Los mercados europeos de telecomunicaciones, en esto el español no es ninguna excepción, se caracterizan por una superabundancia de operadores mientras la consolidación se hace desear. Colt – compañía jurídicamente británica – ocupa un espacio singular en ese contexto. Vive ajena (o casi) a los líos del sector: no es un operador móvil (¡qué alivio!) sino que se dedica exclusivamente a dar servicio de banda ancha a empresas, principalmente grandes corporaciones multinacionales, sobre una red que globalmente cuenta con 190.000 kilómetros de fibra (3.700 en España). Del papel de este operador singular ha hablado el autor de este blog con Joan Monrabá, director general de su filial española.
No parece que Colt haga mucho ruido en un sector propenso a ellos
Es que somos distintos. Si nos comparamos, la diferencia con otros operadores está muy clara: nos dirigimos al mercado empresarial, mientras la mayoría de operadores tienen como referencia exclusiva o prioritaria el mercado residencial. En esa perspectiva orientan sus inversiones en redes o en otro tipo de prestaciones, siempre pensando en el usuario doméstico. Nosotros, en cambio, diseñamos y desplegamos la red para dar conectividad a las empresas. Claro que no podemos ignorar los movimientos que usted llama ruido. Se crean competidores o se eliminan competidores y esto al final se nota en el paisaje. Es cierto, pese a todo, que tratamos de no sentirnos más concernidos de lo necesario. .
¿Esa actitud despeja el camino de Colt, pase lo que pase con otros operadores?
No sería justo decir que el camino está despejado, ni que estamos tan al margen como sugiere, pero sí es cierto que tenemos una estrategia estable, sin volatilidad. No somos un operador móvil ni tenemos intención de serlo. Nuestros clientes, si hablamos de España, tienen factorías o centros logísticos en Europa, en Asia o en Estados Unidos, a los que damos servicio de conectividad de datos entre sus distintas sedes, así como con sus clientes y proveedores. También les proporcionamos servicios de voz para sus centros de contacto. Este es el perfil de cliente que nos gusta, aunque no es el único.
No ser un operador móvil no impide que el advenimiento de 5G tenga influencia sobre la estrategia de Colt […]
Efectivamente. Tenemos una línea de actuación cuyo punto de partida es que para que 5G cumpla con las prestaciones que promete, necesita fibra. Fibra densa en las ciudades y especialmente en las áreas donde se concentran los negocios. Lo que Colt ha hecho en esta materia es poner en valor sus capacidades entre los operadores para conectar el mayor número de células posible con la fibra que ya tiene desplegada. El modelo europeo de comunicaciones móviles requiere una densificación de las estaciones base, lo que induce la necesidad de transporte de la señala por fibra. Como puede ver, 5G también es una oportunidad para Colt.
A propósito: ¿cómo se complementan operativamente?
Esencialmente, con la capacidad de cooperar en proyectos de ingeniería y luego con un componente de servicio. Todos los operadores, creo que sin excepción, son clientes de Colt, no con 5G sino de toda la vida. Cuando esos proyectos tienen que ver con empresas, suele ocurrir que son clientes finales de los operadores móviles, pero también hay iniciativas del sector público, que en principio deberían ganar en relevancia.
Cuénteme unas magnitudes de la infraestructura de Colt
Globalmente, Colt conecta alrededor de 30.000 edificios: son sedes corporativas, oficinas, almacenes, centros logísticos, etcétera (en España, son unos 3.000). Tenemos desplegados 190.000 kilómetros de fibra en todo el mundo, algo más de 3.700 km. en España. Hasta 2018 estábamos en las tres áreas clave del territorio: Barcelona, Madrid y Valencia, pero hemos hecho la inversión necesaria para conectar 29 provincias peninsulares.
