Sólo a medias puede alguien sorprenderse de que Amazon haya bajado el precio de venta de su Kindle 2 un 38%, de 259 a 189 dólares. El movimiento merece dos explicaciones plausibles. Primera: la intensa presión bajista en un mercado que ha explotado demasiado de prisa, con demasiados aspirantes. Segundo, para finales de julio o comienzos de agosto se espera la aparición del Kindle 3, que pasaría a ocupar el rango de precio que ha quedado despejado. Resulta muy sugerente que, según la consultora iSuppli, 189 dólares es aritméticamente la suma de la factura de materiales más el coste de fabricación del modelo actual. ¿Otra vez la vieja táctica del señor Gillette?
Jeff Bezos
Los analistas pronostican que el mercado de los gadgets para leer libros electrónicos se bifurcará entre los especializados – como el Kindle y congéneres – y los multipropósito, cuyo ejemplo es hoy por hoy el iPad. La demanda de las dos categorías debería crecer sin estorbarse hasta 2013 pero, al año siguiente, empezaría el declive de los primeros. Jeff Bezos, el fundador de Amazon, discrepa: “los lectores serios seguirán prefiriendo un dispositivo creado para ellos, gente para la que leer es una actividad importante”.
Como Amazon tiene por norma no revelar la cifra de ventas del Kindle, hay que dar crédito a una estimación de TechCrunch, según la cual en 2009 vendió 3 millones de unidades. ¿Es poco o es mucho? Lo que puede decirse es que el éxito del iPad (3 millones vendidos en menos de 90 días) no ha desacelerado las ventas de e-readers sino que, hasta cierto punto, les ha servido de estímulo. Tras un primer trimestre estacionalmente flojo, en el segundo se ha acelerado un 30% la demanda de e-readers, de manera que el mercado mundial llegaría a 15 millones a finales de año.
Lo poco que ha trascendido sobre el Kindle 3 es que sería más delgado que el actual, más rápido y con mejor contraste, y que integraría la posibilidad de conexión WiFi además de la existente 3G. También se espera que su software añada funciones de red social, vinculadas exclusivamente al contexto de los e-books. Se descarta la incorporación de color, una tecnología demasiado cara por el momento. Su precio, como queda dicho, estaría en torno a 250 dólares. Esta gestión de sus precios refleja una política sui generis para contrarrestar el marketing de Apple: “al marcar con beneficio cero su hardware, Amazon espera ganar más vendiendo libros electrónicos”, según iSuppli. Conviene añadir que la misma consultora ha calculado que el coste total de un iPad estaría entre 200 y 250 dólares.
Para que la venta de libros electrónicos sea rentable para Amazon y para los editores que tienen contrato firmado con ella, hace falta una escala de millones de usuarios. Y a esa escala no sólo contribuye el Kindle. La eficacia del modelo consiste en dejar que los consumidores lean los e-books en seis tipos de dispositivos para los que ha diseñado aplicaciones gratuitas: iPhone, iPad, BlackBerry, PC, Mac y (muy pronto) varios modelos de Android. Y ayer Amazon anunciaba que su aplicación para el iPad y el iPhone soportará audio y videoclips. Para no ser menos, podría decirse.