4/07/2016

Marta Sanfeliú

Directora General de la división Major Events, de Atos

Los Juegos Olímpicos de Río han estado precedidos de una cadena de desastres, tanto naturales como humanos, entre ellos la apertura de juicio de destitución a la presidenta Dilma Roussef, y el estallido de la crisis económica de un país que, cuando se le adjudicó la sede, en 2009, era presentado como modélico. Lo que no puede fallar es la tecnología que soportará estos JJOO. «Gestionar las tecnologías de la información de unos juegos es equivalente a montar y hacer que funcione 24×7 una empresa de 200.000 empleados con 4.800 millones de clientes, cuya sede se desplaza a un nuevo territorio cada dos años». La frase es de Sidney Levy, consejero delegado del comité organizador de Río 2016.

Marta Sanfeliú

Marta Sanfeliú

Los Juegos de Rìo de Janeiro se abrirán el 5 de agosto, pero el reto al que se refería Levy empezó hace cuatro años. Sólo dos meses después de la clausura de los juegos de Londres (2012,) un pequeño grupo de especialistas enviado por la empresa de servicios informáticos Atos, llegó a Brasil para empezar a planificar las necesidades de infraestructura y servicios que habrían de requerirse cuatro años después. No era un gesto prematuro, ni mucho menos. Marta Sanfeliú, directora general de la división Major Events de Atos, subraya en la siguiente entrevista la excepcionalidad de la tarea.

Los Juegos de este año coinciden con la eclosión de los llamados cuatro paradigmas de las TI: cloud, big data, movilidad y redes sociales. En estas últimas semanas, se ha procedido a testear un aspecto clave, y muy delicado, la aplicación de acreditaciones para más de 200.000 participantes y unos 70.000 voluntarios. Diseñar un sistema de esta magnitud, con sus múltiples restricciones de acceso, seguridad y protección de datos, es aún más complicado cuando se trata – como es práctica desde Pekín (2008) – de integrarlo con los procedimientos migratorios del país anfitrión: para los extranjeros que lleguen a Brasil, su acreditación olímpica hará las veces de visado.

¿Qué novedades tecnológicas incorporan los Juegos Olímpicos de Río?

El cambio de los hábitos de consumo de información y de la manera en que los titulares de los derechos y los broadcasters distribuyen esa información, cada vez más compleja y en múltiples soportes y formatos, nos ha obligado a transformar los servicios que se ofrecen durante los Juegos. En Río, la catapulta de ese cambio se llama cloud. No nos ha pillado por sorpresa, porque ya la usamos parcialmente en Sochi [invierno 2014] con una red pública para la difusión de resultados en tiempo real. Los de Río son los primeros juegos de verano en los que hemos apostado por la nube en los servicios de preparación: las acreditaciones olímpicas, el sistema de voluntarios, el calendario de competiciones y las clasificaciones.

Interpreto que son fases sucesivas de adopción de la nube…

A partir de los próximos juegos de invierno [Pyeongchang, Corea, 2018) y hasta los de 2024, vamos a prestar esos servicios a través de la nube de Atos, Canopy Cloud, actuando como IaaS [Infraestructura como Servicio] y poniendo encima las aplicaciones de preparación que he mencionado, pero también las aplicaciones críticas de distribución de resultados. Lo que estamos haciendo, siguiendo directrices del COI, equivale a incrementar la calidad a la vez que reducimos los costes del comité organizador, y esto es lo que justifica el uso de nuestra propia cloud.

Antes de hablar de cloud, quizá debería decirme qué tiene de singular la implementación de estos servicios para unos JJOO.

Puede que lo más peculiar sean los picos de demanda, de corta duración pero de alta exigencia, seguidos de una bajada brusca. No se trata de saltos de cuatro en cuatro años: en la práctica, con los juegos de invierno cada dos años tenemos otro pico en la operación, y en el año previo a cada uno de esos picos un testeo de la infraestructura y la renovación de aplicaciones. En octubre de 2016, cuando en Río se cierren los Paralímpicos, bajará la necesidad de capacidad pero sólo durante una pausa, tras la cual empezaremos a preparar los de Pyeongchang (2018). Ests pausa será una oportunidad para los ajustes finos, pero esencialmente siempre se trata de hacer despliegues bajo demanda.

Y usted se tomará unas vacaciones…

No estoy tan segura de eso, pero sí.

¿Qué nube pública usarán en Río?