Me interesa, obviamente, la inversión
Hace un año, la compañía terminó el refresco de su tecnología de red con una inversión total de 800 millones de dólares, que nos permite ofrecer prestaciones de muy alto ancho de banda. Ya está plenamente disponible. Otro capítulo importante ha sido la interconexión del mayor número posible de centros de datos; actualmente son casi 1.000 en todo el mundo, cuarenta y tantos en España. Esto significa que tenemos conexión directa con distintas regiones en las que están estructurados los principales proveedores de cloud: Amazon, Azure, IBM, en Asia también Alibaba […] Son conexiones directas, seguras y escalables. Menciono la escalabilidad porque es un atributo relativamente novedoso en esta industria: nuestros clientes pueden contratar capacidad desde un portal que les habilitamos, para subir y bajar el ancho de banda bajo demanda. Es una funcionalidad muy apreciada sobre todo por quienes trabajan en comercio online o con contenidos multimedia, ambos especialmente estacionales: pueden multiplicar su ancho de banda, pagar por el uso que hagan durante un período de tiempo y volver a bajarlo. Hemos cloudificado la red, desde el punto de vista del ancho de banda la posibilidad de edificios preequipados.
Su mención de los centros de datos me recuerda la floración actual de las instalaciones de co-location. ¿Trabaja Colt con este tipo de proveedores, como Equinix, Interxion o GlobalSwitch, entre otros?
Muy simple: trabajamos con todos los proveedores que significan algo en ese mercado. Hemos llevado nuestra fibra a sus centros de datos y en algunos casos hacemos proyectos en común con ellos […] Creo que es un buen negocio
¿Por qué subraya que es un buen negocio?
Porque es un negocio creciente. Hay una actividad intensa en torno a las nubes públicas, pero también de servicios relacionados con las nubes privadas y con el outsourcing.
Es creciente, pero los márgenes decrecen
No es una excepción en nuestro mundo. Los márgenes estrechos, por lo que necesariamente hay que afrontarlo como negocio de volumen. Obviamente, se maneja como debe hacerse con cualquier negocio de márgenes estrechos: con volumen y contratos de largo plazo. Y con clientes escalables, de los que sabes de antemano que van a seguir creciendo en su capacidad.
Volviendo a la pregunta sobre la inversión, ¿puede ser más preciso acerca de España?
[…] Invertimos cada día en lo que haga falta. De forma significativa, el último salto fue a finales de 2018, cuando expandimos nuestra presencia hasta 29 provincias donde antes dependíamos de infraestructuras ajenas. No lo hemos hecho con ánimo de competir con Telefónica, Vodafone u Orange […] No vamos a ofrecer conectividad a todas las tiendas del mercado, pero sí a los CPD de Mercadona con sus servicios en la nube. Quiero decir que no intentamos competir en capilaridad sino balancear racionalmente lo que piden nuestros clientes. Del mismo modo, no estamos en Estados Unidos para competir con AT&T sino para acompañar a nuestros clientes europeos en sus operaciones en ese país y proporcionarles conectividad en las ciudades donde tienen negocio, ya se trate de Nueva York, San Francisco, Detroit, Austin o Atlanta.
[…] O acompañar a los clientes multinacionales en su abordaje del mercado español. Lo digo porque la llegada de cables submarinos ha convertido la península ibérica en un hub de conexiones globales. ¿Qué papel juega o quiere jugar Colt en ese aspecto?
Los cables submarinos son una industria en sí misma, que atrae a inversores especializados que luego alquilan la infraestructura. Por tanto, tiene mucho de negocio fundamentalmente financiero. El hecho de que ahora tengamos cables submarinos como el Marea, cerca de Bilbao o el que se ha anunciado en Barcelona para conectar con África, ofrece unas alternativas de conectividad interesantes para modular las prestaciones. Lo que hacemos es asegurar nuestra presencia tecnológica en las estaciones de llegada a tierra de esos cables, donde poder poner nuestra electrónica y conectar.
