26/09/2016

Luis Sahún Xifré

Director General de SES Astra Ibérica

El 35% de los europeos recibe la señal de televisión a través de satélite, una proporción que en España no pasa del 15%. Por el contrario, nuestro país supera en 40 puntos la media europea en recepción mediante TDT. En los últimos años, destaca el crecimiento de la televisión online (IPTV). Son dos datos contenidos en el último informe Satellite Monitor, que valen como contexto de la conversación con Luis Sahún, director general de SES Astra Ibérica. La Société Européenne des Satellites, con una flota de 55 satélites geostacionarios, alcanza una cobertura de 317 millones de hogares en todo el mundo, a los que distribuye más de 7.400 canales de TV, de ellos 2.400 en alta definición.

Luis Sahún

Luis Sahún

Pero, aunque es más conocida por su relación con la televisión, la empresa hace valer su infraestructura para estar presente en los nuevos desarrollos tecnológicos. Hace pocas semanas, participó en la primera demostración de transmisión de contenidos en realidad virtual a través de satèlite, en asociación con el Institute Fraunhofer. Es una tecnología que no se espera explotar comercialmente antes de 3 a 5 años, pero para la que SES Astra se prepara y participará en el diseño de un futuro modelo de negocio. El satélite – explica Sahún – es el mejor medio de distribución de las nuevas experiencias de vídeo, porque puede manejar grandes volúmenes de datos con las técnicas de compresión más avanzadas.

Creo que deberíamos empezar por la vigencia de la distribución por satélite. Se ha puesto mucho énfasis en la rivalidad con la fibra, al menos en la televisión. Luego podríamos hablar de la dicotomía entre la abierta y la de pago […]

Las tecnologías empiezan, crean un mercado con mayor o menor éxito y en algún momento aparecen otras que parecen poner en peligro la existencia de las anteriores; algunas se quedan obsoletas, pero este no es para nada el caso del satélite. Se puede argumentar que la principal amenaza del satélite sería la fibra, y no seré yo que ponga en duda sus cualidades, pero es evidente que requiere grandes inversiones y que su cobertura es limitada: las mayores concentraciones de despliegue de fibra están en Europa, y tenemos en España un ejemplo […] Está claro que no se tenderá fibra en todo el mundo, e incluso operadores europeos con inversiones importantes en fibra se cuestionan hasta dónde llegar con su despliegue.

¿Confirma que la fibra ha erosionado una parte del mercado natural del satélite?

Claro que sí. Ahora bien, ¿van a seguir desplegando fibra los operadores hasta el último rincón de sus países? Claro que no. Una cosa es plantearse una inversión a largo plazo y otra calcular el retorno de esa inversión para financiarla.

¿Está garantizado el ROI de una flota de satélites?

El nuestro está muy bien calculado desde hace años, de modo que no es un problema para SES Astra. En cuanto a la fibra… su rentabilidad está por demostrar. Ya veremos cuando, como fruto de su crecimiento, los operadores tengan que hacer más despliegues en centros de distribución de contenidos para que estén disponibles al mismo tiempo a todos los usuarios que estén o quieran estar conectados a una red de fibra […] porque esas serían inversiones adicionales que no sé si tienen calculadas desde el principio. Dicho esto, en los países menos desarrollados esta discusión ni siquiera se plantea: el satélite es una tecnología plenamente vigente, que puede llegar al 100% de la población con una cobertura sin limitaciones de ancho de banda para canales de alta definición […].

¿Se sigue invirtiendo en la ampliación de la flota de SES Astra?

Desde luego, no estamos haciendo menos inversiones sino más: seguimos ampliando el plan de flota, tanto para renovar los satélites que llegan al fin de su ciclo de vida como para explotar las nuevas posiciones orbitales que se nos asignan. Este año está planificado el lanzamiento de un par de satélites, y el año próximo serán más. Esto en cuando a la parte estándar, los servicios de televisión, pero además se ha completado la adquisición de O3b Networks, una compañía de satélites de órbita media para la prestación de servicios de banda ancha, en la que hemos invertido 900 millones de euros. Por cierto, O3b combina el alcance del satélite con la velocidad de la fibra, para aumentar las capacidades existentes de transmisión de datos y vídeo.

