Hace un par de semanas, SAP AG celebró en Madrid su convención anual SAPphire, a la que asistieron unos 10.000 clientes y socios comerciales de toda Europa. Desde febrero de 2010, cuando el danés Jim Hagemann Snabe y el estadounidense Bill McDermott fueron escogidos para compartir la presidencia ejecutiva, tras un prolongado período de turbulencias, la compañía ha hilvanado siete trimestres consecutivos con crecimientos de dos dígitos. Esta racha, singular en tiempos de crisis, no es la única razón por la que la conversación con Snabe estaba más que justificada, aprovechando su estancia en España.
Tras la compra el año pasado de Sybase, especialista en software para la gestión de dispositivos móviles dentro de las empresas, SAP acaba de presentar decenas de aplicaciones, de desarrollo propio o ajeno, principalmente orientadas a la gestión de clientela (CRM), logística de distribución, comercio minorista y atención sanitaria. No obstante, el protagonismo de SAPphire lo ha dominado HANA, una nueva herramienta para el análisis en tiempo real de los datos que se generan en volumen creciente dentro de las organizaciones. El business analytics es ya una tendencia notoria dentro de la industria, y HANA es la propuesta de SAP. El tercer pilar, conocido pero renovado, es Business-by-Design, un conjunto de software en el que varios productos tradicionales de SAP están a disposición de las empresas bajo el modelo on demand, de pago por uso.
Jim Snabe se declaró orgulloso de haber bajado a una media de seis meses el tiempo medio de desarrollo de productos: “somos mucho más rápidos que cualquiera de nuestros competidores”. En referencia implícita a su rival Oracle, negó que ese camino tenga sentido para SAP: “podemos seguir la evolución del hardware sin fabricarlo”.
¿Por qué SAP se reafirma en su condición de empresa de software, mientras sus competidores se pasan a los servicios y alguno incluso va del software al hardware?
Veo que va usted al grano. Nuestra estrategia se basa en la convicción de que el gasto de las empresas en tecnologías de la información está dando un giro que nos favorece. Hasta ahora, las empresas han dedicado la mayor parte de los recursos a infraestructura, hardware y servicios, y sólo una pequeña fracción al software. Pero las proporciones están cambiando y pensamos que es una oportunidad de captar una cuota mayor del gasto en TI. Nuestros resultados recientes confirman que la facturación de SAP crece con solidez. Mientras tanto, otras compañías, enfocadas al hardware y los servicios se quejan continuamente de que el gasto de las empresas en TI está estancado. La verdad es que si nuestras ventas de licencias han crecido un 32%, no es porque las empresas gasten más, sino porque con el mismo gasto, o con menos, el software les aporta más valor.
También SAP ha dado un giro en su oferta. ¿Cuál es la relación entre ese giro y el crecimiento de las ventas?
Básicamente, nuestra oferta se compone de cuatro categorías: una, que llamamos core y está formada por nuestras aplicaciones clásicas para las empresas, las más conocidas. Hemos añadido tres nuevas categorías: in-memory, movilidad y cloud computing. Con ellas, se duplica el tamaño de nuestro mercado potencial, por lo que estamos en condiciones de crear más valor con cuatro categorías que con una sola. Actualmente, las nuevas categorías sólo representan el 10% de los ingresos, según los datos del tercer trimestre, por lo que es razonable pensar que subirán al 20% a finales del año que viene.
O sea que el 90% procede del core business ¿Cuál será la tendencia en los próximos años?
Que subraye las nuevas categorías como fuente de ingresos no quiere decir que el core business no crezca. Nadie dejará de invertir en el software que tiene instalado, y SAP tampoco: una parte de nuestros esfuerzos de innovación la dedicamos a mejorarlo y a propiciar la renovación de licencias. Si ahora tenemos una cuota del 5% del gasto total en software de nuestros clientes, pretendemos duplicarla, llegar al 10%, y esto sin necesidad de que los clientes aumenten su gasto en tecnología: basta con reordenarlo, que es lo que está ocurriendo.
