28/08/2014

Mujeres al mando: ¿qué género de igualdad?

Algún gurú [el depreciado Nicholas Negroponte, por qué no] podría predecir un día de estos algo así como «para 2050 tomaremos una píldora que acabará con la discriminación por sexo en el ámbito laboral» y así recuperar la fama. El tema es tan poliédrico que un poco de magia simpática puede ayudar. Véanse unas cifras: sólo un 3% de las CEO que ocupaban ese puesto a finales de 2013 era mujeres, según un estudio elaborado por Strategy &, antes Booz & Co y ahora parte de PwC. Un 5% en España, por cierto. Pero también dice el estudio que el 13,2% de los CIO del mundo entero son ´ellas`, y que hay compañías célebres con una desproporción de 3 a 1 favorable al personal masculino.

Meg Whitman (HP), Virgina Rometty (IBM) y Marissa Mayer (Yahoo), citadas en orden de antigüedad, son las tres representantes femeninas en las 14 primeras posiciones de un ranking sobre l@s CEO mejor remunerad@s de la industria de las TI, según The New York Times. Aunque no aparece entre las mejor pagadas – 2,5 millones de dólares en 2013 – sobresale Ursula Burns, CEO de Xerox, porque en ella se aúnan la condición de mujer y la de ´afroamericana`. Si se amplia la lista a todos los sectores económicos, la única mujer pasa a ser una especialista en el genoma humano y CEO de United Therapeutics; no faltará quien recuerde que a sus 20 años de edad cambió de sexo, pasando de llamarse Martin a Martine Rothblatt.

Se mire como se mire, las mujeres CEO son escasas, según constata la recopilación The 2013 Chief Executive Study: Women CEO of the last 10 years, a partir de entrevistas con las 2.500 empresas cotizadas más importantes del mundo.

Sí, un 3%. A pesar de la rotundidad de la cifra, el informe traza todo tipo de volutas para edulcorarla. Habla de una prevalencia de la mujer cuando afirma que durante los últimos diez años hubo un 75% más de mujeres ´entrantes` que ´salientes` al puesto de CEO. Y que en los últimos cinco años, la cuota de mujeres que accedieron al primer puesto ejecutivo (3,6%) fue «considerablemente más alta» que en el lustro precedente. O, ya puestos, que en 2013 se produjeron dos nombramientos por cada despido o dimisión. Ah, y que conste que en ocho de los diez últimos años, la proporción de mujeres escogidas fue más alta que la de cesantes.

El estudio formula una predicción a largo plazo firmada por Ken Favaro, senior partner de Strategy & Co: » un tercio de los nuevos CEO serán mujeres en 2040. Si nos basamos en la tendencia de nuestros datos de los últimos diez años, las mujeres estarán sin duda más formadas, habrá una continua incorporación a la fuerza de trabajo y un cambio en las normas de liderazgo corporativo en todo el mundo».

¡Un tercio y en 2040! Sin prisa pero sin pausa, parece deducirse de la cita. Y eso que el análisis no atisba la mínima diferencia entre hombres y mujeres CEO en función de su experiencia profesional, y estadísticamente son de edad y formación similares. Donde sí se observan diferencias es en aspectos que llaman poderosamente la atención: las mujeres que llegan al puesto de CEO son normalmente externas a la compañía que van a dirigir, suelen proceder de otro país y… pierden el puesto con más frecuencia.

«El hecho de que entre las mujeres haya más outsiders, podría ser una indicación de que la empresa no ha sabido cultivar suficiente a su plantel de ejecutivas», advierte Gary Neilson, otro senior partner de Strategy &.

¿Dónde se encuentran y en qué circunstancias toman el timón empresarial las mujeres? Según el estudio, ´ellas` dirigen compañías en todas las regiones del mundo, aunque Estados Unidos y Canadá muestran algo más de proclividad (3,2%) a lo largo de la década 2004-2013. Japón muestra los peores resultados (0,8%) y nadie se sorprenderá por el resultado. Por otro lado, las compañías de TI, de artículos básicos y de productos suntuarios son las que tienen mayor cantidad de féminas al frente (pero no más del 3,1%).

De todo lo anterior, la única conclusión evidente es que, por mucho que las cifras tiendan a reflejar un ligero aumento de la presencia femenina en el escalón más alto de las empresas, el conjunto de los datos indica que se avanza a paso de tortuga.

Lo mismo sucede al bajar un par de puestos en el escalafón para fijarse en la figura del CIO (chief information officer). En su informe The 2014 Gartner CIO Agenda, Gartner también muestra datos descompensados en relación con la igualdad de género: de los 2.339 responsable de TI encuestados, solo el 13,3% (309) son mujeres. La proporción se mantiene estable desde hace diez años, y la consultora señala: «es desagradable observar cómo el porcentaje global de mujeres en este rol no ha crecido desde 2004».