En 2014 no había un proveedor de cloud propiamente dicho, pero la página oficial de Sochi estaba contratada con Microsoft, y trabajamos con este partner del comité organizador. En realidad, cloud no existe como categoría en las especificaciones del COI. En Río, el proveedor de la infraestructura es la empresa brasileña Embratel, y a partir de Pyeongchang en adelante, Atos proveerá directamente el hosting, según los términos de la última renovación del contrato, con Canopy Cloud.

Permítame una digresión ajena a su función: ¿qué impacto puede tener el contrato con el COI sobre la comercialización de Canopy Cloud entre las empresas?

El hecho de ser la cloud de los JJOO es una referencia valiosa en muchos sentidos. Nosotros ya usamos varios componentes de Canopy, en especial EPC (Enterprise Cloud), que básicamente cubre la necesidad que tenemos de IaaS, y creemos que es la solución indicada para una demanda muy alta que nuestro cliente, el COI, quería que reuniera requisitos de integridad propios de una nube privada. Si estamos en condiciones de garantizar que entregaremos los resultados a los comentaristas en 0,3 segundos, fácil es colegir que estos niveles de respuesta y de orquestación tan críticos, quiere decir que Atos puede replicarlos para otros clientes.

¿Serán iguales las capacidades contractuales en los juegos sucesivos?

Las arquitecturas que vamos a implementar en cada uno será distintas en la medida en que habrá cierto grado de ´customización`. No tendremos los mismos requerimientos en Pyeongchang que en Tokio 2020 o en los de juegos de invierno de Pekín 2022, y lo mismo podría decirse de los de 2024 cuya sede será decidida por la asamblea del COI el año que viene.

¿Podría explicarme la naturaleza de ese contrato de largo alcance?

El contrato de Atos con el COI como integrador y top sponsor, se remonta a 2001, cuando firmamos por cuatro juegos; luego se renovó por dos más y posteriormente por otros dos, con lo que llegamos a Sochi y Río con ciertas responsabilidades añadidas. Después de esta tercera renovación, en lugar de una adjudicación directa, el COI decidió sacar a concurso tres bloques de prestaciones. Nos presentamos y ganamos los tres frente a los competidores, con lo que a raíz de este contrato firmado en 2013 seguiremos siendo los proveedores hasta 2024.

En ese rol de integración, Atos tiene que trabajar necesariamente con otros top sponsors del COI.

Por supuesto. Samsung es el proveedor oficial de telefonía móvil, Omega de los sistemas de timing y Panasonic de los equipos de producción audiovisual. En ese contexto, nuestro papel es doble: como integradores de servicios y de sistemas. Por dar un ejemplo: Omega recoge in situ la información de los jueces y los dispositivos técnicos en cada una de las sedes de competición y nosotros la consolidamos con la que llega de otras sedes así como con otras fuentes, como las estadísticas o las biografías de los atletas. Con todo ello se conforma el Olympic Data Feed, que distribuímos a través del comité organizador y llega a las empresas de medios que tienen acceso autorizado. […] La producción de vídeo de los juegos está a cargo en un 100% de Olympic Broadcasting Services [OBS, ente dependiente del COI].

La distribución de contenidos audiovisuales ha experimentado su propia transformación desde Londres 2012 […]

Una de las cosas que esperan y exigen los espectadores es el acceso a la información, en todos los sentidos de la palabra, a través de dispositivos móviles. Empezó con los juegos de Londres, con un tráfico móvil excepcional, y lógicamente este año se batirán los registros. Por lo que se ha procedido a desarrollar nuevos sistemas de información que puedan ser atractivos para los espectadores de todo el mundo en soportes móviles. Por primera vez vamos a poner lo que llamamos Olympic Video Player, que van a usar los broadcasters adaptándolo cada uno a su modo, con audio multilingüe y personalización. Es una solución nuestra, en streaming, basada en tecnologías de cloud.

De momento, lo que está testeado y en condiciones reales de funcionar es el sistema de acreditaciones olímpicas…

El sistema de acreditaciones es la llave que permite el acceso a los espacios de los Juegos según la función de cada individuo, con sus reglas, sus privilegios y sus restricciones. Tiene otra función adicional para los extranjeros, que es la de servir como visado de entrada al país. Esto quiere decir que yo voy a recibir mi acreditación en España, con la que podré pasar por los controles al llegar a Brasil y luego ir a un centro del comité organizador a validarla. Con ella podré acceder a las instalaciones olímpicas para las que tenga autorización.

¿Cómo será la gestión de los datos personales?

