Mientras las ventas de sus competidores occidentales bajan, las de Huawei siguen creciendo: un 19% en 2009 sobre 2008. De paso, sus beneficios se han duplicado (aunque una vez corregido el efecto cambiario se quedan en un 26% de aumento). El vicepresidente de marketing global de Huawei ha visitado España, donde la empresa tiene las mejores relaciones con Telefónica. En el anverso de su tarjeta de visita, aparece su nombre, Hongxi Zhang, que en el reverso se transforma en Kevin, como prefiere ser llamado. Sí, la anécdota es trivial, pero ilustra la vocación internacional de una empresa china que el año pasado facturó 125.200 millones de yuanes (13.400 millones de euros).
El 2009 ha sido una pesadilla para sus competidores, y un año excelente para Huawei. ¿Cómo lo explica?
No se equivoque, ha sido un año duro para todos, aunque nuestro balance final ha sido positivo: los contratos firmados suman un valor de 30.200 millones de dólares, 30% más que el 2008. Y las cuatro áreas de actividad de la compañía han crecido satisfactoriamente: infraestructuras de red, software, servicios y terminales; pero hay un hito importante en esa progresión: por primera vez hemos cruzado la barrera de los 10.000 millones de dólares en las redes móviles.
Entonces, la pregonada reducción de inversiones de los operadores, ¿en qué ha quedado?
Cada operador tiene problemas y estrategias diferentes, pero todos tienen algo en común: sus clientes demandan más ancho de banda, y redes más veloces, lo que exige dotarse de capacidad. Ya se trate de redes fijas o inalámbricas, han de estar preparados para adelantarse a la demanda, pero al mismo tiempo, las circunstancias financieras aconsejan manejar con cuidado las ratios de capex [gastos de capital] y más todavía las de opex [gastos operativos]. Desde fuera, se puede tener la impresión de que el problema se centra en la primera variable, pero en promedio no representa más del 30% en sus cuentas; por este motivo, buscan soluciones que les ayuden a bajar el opex.
¿Han cambiado las prioridades de sus clientes?
Tampoco es así. Todos los operadores se enfrentan a un incremento del tráfico que circula por sus redes, y sus costes operativos se disparan, son difícilmente controlables. Aunque el nombre de Huawei suena más como fabricante de hardware, también vendemos nuestras alternativas para la gestión de las redes, que pueden aliviar en buena medida ese problema. Los servicios gestionados han sido para la compañía un segmento de alto crecimiento en 2009.
Pero el mercado se ha contraído, porque las inversiones han bajado. Lo dicen todas las consultoras.
Creemos que el recorte de la inversión de las telecos es un fenómeno pasajero, que no podría prolongarse sin entrar en contradicción con la demanda de los usuarios finales. Todas las estimaciones que conocemos, de esas mismas consultoras, coinciden en que el tráfico en banda ancha móvil se multiplicará por cinco en los próximos años, y esto afectará a toda la cadena, desde las estaciones base hasta los terminales. No se resuelve sólo montando más antenas y estaciones base: está en marcha un salto tecnológico, que cualquiera puede ver: el software y la calidad del servicio al cliente son fundamentales.
Se dice de Huawei que debe su crecimiento a que domina el expansivo mercado chino…
No es así. El 70% de nuestro negocio viene de fuera de China: 45 de los 50 principales operadores del mundo son clientes de Huawei, y tengo la certeza de que en el 2010 añadiremos más a la lista. En los mercados asiáticos, no sólo en China, estamos desplegando redes 3G, mientras que en Europa y Norteamérica se acelera la introducción de la 4G: participamos en unas 60 pruebas piloto, y a finales del 2009 Telenor y TeliaSonera contrataron el despliegue de nuevas redes comerciales 4G. Algo más: entre esos 45 operadores, sólo falta uno de los europeos de primera fila.
También se dice que Estados Unidos es el eslabón más débil de su negocio.
Si usted compara Norteamérica con otros mercados, es verdad que entramos relativamente tarde, lo que responde a una lógica: es un mercado muy grande y muy complejo, en el que se necesitan como mínimo cinco años para establecer relaciones de confianza, un factor que en otros países resulta más fácil reunir […] Estamos entrenados para las metas de largo alcance. Le daré un par de datos: tenemos más de 1.000 personas trabajando en Norteamérica, y últimamente nuestra posición ha mejorado mucho. En Estados Unidos, el operador de cable Cox nos escogió para desplegar su nueva red celular, y Clearwire para suministrarle otra con tecnología WiMax. En Canadá, Telus y Bell nos han encomendado la primera red HSPA+ de cobertura nacional.
O sea que no todo es LTE en el negocio de Huawei…
Claro que no. En 2004, cuando empezamos a trabajar en Europa, nuestra oferta consistía básicamente en estaciones base distribuidas, una solución muy apropiada para que los operadores reduzcan sus costes, y desde entonces se han convertido en un estándar de la industria. Otro caso que puedo citar es el de O2 Germany, filial de Telefónica, el primer operador europeo que en 2007 nos encargó una solución Single RAN. Esto no contradice, como he dicho, nuestra participación en los despliegues que se están haciendo con la tecnología LTE.
El sector, los proveedores de infraestructura de telecomunicaciones, ha pasado de tener ocho competidores a cinco, y dos de estos son empresas chinas. ¿Atisba otra fase de consolidación? Y en tal caso, ¿Huawei estaría interesada en una compra o una fusión?
No tengo conocimiento de que la compañía esté involucrada en una operación de esa naturaleza.