Una de las amenazas al negocio ha sido la aparición desde hace como 20 años de los satélites «patrióticos», sobre todo en América Latina […]

No los llamaría amenaza, pero es evidente que fragmentan el mercado, si realmente se utilizan para servicios regionales o locales. Su rentabilidad es bastante dudosa, pero cumplen una función respetable. De hecho, hay otra corriente: ciertos países, en lugar de lanzar su propio satélite, optan por comprar capacidad a terceros. Como tendencia, a medio plazo podría producirse alguna consolidación.

La movilidad es un tema central en todo discurso tecnológico actual. ¿Cual es el papel de los satélites en las comunicaciones móviles?

Para que la señal llegue al móvil, a veces hay que subirla a un satélite y bajarla a una estación base. Depende de la infraestructura: en países más desarrollados, como España, están conectadas por radioenlace o por fibra, pero en otros países no es así; es una aplicación que estamos dando en América Latina y es poco conocida. Pero hay otras, como conectar un hospital remoto que no tiene especialistas, con otro de Londres donde un cirujano va dirigiendo en tiempo real una operación. Cuando se produce un terremoto, el primero en dar servicio a la zona afectada es siempre un satélite. Ahora mismo, participamos activamente en los desarrollos de 5G en Europa […]

¿Cómo es eso?

No se puede ignorar que el tráfico de Internet en dispositivos móviles se va a multiplicar por 30 en los próximos cinco años. Hoy, más del 70% del tráfico es vídeo, que seguirá creciendo con la introducción gradual de la ultra alta definición. Pensamos que 5G deberá ser el punto de confluencia para mejorar la experiencia actual, optimizando las capacidades de las redes, ahora integradas verticalmente.

Hubo unos años en los que la banda Ka aparecía como otra amenaza. ¿Han confluìdo?

La banda Ka es fenomenal para redes virtuales privadas, aplicaciones gubernamentales, para empresas petroleras, barcos… a través de nuestra filial O3b estamos dando servicio a una flota de cruceros en el Mediterráneo que llevan una antena para ofrecer televisión y banda ancha a miles de pasajeros que ahora pueden tener acceso a Internet. Los servicios en 5G tendrán que atender 100 veces más velocidad, 1.000 veces más capacidad de red y 100 veces el número de terminales soportados. Supondrá un alto coste de despliegue de redes terrestres, especialmente en conexiones troncales, para contar con capacidad suficiente en las estaciones base.

O sea, que el satélite tendría un papel complementario en 5G […]

Muchas ubicaciones se pueden servir mediante conexiones punto a punto por fibra óptica, pero el satélite puede ayudar a mitigar el coste de los despliegues, evitando que se abra una brecha digital adicional, que llaman «la fractura del 5G». Vemos tres línea de desarrollo inicial: 1) difusión multicast de contenidos de vídeo a las estaciones base, 2) proporcionar backhaul en las áreas peor servidas por medios terrestres y 3) agregación de datos del Internet de las Cosas. Y si bien es cierto que todo ello puede hacerse con satélites geoestacionarios, lo idóneo serían los de órbita media, como la constelación de doce satélites de O3b: uno de los sentidos de haber cerrado la compra de esta compañía está en las aplicaciones, como el backhaul de redes móviles 5G, en las que la latencia juega un papel fundamental para la calidad percibida por el usuario.

La banda ancha a bordo de aviones parece ser otro negocio en ciernes para los satélites.

El tráfico aéreo crece, y cada vez más aeronaves necesitan conectividad. Si excluímos los aviones privados, a finales de la década podríamos hablar de 10.000 conectados, que naturalmente generarán una demanda de ancho de banda muy superior. Tenemos programados en 2017 tres satélites para alto rendimiento HTS [High Throughput Satellites] optimizados para una solución de datos y entretenimiento a bordo

Volvamos a tierra [risas]. El panorama de la televisión en España ha cambiado mucho por el despliegue masivo de fibra, la proliferación de la IPTV y los servicios de video on-demand.