Normalmente, seguimos dos normativas. Una es la de cada país en la que se celebran los Juegos, otra la europea de protección de datos personales. Esto significa que los datos van cifrados, lo mismo que las líneas por las que se transmiten y que sólo tienen acceso a ellos las personas que han sido certificados al efecto. Hay otro aspecto, que no tiene que ver con los datos personales pero exige el mismo nivel de integridad: la distribución de resultados en tiempo real. Pare esto, hay que tener cubiertos todos los puntos de riesgo, en los que pudiera producirse una corrupción de datos por efecto de un ataque o de una manipulación indebida.

Ahí llegamos a la ciberseguridad como problema crucial.

Como referencia, puedo decir que en Londres se dispararon 250 millones de eventos de seguridad sólo durante el período de los Juegos, y en Sochi el número fue ligeramente superior, 255 millones de eventos para unas competiciones de menos volumen. Lo que nos está diciendo que la vulnerabilidad ante potenciales ataques es cada vez más preocupante. Este año hemos dimensionado los sistemas para una estimación que cuadruplica los eventos de Londres. Estamos preparados. Claro que las tecnologías de filtrado que usamos en los juegos anteriores ya no valen, porque el volumen de datos a filtrar es mayor, y porque los ciberataques van a ser más sofisticados. Por lo tanto, nuestros sistemas de detección tienen que ser más complejos y basarse en técnicas de data analytics.

¿Qué infraestructura soporta las TI de los juegos?

La infraestructura la pone el comité organizador y nosotros nos limitamos a marcar unos requisitos que debe reunir. Atos es responsable de la integración de servicios, de la provisión de ciertas aplicaciones y, como he dicho, en el futuro también del hosting.

… entre 2018 y 2024, Atos pondrá la infraestructura.

Así es, empezando por Pyeongchang usaremos sistemas de EMC, que es nuestro partner de Canopy Cloud. Pero este año, en Río, la infraestructura la pone el comité organizador.

Como integradores, tienen la responsabilidad sobre el equipo humano…

Asunto fundamental. Trabajamos con mucha antelación con el comité organizador para determinar qué recursos humanos harían falta para una operación de estas características. En Río 2016, el equipo de tecnología tendrá en su momento culminante, más o menos, unas 3,500 personas, de las que 900 serán voluntarios olímpicos. El resto serán contratados por el comité organizador, por Embratel o por Atos, además de los que pertenezcan a Samsung, Omega y Panasonic como partners oficiales del COI. Con esa gente, vamos a gestionar el TOC (Technology Operations Center) desde el que se manejará localmente toda la operación olímpica y el soporte de todas las incidencias que puedan producirse. En ese centro de mando en Río, nosotros aportamos unas 120 personas por turno, lo que hace un total de entre 400 y 500 personas, más el manager tecnológico destacado en cada sede de competición. […]

¿Qué hace Atos para los JJOO desde Barcelona?

En primer lugar, el desarrollo de los sistemas críticos de los juegos: las acreditaciones, los voluntarios, la distribución de resultados… por tanto, el soporte fundamental de la gestión de aplicaciones. A partir de los juegos de Pyeongchang, conforme al nuevo contrato, muchos de los servicios que antes se hacían en las ciudades anfitrionas se van a centralizar en España. La gestión de las aplicaciones se centralizará completamente en Barcelona, y vamos a contar con un laboratorio ubicado en Madrid en el que se harán las simulaciones de cada una de las sedes deportivas, el Integration Test Lab.

¿Por qué en Barcelona? Supongo que es una consecuencia indirecta de los juegos del 92…

Supone bien. No es casual que estemos en Barcelona: eso tiene una historia. En Barcelona 92 trabajaron tres empresas informáticas como proveedoras de ciertos servicios a los juegos. Esas empresas fueron adquiridas por Sema Group, que sería absorbida por Schlumberger, que a su vez confluyó en la creación de Atos. Históricamente, la división dentro de Atos que se ocupa de eventos deportivos es Major Events, que yo dirijo, y nuestro cuartel general está en Barcelona. Por lo tanto, tiene lógica que los equipos de desarrollo sigan haciendo application management para los futuros juegos.

¿Y por qué el laboratorio en Madrid?

Por una razón parecida. En 2012 compramos una empresa de tecnología, MSL Group, basada en Madrid y especializada en deportes. Gracias a esta conjunción de expertise hemos sido proveedores de aplicaciones para los Panamericanos de Toronto, y para competiciones de países asiáticos… Es una rama creciente del negocio de Atos.


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