Casi no pasa semana sin que en alguna ciudad del mundo se celebre un evento – feria, congreso, conferencia, tanto da – en torno a Internet de las Cosas (IoT). A comienzos de octubre tuvo lugar en Barcelona, por tercer año consecutivo, el IoT Solutions World Congress, con la aspiración – poco realista, todo hay que decirlo – de convertirse en una cita de referencia internacional. La mayoría de los ponentes coincidieron en alertar de la necesidad de sustituir las prédicas abstractas por el despliegue de proyectos sencillos que conduzcan a resultados tangibles. A falta de este planteamiento, la experiencia podría desembocar en ineficiencias, exactamente lo contrario de lo que se busca.
Por esas fechas, visitó España Maciej Kranz, autor del libro Internet of Things. (Construye Nuevos Modelos de Negocio), cuya traducción castellana ya está disponible, prologada por José Manuel Petisco, director general de Cisco España. Kranz fue durante años director general del Connected Industries Group, unidad de negocio de Cisco especializada en IoT; actualmente, encabeza otro grupo, dedicado a incubar nuevas empresas, acelerar la innovación interna e impulsar la coinnovación con clientes y startups.
A usted se le reconoce la cualidad de ´evangelista` de IoT. Mi posición de entrevistador es de agnosticismo [risas]. Para empezar, no me creo que todo funcione tan bien como en su libro […]
En el capítulo octavo del libro cito un estudio según el cual la mayoría de los proyectos de IoT tardan el doble de tiempo que el previsto inicialmente, y esto necesariamente eleva los costes, de modo que soy el primero en admitir que no todo funciona a la perfección […] Se pierde dinero y tiempo, por lo que aconsejamos empezar por los proyectos de menor riesgo. La mayor parte de las empresas son discretas sobre sus éxitos con IoT y sería mucho pedir que revelen los errores que cometen.
¿Cuáles son los errores más frecuentes, según usted?
Algunos de los errores de que hemos sido testigos se pueden atribuir a que la solución escogida no estaba suficientemente madura para ponerla en producción o a que dentro de la empresa no había experiencia para llevar adelante el proyecto. Llámelo exceso de entusiasmo, si quiere; yo creo que el error más común consiste en implementar IoT como solución aislada de los procesos de negocio. En poner demasiado acento en la tecnología.
¿Puede deberse a la por lo visto difícil mezcla de Tecnologías de la Información (IT) y Tecnologías de Operación (OT)?
Esa es otra pieza del puzle. Uno de los mayores retos que tienen hoy las empresas industriales es que IT y OT trabajen sobre una misma arquitectura. Mucho me temo que mucha gente en el mundo IT tiene una concepción errónea de lo que implica IoT, pero diría que lo mismo ocurre del otro lado. Tiene lógica que sea así: esas personas vienen de perspectivas diferentes […] Cuando alguien tiene en operación una planta en régimen 24 x 7, es traumático pararla durante tres horas un sábado por la noche, como se hace comúnmente en un datacenter […] Del lado de I.T veo tendencia a subestimar la complejidad de los procesos industriales y la dificultad de integrar el legacy, sistemas que llevan mucho tiempo funcionando y de que no se pueden dar de baja de la noche a la mañana ni de un año para otro. Diré una banalidad: ambas partes tienen mucho que aportar a la otra.
¿Tiene solución ese malentendido?
No es fácil […] Puedo darle un ejemplo sin identificar la compañía. Viendo que era imposible conseguir que congeniaran, se tomó la decisión de trocar temporalmente los puestos de CIO y CTO: el primero tomó el del segundo, y viceversa. El resultado fue excelente: los dos comprendieron en qué medida dependían del otro para poner en marcha proyectos críticos de modernización.
Imagino que es un caso extremo. Algo influirá el factor generacional…
Desde luego que sí. En Estados Unidos, y creo que también en países de Europa, la edad media de los individuos que trabajan en OT es de entre 50 y 60 años, una edad en la que se está menos predispuesto a adoptar tecnologías de aparición reciente. En IT la media es bastante más baja […] Yendo más abajo, ¿còmo atraes a los millennials a trabajar en la industria, un ambiente que en general podemos calificar de conservador y con poca movilidad? Personalmente, creo que la conversación entre ambos lados de la empresa es fundamental para que esta pueda captar talento fresco y retenerlo.
Algo tendrá que ver el sistema educativo […]
Pues sí. Trabajar con robots e inteligencia artificial en un contexto industrial puede ser muy atractivo, y ya está ocurriendo en empresas muy conocidas: el rejuvenecimiento de las plantillas tiene que ver con la incorporación de cientìficos de datos, desarrolladores e ingenieros de software, por ejemplo. Es importante facilitar su conjunción con otras profesiones más clásicas.
¿Con qué consecuencias organizativas?
Normalmente, en las industrias tradicionales, prevalece el concepto de compañía integrada verticalmente, que condiciona mucho las soluciones que se propugnan. Ese modelo funciona bien cuando una compañía hace básicamente una línea de producto… con la consecuencia de que el ritmo de progreso tecnológico es lento. Pero lo que vemos cada vez más entre los clientes de Cisco es que se ha abierto paso la noción de ´ecosistema`, que acelera la adopción de la tecnología.
Usted sabe que ´ecosistema` es una palabra polisémica […] ¿A qué se refiere en este caso?