Como los dos tenemos unos añitos, hemos conocido los proyectos de cable de hace unos cuantos años. Me consta que hay una cantidad de cable coaxial enterrada que nunca llegó a dar servicio. Siendo benévolo, lo dejaré en que España y Europa no se han acompasado en esta materia. ¿Cuál es la situación actual? Parece evidente que Telefónica quiere que su plataforma a través de fibra sea el medio dominante de ver la televisión, y que tras absorber Canal+ la oferta de TV de pago en España está muy concentrada en Movistar, lo que quiere decir, simplificando, que el satélite ha salido perdiento y la fibra ha ganado. Vale. Pero en las zonas despobladas del territorio español no tiene sentido económico invertir en fibra, por lo que el satélite tiene un papel que jugar […]. Así que yo me daría un tiempo para ver la evolución del mercado; hay países europeos donde el 60% de la televisión es de pago, mientras que en España pasarán años antes de llegar al 40%.

[…] Entretanto, se aproxima la reconversión de la TDT, que va a ser un shock del que los espectadores no son conscientes.

Se ha anunciado que en 2020 quedará liberada la banda de 700 MHz para aplicaciones de movilidad, y esto quiere decir que habrá menos múltiples y menos espectro para la televisión terrestre. Esta opción gubernamental puede conllevar cambios de equipamiento para que quepan más canales comprimidos en el mismo ancho de banda, y probablemente un gran parque de televisores no servirán, por no hablar del reemplazo de las antenas. Mientras esto sigue en el aire, se ponen pegas a una tecnología como el satélite, que desde hace años ha demostrado su capacidad de compresión.

El caso es que así se ha configurado el mercado español. ¿Prevé un cambio de escenario?

[…] No tengo nada contra la TDT como opción tecnológica. Lo que critico es que sucesivos gobiernos se hayan fijado únicamente en esa opción como forma de ver televisión en España, cuando había otras tecnologías disponibles como el satélite, el cable, la fibra… Sea por decisiones políticas, porque la gente está acostumbrada  por la concentración del mercado de TV en dos grupos mediáticos, al final esto es lo que tenemos. Nosotros seguimos sin tirar la toalla en la pelea contra las ayudas de Estado para financiar que la TDT pueda llegar a zonas donde implica una inversión inviable a menos que se malgasten recursos públicos. Lo que ha llevado a que una cobertura del 96% se hace hoy con 1.050 centros terrestres y para llegar al 100% sea necesario añadir otras 4.000 torres. El coste de ese 4% es innecesariamente alto, y así lo hemos denunciado reiteradamente […] el Tribunal de Justicia de la UE nos dio la razón en 2013 al considerar ilegales las ayudas de Estado, por lo que debían convocarse nuevos concursos. Pero se hizo todo lo posible por ignorar la sentencia.

[…] ¿Por qué?

Por favoritismo hacia Hispasat y Abertis, no hay otra explicación. El Reino de España, Abertis y algunas comunidades autónomas apelaron la sentencia, y en noviembre del año pasado el Tribunal General de la UE la ratificó, pero ha sido nuevamente recurrida y en eso estamos ahora. Entretanto, mientras que la sentencia de 2013 decía que para la extensión de cobertura al 100% había que restituir la situación anterior convocando concursos neutrales no enfocados exclusivamente a la TDT, un año y medio después algunas CCAA [Navarra, Andalucía, Cantabria, Extremadura y Castilla La Mancha] sacaron concursos que han generado otros problemas encadenados […] El litigio continúa.

¿Cree que la introducción de la alta definición en España se ha hecho de manera equilibrada? Evidentemente, la industria empuja y el hecho es que dos de cada tres televisores que se venden son en HD […] Pero ya está aquí la UHD.

En la TV de pago, es evidente que todos los operadores van a poner la mayor parte de sus canales en HD, porque ya la definición estándar resulta insufrible para el espectador; serán los primeros en hacer avanzar la UHD. Hay serias limitaciones de espectro y está pendiente la liberación de la banda de 700 MHz. Habrá que ver cómo se pretende en esas condiciones el imposible de compaginar la coexistencia de canales estándar, HD y UHD.


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