Fujitsu ha dejado de vender smartphones fuera de Japón, pero no por ello ha dejado de trabajar en desarrollos innovadores que podrían permitirle volver a la categoría, o implementarlos en sus tabletas y portátiles. Pruebas al canto: la autentificación por reconocimiento del iris o la lectura de las venas que cruzan la palma de la mano fueron dos reclamos del stand de la compañía en el Mobile World Congress 2015. Forman parte de un enfoque que Fujitsu lleva años agitando bajo el lema human-centric innovation y que Joseph Reger, su CTO en la región que incluye Europa, resume así: «para la innovación, las personas son tan importantes como la infraestructura o los datos, si no lo son más».
Lo que tradicionalmente se ha entendido como I+D, explica Reger, ha virado hacia el concepto de ecosistema; con la colaboración como uno de los pilares de la innovación, se hace más difícil diferenciarse. Esta definición condensa el empeño de Fujitsu en los interfaces biométricos.
Entre las demostraciones del MWC, destacaba el reconocimiento del iris, como técnica para desbloquear un smartphone (o una tableta), que no presenta los inconvenientes de la huella dactilar. El patrón del iris se registra empleando un LED infrarrojo, que abarca los ojos del usuario y una cámara (infrarroja) que captura la imagen. El mérito de Fujitsu, por comparación con otras técnicas de reconocimiento del iris – como las empleadas en control de acceso – está en la miniaturización, que hace viable integrarla en un dispositivo móvil. En estos, serviría de vía rápida para acceder a servicios web, aunque la compañía prefiere no comentar sus planes de comercialización; sólo dice que aterrizará en el mercado en su año fiscal 2015 (esto es, antes de marzo de 2016).
Un camino paralelo inspira PalmSecure, cuyo escaneado de las venas en la palma de la mano resulta significativamente más seguro que cualquiera de los sistemas biométricos usuales. De nuevo, se utilizan infrarrojos para capturar el patrón que se dibuja en la palma de cada individuo mediante la hemoglobina liberada de oxígeno, que absorbe la radiación y hace que las venas se plasmen en negro. Los especialistas recuerdan que Fujitsu lleva más de dos décadas trabajando en el reconocimiento de imagen.
En el MWC, esta técnica se demostraba para activar una máquina de café, pero en la práctica ya se ha incorporado a portátiles de la marca. El software es compatible con Windows y con Linux, y la mira del marketing está puesta en las necesidades de los gobiernos y empresas con accesos de alta seguridad. Los siguientes en la lista son los cajeros [una especialidad de Fujitsu] y el comercio minorista, para autentificar el pago electrónico.
Meses atrás, Fujitsu anunció una inversión de 345 millones de euros (parte de un paquete de 2.000 millones) destinada a llevas nuevas soluciones al mercado. Con una orientación centrada en los dispositivos ´inteligentes` que usan los trabajadores, así como en los wearables, sensores e Internet de las Cosas. Reger afirma, con conocimiento de causa, que las compañías estadounidenses que trabajan en esos campos están más centradas en las tecnologías que en las personas. Para cambiar el panorama, Fujitsu cuenta con su larga tradición como proveedor de servicios. Dice Reger: «tenemos las plataformas, tenemos los servicios que se necesitan y tenemos la capacidad tecnológica. Para las industrias tradicionales, posiblemente no se precisan los últimos avances, pero sí tecnología que resuelva pequeños problemas. «A mí me gusta llamarlo versatilidad tecnológica», sonríe.
Los servicios IT son el centro de otra demostración para la que había colas de visitantes. Desde una tableta y con los permisos pertinentes, un conductor puede revisar el estado de su vehículo, controlar sus sistemas electrónicos y desplegar funciones propias del infotainment, como el GPS, sin tocar el cuadro de mandos. Esta demo se relaciona con la tecnología SpatioWL, cuya misión es recoger y analizar grandes volúmenes de datos sobre la actividad de los objetos conectados a Internet, entre ellos, por supuesto, los smartphones. Así se puede calibrar el estado del tráfico y enviar información a otros vehículos para atenuar la saturación. Es una plataforma diseñada para que en el futuro analice datos procedentes de fuentes múltiples, como la que se deriva de las frenadas de los coches, que ha sido enviada por sus sistemas electrónicos.
Teniendo el peso que tienen las industrias en la clientela de Fujitsu, era de prever que luciera avances relativos a las fábricas. En el MWC, los visitantes podían colocarse un casco con un visor en la parte derecha, con realidad aumentada, complementado con un brazalete para introducir información. El objetivo no tiene nada de peliculero: un operario puede revisar una avería o enfrentarse a un problema sin necesidad de que un supervisor experimentado acuda al lugar. A través del visor, se puede acceder a información detallada de la pieza, con sólo introducir la referencia en el brazalete; si se necesita ayuda adicional, una cámara envía imágenes en directo al supervisor, que incluso podría no estar en la planta.
También se exhibió en Barcelona la tecnología Light ID Tag, que modifica el color que emite un LED, de manera que, proyectada sobre un objeto, se configura una identidad. Esta se puede detectar mediante software desde un smartphone, enfocando el objeto con la cámara para obtener información sobre el producto, que bien puede ser un cuadro en un museo o una película. El ID está asociado a datos previamente definidos, que se despliegan en la pantalla del dispositivo. Su campo de aplicación sería variado: estimular una compra, dar valor añadido a una muestra de arte, complementar contenidos de televisión, etc.
Con su despliegue, Fujitsu quiere destacar por encima de otras compañías que invocan la innovación a cada paso, pero no por invocarla son más innovadoras. Lo que sobre todo dice pretender – son palabras de Joseph Reger – es aportar un nuevo aire a la cadena de valor. Son sus servicios, y este tipo de inventos [recientemente anunció un método para evitar que los smartphones se caliente demasiado, integrando en sus entrañas un circuito muy delgado con líquido refrigerante.
Al margen de lo anterior, en su segunda conversación con este blog, Reger se explayó sobre la importancia de renovar las industrias tradicionales, que no nacieron digitales. Un punto de vista en el que conjuga la experiencia japonesa con sus funciones como CTO para Europa.
«La industria del software – dijo – no tiene en Europa el mismo grado de innovación que en Estados Unidos. Cuando se habla de digitalización, no olvidemos que tenemos pendiente llevar a cabo la digitalización en los negocios tradicionales, como la construcción, por ejemplo: cuando se construya un edificio, hay que pensar cómo optimizar su ciclo de vida, aprender de la información que se recopila, para aprovecharla en la siguiente generación, que deberá ser más eficiente, podrá construirse más rápido y usará materiales menos contaminantes. Si la innovación en la industria del automóvil se siguiera basando en las piezas del motor, el advenimiento del coche conectado hará que muchas compañías pierdan valor, y habiendo delegado el software en terceros, se habrán acercado al precipicio».
[informe de Pablo G. Bejerano]