Es bastante frecuente que un cliente nos pregunte si podemos trabajar con especialistas de distintas áreas para integrar un modelo en el que todas puedan contribuir. Nuestra respuesta es afirmativa a condición de que la solución de que se trate se base en estándares abiertos, lo que significa que debería ser replicable en otras compañías, con la ventaja añadida de bajar los costes significativamente, comparados con los de una solución ad hoc. En todos los casos les avisamos de que la empresa debe considerar los problemas de la transición, que nunca es fácil en compañías habituadas al modelo de integración vertical.
Me induce a preguntarle por la pluralidad de estándares industriales
Son demasiados, sin duda. Cada vez que se intenta hacer converger un par de estándares industriales, hay un alto riesgo de no conseguirlo, por la resistencia de partícipes que defienden el suyo. En los inicios de Internet, hace 25 ó 30 años, este problema no se planteaba porque había un deseo común de estandarización, de ruptura con la experiencia de los sistemas ´propietarios`. Ahora mismo, vivimos una situación extraña: lo que coincidimos en llamar IoT no es en realidad un mercado sino una colección de mercados […]
¿Es para tanto?
Tomemos como ejemplo la automatización industrial, un mercado cuyo valor global se estima en unos 200.000 millones de dólares: hay al menos siete ´ecosistemas` diferentes de vendedores incompatibles. Ahora, por fin, estamos empezando a ver el fruto de los órganos colectivos de estandarización. Los estamos viendo en las OT, que es donde más agudo se manifiesta el problema. Más allá de la cuestión de la seguridad, uno de los problemas que ralentizan la adopción de IoT es la abundancia de estándares incompatibles. En mi opinión, y lo digo en el libro, los clientes deberían involucrarse más, exigir más, porque sólo así podrán tener la certeza de que los suministradores se toman en serio la apertura de esos ´ecosistemas`.
Hablemos de modelos de negocio…
Es mi tema favorito [risas] Y el subtitulo del libro…
Un modelo de negocio viable debería justificar la inversión en proyectos de IoT. ¿Cuáles prevalecerán y cuáles fracasarán?
Si observamos la implementación actual de IoT, su centro de gravedad es la mejora de procesos existentes para ganar eficiencias. En el libro doy ejemplos en los que se aprecia entre un 20 y un 40 por ciento de mejora en algunos procesos. Son mejoras de carácter incremental, que ayudan a que se vea como una proposición válida. Un caso sorprendente es el de Davidson, que ha conseguido que el coste de personalizar un modelo sea prácticamente el mismo que el de producirlo en masa. Con el tiempo se verá que IoT y los datos generados por los dispositivos conectados darán una mayor visibilidad de los procesos críticos para el negocio.
Da la impresión de que hay demasiados actores en este mercado, con lo que la oferta resulta confusa. ¿Se puede esperar una consolidación?
En parte, está relacionado con los estándares sobre los que hablábamos antes. No es una impresión suya: hay muchísimos actores que pujan por un mercado todavía poco configurado. La última vez que me propuse contarlos, me detuve al llegar a 400 que se describen a sí mismos como plataformas IoT. No voy a discutir si lo son o no, pero parece lógico que, una vez se aprueben y ratifiquen los estándares, muchas de ellas se van a consolidar.
¿Cómo debería quedar configurado el mercado en ese supuesto?
Hasta donde soy capaz de imaginar, creo que habrá actores horizontales, como Cisco o Microsoft por ejemplo, y actores con orientación vertical… pienso en Honeywell, por citar uno […] Por supuesto, habrá diferencias regionales que pueden ser importantes. Asimismo, los proveedores de servicios posiblemente pasen por un proceso de consolidación similar.
Habrá vencedores y vencidos…
Sería un atrevimiento por mi parte hacer ahora esa distinción. Pero estoy convencido de que saldrán perdiendo aquellos que no se sumen a la corriente de sistemas abiertos.
Hablar de IoT es hablar de un mercado que va desde los sensores en un extremo al análisis de datos en otro […]. No tengo claro que el papel de los integradores esté definido en este momento.
Muy perspicaz. Pienso que los integradores, y el canal en sentido genérico tendrán que tomar una decisión entre ser actores horizontales o expertos verticales. En el primer caso, ponga un especialista en seguridad IoT, en el segundo un especialista en mantenimiento preventivo para la industria minera […] Habrá este tipo de polarización, y no lo tendrán fácil quienes se queden a medio camino entre las dos fórmulas.
¿Cómo se sitúa Cisco ante esa perspectiva del mercado?
Por lo que me han dicho de su blog, seguro que ya sabe que Cisco ha estado involucrada en IoT los últimos 15 años; es decir, desde antes que alguien acuñara la expresión Internet de las Cosas. Nuestra posición es coherente: trabajar con nuestros partners para que desarrollen soluciones verticales sobre la plataforma de Cisco. Somos eso, un proveedor de tecnología horizontal. Nos centramos en tres aspectos. Uno es la conectividad de los dispositivos, y gracias a Jasper estamos añadiendo unos cuantos millones de dispositivos cada mes: coches, máquinas de vending, robots, … hay casi de todo. Otro eje es la distribución de datos hacia y desde los dispositivos, para asegurar que la información es correcta y se entrega en su debido tiempo al dispositivo que debe recibirla; en esta línea hemos anunciado la nueva plataforma Kinetic. Por último, tenemos la capacidad de seguridad, que obviamente es fundamental y, para nosotros, una cuestión de arquitectura.