Esto, a pesar de que el informe de Gartner muestra muchas similitudes positivas entre los roles masculino y femenino del CIO. Tienen cuotas muy similares de lineas de reporting, prioridades y retos técnicos en la empresa que «deberían ser buenas noticias para los consejos y los CEO respecto de la irrelevancia del género en sus estrategias». Ningún dato publicado da a entender que la mujer no cumpla con las mismas tendencias digitales que sus colegas varones, y en algunos casos va más allá. Por ejemplo, las CIO femeninas muestran mayor confianza en la capacidad de sus empresas para gestionar las oportunidades tecnológicas: el 49% de ellas dice estar preocupada porque la rapidez del torrente digital llega más rápido de lo que pueden afrontar, mientras que el 51% de sus colegas varones comparte esa preocupación.

Las diez prioridades tecnológicas de mujeres y hombres son similares. Las tres principales preocupaciones de ambos géneros son idénticas en la secuencia: business intelligence/analytics, seguida de infraestructura y datacenter, con la movilidad en tercera posición. Cloud computing puntúa un poco más alto entre las mujeres, pero en el resto de la lista sólo hay ligeros cambios de orden.

Sin embargo, la mayor diferencia por género juega, en todo caso, a favor de la mujer: las CIO incrementan más sus presupuestos TI que sus colegas varones. En 2014, esperan aumentarlos un 2,5% mientras que entre los varones esa expectativa es del 2%. ¿Son manirrotas o simplemente son mejores negociadoras? Bingo para quien tenga la respuesta.

Más allá de los cargos de máxima responsabilidad ejecutiva, la industria de las TI se encuentra dominada por los hombres. Desafortunadamente, no hay datos disponibles acerca de la composición por género de las plantillas pero algunas empresas sí los publican, y el metadato apunta en la misma dirección. La proporción en Yahoo – dirigida por Marissa Mayer – es de 62 a 38 por ciento, mientras que en HP – cuya CEO es Meg Whitman, ahora también chairwoman – es de 67 a 33. En Facebook, la mano derecha de Mark Zuckerberg es una mujer, Sheryl Sandberg, pero la proporción dentro de la compañía es de 69/31. Por no hablar de Google (70/30) ni de Intel (75/25), que podrían explicarse por el elevado peso de la ingeniería, una profesión supuestamente masculina. Tan innovadoras en unas cosas, tan tradicionales en otras.

Todo un caso es Apple, empresa de la que siempre se ha dicho influída por la misoginia de su fundador. Por primera vez, acaba de publicar un exhaustivo informe sobre la diversidad de su fuerza de trabajo, y Tim Cook se ha declarado «insatisfecho» con los resultados: un 70% de sus 98.000 empleados son hombres, y sólo el 29% de los puestos directivos son ocupados por mujeres. La revelación ha coincidido con la renovación de la página web en la que aparecen dos vicepresidentas, a cargo de Iniciativas Medioambientales y de Recursos Humanos Globales.

Los hechos son tenaces. Si se miran los datos sobre diversidad de género en las empresas de todo el mundo, es evidente que el controvertido techo de cristal existe. Las cifras manifiestan que un gran número de mujeres con estudios superiores empiezan a trabajar en igualdad numérica, pero a medida que escalan hacia puestos de dirección su porcentaje disminuye.

En el caso de España, el estudio de PwC e ISOTES, Inspirando casos de éxito en igualdad de género la evolución se plasma en datos precisos: las mujeres universitarias son el 60%, cuando entran en el mercado laboral ya son el 45% y en los cargos directivos funcionales la cifra disminuye al 22%. Para ahorrar cuentas: el 78% de los puestos directivos, el 83% de los miembros de consejos de administración y el 95% de los puestos de CEO están cubiertos por hombres.

Cruda realidad que, como se ha visto anteriormente, parece necesario atemperar. El mismo informe – parte de una serie mundial que PwC publica bajo el lema Women as Leaders – pone de manifiesto que el porcentaje de mujeres en cargos de dirección funcional creció del 19 al 22% en el período 2011-2013 y que, pese a que el 70% de las compañías españolas no tiene ninguna mujer en su consejo de administración, cabe destacar que en las cotizadas el número ha crecido, siendo en el presente del 16%, el doble que hace seis años.

Las compañías que quieran competir con éxito tendrán que ser capaces de atraer y retener el mejor talento, asegura el estudio de PwC e ISOTES. Los inversores empiezan a cuestionar la falta de diversidad en los consejos. Por si sirviera de algo, apuntar que algunos estudios voluntaristas sugieren que las empresas con consejeras obtienen mejores resultados (?) en la mayoría de los indicadores, entre ellos los relacionados con la gestión del riesgo. Sin olvidar, claro, ese topicazo de literatura corporativa según el cual las mujeres compran el 65% de los productos de consumo, rasgo que las convertiría en «el mayor mercado mundial».

[informe de Lola Sánchez]


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