Una reconstrucción de los resultados de los últimos años indica que la auténtica vaca lechera de Apple sigue siendo el iPhone, que aporta nada menos que el 47% de los beneficios de la empresa; si se le suma el iPad, se concluye que dos de cada tres dólares que gana Apple son aportados por estos dos productos. En los márgenes está la clave. Según los analistas de iSuppli, en lugar de degradarse – como es el caso de sus competidores – aumentan un trimestre tras otro. En doce meses, el margen bruto del iPhone, el producto de más volumen, ha subido hasta el 72,6%; por el contrario, el del iPad ha bajado cinco puntos porcentuales. En conjunto, el hardware deja un prodigioso margen del 60%. El cuarto trimestre del año fiscal 2011, cerrado el 24 de septiembre, ha sido el último dirigido por el fundador, y los resultados dejan el listón muy alto al sucesor: un 39% de incremento en los ingresos, y del 53% en el beneficio neto no lo consigue cualquiera. Para el siguiente – el actual – prevé escalar otro 30%, pero aun así, los señores de Wall Street echan en falta a Jobs: desde el impacto emocional de su muerte, la acción había ganado un 11%, pero con estos resultados, objetivamente excelentes, bajó un 5%. Ha sido una reacción pasajera, pero también un aviso para Tim Cook, de lo que esperan de él.