Por lo que he visto, la facturación de Colt se divide aproximadamente en tercios […]
El canal mayorista tiene un formato clásico, es un mercado en el que los operadores intercambiamos capacidades, nos necesitamos unos a otros porque ninguno llega físicamente a todos los sitios. Luego están los canales directo e indirecto. El primero lleva las grandes cuentas corporativas y el indirecto vende a través de partners. En España, el volumen de negocio que tiene Colt se divide en esos tres tercios aproximadamente iguales, pero con distintos enfoques. Primero, podemos ofrecer una cartera completa, pero en muchos casos vamos de la mano de operadores. El canal indirecto lo gestionamos a través de agentes, que normalmente empaquetan servicios o pueden actuar como comisionistas de Colt.
¿Cuál es el modelo contractual con los operadores?
El modelo es por volumen de datos, por rutas que nos piden o pedimos a otros operadores. En este momento tenemos aproximadamente 900 interfaces con operadores de todo el mundo.
¿Quiénes son los principales clientes en España?
Lo siento, pero no puedo dar transparencia a los acuerdos sin permiso de la otra parte. Lo que puedo decir es que, por la inercia de origen, el sector financiero sigue siendo el más determinante para Colt. Otras industrias van ganando importancia, pero el dominio de la banca tiene fácil explicación: un bit que sale de Tokio hacia Londres, llega antes por la red de Colt que por cualquier otra. Así que Colt goza de una reputación muy sólida tanto entre los bancos de inversión como en los comerciales. Y, por cierto, todos los bancos centrales de la zona euro están conectados por la red de Colt. A partir de ahí, están los verticales
¿Cuáles?
Aseguradoras, farmacéuticas, fabricantes de coches, de componentes industriales […] Estamos en el retail, pero sólo en la parte corporativa. En todos los casos, nuestra oferta está asociada a capacidades de muy alto ancho de banda, que es el centro de nuestra actividad.
No ha nombrado al sector público
En España estamos presentes, sobre todo, en la Administración General del Estado, donde tenemos tradición. No es que destaque por su crecimiento pero ahí estamos. Creo que si algo ha hecho muy bien la compañía ha sido industrializarse para ofrecer productos muy eficientes; lo que pasa es que el sector público se ha habituado a los trajes a medida, así que tenemos que escoger dónde podremos ser competitivos y donde no.
Ha habido recientemente varios episodios célebres de apagones de servicio en proveedores cloud. La explicación más corriente es que el eslabón débil está en las conexiones de red. ¿Siente que están cargando el mochuelo a empresas como Colt?
Para nada. Habría que conocer bien qué ha pasado, caso por caso. Los que recuerdo haber leído tenían que ver, diré que aparentemente, con el diseño en su insuficiente redundancia. En ninguno ha tenido que ver Colt, pero no nos cansamos de insistir a los clientes en lo importante que es tener redundancia, dar resiliencia a la red y que sea capaz de soportar fallos o errores. La seguridad 100% no existe para nadie, pero si tienes una red bien diseñada te ahorrarás muchos disgustos. Muchos de nuestros clientes trabajan con dos o tres operadores a la vez, para que el mismo servicio llegue por rutas físicas separadas; es su manera de asegurarse de que aun en casos de catástrofe, al menos una de ellas seguirá funcionando.
Lo que dice viene muy a cuento de los problemas de infraestructura asociados a la pandemia […]
Hemos tenido ocasión de ver clientes con planes de contingencia y de continuidad de negocio sólidos, probados, bien planteados, que en unos pocos días han permitido hacer cosas increíbles para evitar rupturas en el servicio. Nuestros equipos junto con los de esos clientes han hecho milagros, lo digo con conocimiento. Hemos vivido unos incrementos de tráfico de voz en nuestros puntos de interconexión que han llegado a ser del 86%. En datos, los picos se han multiplicado por 40 en algunos casos y la demanda de ancho de banda por 20. En fin, que han sido unas semanas de una intensidad desconocida, pero nos han dejado lecciones valiosas para las buenas prácticas del futuro.