de recuperación. Además de ganar negocio reforzando sus incursiones en inteligencia artificial y con la ampliada colaboración con SAP, Villalgordo puso énfasis en la relevancia de la tecnología Data Fabric, “más presente que nunca”.

Redondeó su presentación destacando que NetApp lleva más de seis años trabajando en la hibridación de la nube: “no sólo mediante los acuerdos estratégicos con Google Cloud, Microsoft Azure, AWS o IBM, sino también con actores locales y proveedores de servicios que ofrecen nuestra tecnología a sus clientes”.

La presentación de resultados de la filial española fue ocasión de anunciar la creación de una nueva región dentro de la compañía: Iberoamérica. Lo que, para Villalgordo, “tiene mucho sentido porque España es una de las puertas de acceso al mercado latinoamericano”. En esta línea, la rueda de prensa fue también la presentación de quien dirigirá esa unidad, un histórico del sector, Jordi Botifoll, quien durante años ha desempeñado funciones análogas en Cisco.

Es una nueva andadura que Botifoll emprende – dijo – confiando en que España puede ser punta de lanza del crecimiento de la compañía en la región: “hay grandes empresas españolas con intereses en América Latina y sabemos que Brasil y México, por sí solos, suman 300 millones de habitantes, fuente de generación de datos y por consiguiente de un grandísimo potencial de negocio para nosotros”.

Con estas perspectivas y contando con un flujo de caja que al menos en un 30% destinará a adquisiciones – palabra de Kurian – NetApp ha iniciado un año fiscal con toda la artillería apuntando a la nube híbrida. En la actualidad, trabaja con cinco grandes proveedores, por lo que “la posibilidad de una ratio ARR de 1.000 millones en 2025 no es en absoluto disparatada”

En una visión panorámica, NetApp aspira a convertirse en el comodín de referencia para la gestión y migración de datos en los entornos multicloud y on-premise, con la simplicidad como argumento. “Estar en el lugar adecuado en el momento oportuno del salto de las empresas a la hibridación”, este mantra, mencionado durante la rueda de prensa española, vale para el conjunto de la compañía. NetApp quiere brillar con luz propia en el mercado.

Esa es la estrategia tras sus propuestas recientes, ONTAP 9.9 y FlexPod. La nueva versión de su sistema operativo se ejecuta a través de la nube híbrida, sea en el datacenter, en la nube o en el edge, con novedades que – según se dijo en la presentación – mejoran hasta cuatro veces el rendimiento con la promesa de configuración en menos de cinco minutos. Sacando lustre a la antigua colaboración con Cisco, ha llegado al mercado FlexPod as-a-service. Desde Cisco Intersight será posible automatizar por completo las configuraciones, evaluar dónde deben ir las cargas de trabajo y automatizar servicios de datos las copias de seguridad o la recuperación en caso de desastre, todo ello en la nube.

En este entramado no puede olvidarse los servicios de almacenamiento por suscripción Keystone. El año pasado arrancaron con Azure a través de Cloud Volumes, pero ya funcionancon AWS y Google Cloud. Precisamente en torno a Keystone, la multinacional ha firmado en 2021 su mayor acuerdo para, de la mano de Equinix, ofrecer servicios de almacenamiento con mínima latencia (menos de un milisegundo) a través de sus 21 centros regionales de nube pública en 11 países. Gracias a este acuerdo, los clientes ni siquiera deberán tratar con Equinix, ya que su interlocutor será NetApp: la promesa de un solo contrato, una sola factura y un solo soporte, sobre cualquiera de las tres nubes mencionadas.

En paralelo, la propuesta de NetApp Astra viene a resolver la cuestión de los contenedores, según detalló Jaime Balañá, director técnico de la filial española. “El reto de los contenedores – dijo es la complicación de su gestión y de aquellas aplicaciones que requieren persistencia, porque los contenedores no tienen, por definición, este atributo”. A través del servicio cloud Astra, es posible gestionar todo el ciclo de vida de esas aplicaciones, clonarlas, migrarlas entre diferentes entornos. Además, se espera incorporar pronto AWS, además de los ya soportados Azure y Google Cloud.

Debe quedar claro que George Kurian no ha perdido el apetito por las adquisiciones: en el año fiscal 2022, se verán unas cuantas, advirtió. Recientemente, ha comprado Data Mechanics, empresa ´de nicho` que complementará la de Spot, por la que en junio de 2020 pagó 450 millones de dólares. Gracias a esta operación, NetApp podrá ajustar la escala, optimizar y automatizar las cargas de trabajo de Spark que se ejecutan en nubes públicas.

En conclusión, esta serie de movimientos corporativos confirman que Kurian sigue convencido de que los clientes van a seguir separando almacenamiento y computación, lo que representa una oportunidad de crecer mucho más de lo que podría como mero proveedor de sistemas de almacenamiento externo on-premise.

En este marco, deberá andar con pies de plomo, porque si bien trata a los cuatro hyperscalers como socios, a nadie escapa que a estos les gustaría tener a los clientes de NetApp cautivos en sus propias instalaciones de almacenamiento. Por tanto, la meta se puede resumir así: aparecer ante los clientes como una opción de almacenamiento de datos más fiable que aquéllos.


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