[En la ponencia de apertura de SAPhire, Snabe prometió que el núcleo histórico del catálogo de SAP será reforzado con más aplicaciones verticales, propias o elaborados por los partners, y anunció la extensión en cinco años, hasta 2020, el mantenimiento de la versión 7 de su Business Suite]
El producto estrella de SAP este año es HANA. Usted ha dicho que no es sólo una nueva categoría, sino el inicio de una nueva arquitectura informática […]
Lo que he dicho es que, partiendo de un producto muy especial, que acelera el análisis de los datos contenidos en la memoria del sistema [en lugar de los discos de almacenamiento], en la fase siguiente queremos llevar esta innovación a toda la informática, que así se simplificaría enormemente. La última vez que pudo decirse algo así fue con la llegada de la arquitectura cliente-servidor, que desafió al mainframe; no es que hubiera nada malo en él, sino que la nueva arquitectura daba lo mismo a coste inferior. Creo que algo parecido es lo que estamos haciendo con HANA […]
De la comparación se deduce que donde usted dice mainframe podría decir data warehouse […]
No necesariamente. Esta no es una empresa de tecnología que vende tecnología per se; lo mejor de SAP está en dirigirse a las empresas para ayudarlas a aflorar valor. Para mí, HANA es un medio de aflorar el valor de la información, y cuanto más rápido se haga, más productiva será. Pero usted tiene razón en que tiene consecuencias sobre la infraestructura. Los usuarios de nuestra plataforma de data warehouse [Snabe no lo dijo, pero son unos 16.000 en todo el mundo], pueden ahora reemplazar la base de datos subyacente por el appliance, y analizar en tiempo real, sin tener que agregarla, información de distintas fuentes. En esa línea, vamos a presentar nuevas aplicaciones para HANA.
Esta mañana, en la sesión inaugural, usted describió HANA como un paso en la hoja de ruta, creo que esa fue su frase literal […]
Nuestra hoja de ruta tiene cuatro fases: primera, demostrar que HANA funciona; segunda, hacer que funcione como reemplazo o como acelerador de data warehouse; tercera, construir nuevas aplicaciones que hasta ahora no eran posibles; y cuarta, empezar a reemplazar la infraestructura existente. No creo que fuera sensato alterar el orden de estas fases; de esta manera, las empresas pueden probar estas tecnologías sin correr riesgos: paso a paso. Es un modo no disruptivo de introducir una tecnología disruptiva, de eso se trata.
In-memory, movilidad, on demand… son tres apuestas nuevas en poco más de un año ¿no es demasiado en una época de crisis?
Sólo serían demasiado si no estuviéramos en condiciones de respaldar las apuestas con hechos. El objetivo lo tenemos clarísimo: queremos ser una compañía que facture 20.000 millones de euros en 2015. Y a la vista de los datos del tercer trimestre, hasta podría decir que vamos adelantados en esa dirección.
La aproximación de SAP al modelo de software bajo demanda, y en definitiva al cloud computing, ha sido muy lenta. Supongo que se trata de preservar el negocio de licencias y los contratos de soporte.
Todo lo que hacemos es software para empresas; tenemos casi 40 años de experiencia, y sabemos que llevar nuestro software de improviso a la nube sería insensato, para nuestros clientes y socios tanto como lo sería para SAP. Ante todo, las empresas quieren sentirse seguras; por esto somos muy concienzudos en la construcción de nuestra oferta cloud. Yo no veo la lentitud; ahora estamos adaptándola para que sea útil a las empresas medianas. Y esto es importante en el mercado español.
¿Y si cambio el adjetivo, y donde dije lenta digo cauta?
Si usted mira lo que está pasando realmente con el cloud computing, verá que la mayoría de los actores que tienen éxito han escogido ciertas áreas funcionales. Lo que digo es que tenemos que estar seguros del nivel de calidad en la nube antes de crecer en ella; esta es la razón por la que nos tomamos tan en serio el desarrollo de nuestro negocio cloud. Y esta es la razón por la que estamos acelerando la localización de Business-by Design, para que nuestros partners descubran formas de aportar valor a las empresas de tamaño medio. Personalmente creo que una gran parte del futuro de SAP depende de esa aproximación al mercado, que hay mucha innovación en ellas, y este es el caso de España, un mercado en el hay muchas empresas de esa dimensión, con las que nuestros partners pueden trabajar y crecer.
SAP es la primera empresa europea de software. La última pregunta cae por su propio peso: ¿cómo ve la situación económica de Europa?
Que Europa está pasando un mal momento, es una evidencia. Pero el crecimiento de nuestro negocio en la región demuestra, a mi juicio, que el ciclo de inversión no se ha paralizado en absoluto. Somos conscientes de la incertidumbre que nos rodea, pero sinceramente creo que es una situación manejable y transitoria. No es una idea personal: es lo que me dicen los directivos de empresas clientes de SAP con los que me reúno periódicamente. Están incómodos con la incertidumbre, pero miran hacia adelante.