Otros seguirán pronto el mismo camino, seguro. Pero ya nadie quitará a Huawei la primicia de haber anunciado antes que ellos un procesador que promete dotar de más inteligencia al nuevo smartphone de la marca. Un smarterphone. Es la razón por la que el fabricante chino eligió no presentar en la reciente feria IFA de Berlín su móvil premium Mate 10 y ceder el protagonismo a su chipset Kirin 970, que se anuncia como el primero con inteligencia artificial embebida en el dispositivo. El Mate 10 se presentará el 16 de octubre en Munich a tiempo para estrenarse en el mercado mundial junto con el Note 8 de Samsung y los nuevos iPhone que Apple mostrará hoy. He ahí la astucia del adelantamiento.
Tanto el Mate 10 como su versión con pantalla más grande, Mate 10 Pro, no se pondrán a la venta hasta finales de octubre o muy a inicios de noviembre. La ventana temporal importa, pero no lo es todo en esta competición de las tres primeras marcas del mercado. Al incorporar un chipset Kirin 970, el Mate 10 podrá procesar internamente y en tiempo real tareas de inteligencia artificial y enviarlas a una nube específica del fabricante en la que se asociarán con otros datos e imágenes. Richard Yu [Yu Chendong], CEO de la división de consumo de Huawei, presumió en Berlín de que esa capacidad permite analizar más de 2.000 imágenes por minuto, cuatro veces más que cualquier otro chip de características similares.
Según la documentación facilitada por Huawei, Kirin 970 puede completar una misión ´inteligente` con un consumo mínimo de batería: tiene 25 veces más potencia y 50 veces más eficiencia energética que su antecesor el Kirin 960, chipset que equipa el P10, modelo más alto de la gama actual de la marca. El consumo de energía sería inferior a medio vatio, lo que le otorga una autonomía muy amplia.
Este procesador es un desarrollo interno de Huawei, que se reserva para sí la exclusividad, a diferencia de otros de su clase que se venden para equipar smartphones de distintas marcas. Su fabricación ha sido contratada a la compañía taiwanesa TSMC, con reglas de diseño de 10 nanómetros, procesador de 8 núcleos y gráfica de 12 núcleos; estas características no difieren de los Snapdragon 835 (Qualcomm), Exynos 9 (Samsung) o Helio X30 (MediaTek), que corresponden a los smartphones más avanzados del momento. Lo mismo puede decirse del A10, un diseño de Apple igualmente fabricado por TSMC. Supuestamente, el procesador A11 que llevarán los nuevos iPhone, añade cualidades similares de inteligencia artificial.
La singularidad del Kirin 970 consiste en que incluye algo que Huawei llama Neural Processing Unit, o NPU (unidad de proceso neuronal) que, siempre a tenor de lo informado, aporta más velocidad de proceso, más datos personalizados y más información sobre el contexto específico del usuario. La NPU permitirá, entre otras funciones, hacer ajustes internos de la cámara Leica que lleva el Mate 10, para incluir efectos especiales sin necesidad de aplicaciones externas.
Todo lo anterior es muy elocuente, pero habrá que esperar al menos hasta que se ponga a la venta el Mate 10 y se publiquen evaluaciones reales e independientes. La comparación con los nuevos iPhone dirá qué es capaz de hacer cada uno de ellos; no es un asunto menor si se recuerda que Huawei aspira a desbancar a Apple del segundo puesto del ranking, puede que antes de finales de año. En cualquier caso, junto con el Note 8 – y tal vez el V30 de LG – marcarán la pauta de lo que cabe esperar de un smartphone de gama alta cosecha 2018. La noción de que el mercado mundial está preparado para asimilar modelos con prestaciones superiores y precios elevados, se vería así confortada.
Huawei tiene otras cartas que jugar. Además de la inteligencia artificial en modo nativo, el Kirin 970 se acoplará a la nube de la compañía. En el ejemplo mencionado de las imágenes procesadas dentro del dispositivo, los datos se refinarán luego en modo cloud. Este procedimiento implica que el volumen de datos transmitidos será menor, gracias a una selección previa. Esta tendencia ya se aplica en los grandes centros de datos; empieza a ser imposible almacenar toda la información y después procesarla. Con un filtro inicial que descarte lo irrelevante, se obtiene una mayor eficiencia, pero requiere un elaborado proceso local en tiempo real.
Precisamente, tres días después del anuncio del Kirin 970, durante el evento Huawei Connect en Shanghai, la compañía ha dado a conocer planes muy ambiciosos para desarrollar una nube mundial que le permitiría ofrecer múltiples servicios. El almacenamiento de la informacón manejada por el usuario de sus smartphones sería así un paso de una estrategia muy elaborada. Las implicaciones que conlleva, habrá que dejarlas para una próxima crónica.