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  11/03/2022

HPE empieza el año cosechando pedidos

A juzgar por los resultados del primer trimestre de su año fiscal 2022, finalizado en enero, a Antonio Neri le van saliendo bien las cuentas. El CEO de Hewlett Packard Enterprise se impuso hace tiempo el compromiso de que este año todo el catálogo de la compañía debería estar disponible en modo servicio si los clientes así lo requieren. Pues bien, a pesar del difícil contexto en el que opera – desde la pandemia a la retirada de Rusia, pasando por la crisis de suministros – HPE ha conseguido que sus ingresos crecieran el 2% hasta los 7.000 millones en el período. Es pronto, claro, pero Neri ha arriesgado una previsión de crecimiento de entre el 3% y el 4% cuando acabe el ejercicio, en octubre.

Antonio Neri

La base de su estimación es el ritmo de generación de pedidos. Sería algo positivo, en cualquier caso, pero es meritorio en un clima de incertidumbre y volatilidad. En términos generales, los pedidos han experimentado un aumento del 20% comparados con igual período del año anterior, cifra que se dispara hasta el 136% si se mira exclusivamente los pedidos as-a-service.

En este punto es relevante señalar que esta avalancha de pedidos está en parte justificada por dos circunstancias. La primera es la inquietud en torno a los problemas de suministro que afectan a la compañía como a todas. Los clientes han optado por adelantar pedidos para curarse en salud. La segunda es la inflación ascendente: cuando antes se cierren los precios, menor será el riesgo de la escalada.

Sobre los problemas de abastecimiento se extendió el director financiero, Tarek Robbiati: advirtió que han impedido transformar directamente el aumento de pedidos en aumento de ingresos. Pero todo se andará, vino a decir. El propio Neri, a pregunta de un analista, afirmó que la inevitable dilación en los plazos de entrega no ha provocado cancelaciones por parte de los clientes. No lo dijo tal cual, pero como el problema es universal, también los clientes han asumido que esta situación se extenderá al menos hasta bien entrada la segunda mitad de este año.

La hibridez, que Neri ha convertido en clave de bóveda en la estrategia de HPE, mediante la combinación de una oferta multicloud y bajando la nube a entornos locales, está demandando modelos de consumo flexibles. Naturalmente, presumió de que son los mismos por los que HPE viene apostando desde hace años. Esto incluye, según él, la conectividad con el modelo NaaS (Network-as-a-service) que los clientes consumen empaquetando hardware, software y servicios con la filosofía de suscripción. Lo ejemplificó así: basta suscribirse a Aruba Cloud Platform a través de GreenLake para, después, ir aprovisionando la conectividad a golpe de clic.

Esta sería la explicación del crecimiento de los pedidos bajo la modalidad GreenLake, que se han disparado un 136%. Se cifró en 1.350 el total de clientes, habiendo incorporado un centenar en el trimestre que va de noviembre a enero. Clientes entre los que están referencias tractoras como Barclays, que según Neri se está valiendo de GreenLake para ofrecer su plataforma de nube privada como parte de la estrategia de transformación digital.

Este mismo mes, el martes 22, HPE presentará novedades y mejoras en la plataforma, de cara a sacar el mayor partido a los datos de entornos híbridos conectándose de forma segura al edge. En las categóricas palabras de Antonio Neri, “pensar en el futuro de HPE es pensar en GreenLake”, que se materializa en el ciclo edge-cloud, dado que todo se entrega a través de esta plataforma – incluida la nube pública a elección del cliente – desde la conectividad bajo suscripción a un servicio de almacenamiento de datos consumido con elasticidad.

El capítulo de almacenamiento merece un comentario aparte porque parece reflejar la escasez de componentes: es el único segmento operativo cuyos ingresos descendieron y sin embargo el número de pedidos ha crecido más de un 15% y casi el 10% en modo servicio.

En cuanto a la métrica que se va imponiendo como rasgo decisivo de las empresas de TI, los ingresos anuales recurrentes (ARR, por sus siglas en inglés), por primera vez en mucho tiempo no creció secuencialmente. Tocó a Robbiati explicar que, pese a los problemas de abastecimiento, aumentó un 23% hasta rozar los 800 millones de dólares. A propósito, debido a la  incertidumbre que comporta este problema, el CFO de HPE no descartó cierta volatilidad de la ratio ARR, aunque lo suavizó al afirmar que el buen ritmo que llevan los nuevos pedidos le inspira confianza.

Por su parte, Neri rechazó la insinuación de que se esté produciendo una cierta estacionalidad. El abastecimiento o la disposición del cliente son factores suficientes – explicó – para justificar el tiempo que puede llevar la puesta en marcha de una instalación – que comporta una pila de hardware, software y servicios – pero que, finalmente se concreta. Avanzó, sin que se le preguntase, que este año se harán públicas referencias de clientes de mucho peso. Complementando al CEO, Robbiati precisó que, más que los ARR – que lleva tiempo consumar – lo que importa es el valor total del contrato. Algo que, según dijo, en el trimestre ha aumentado en 500 millones de dólares, cifra en la que más del 64% corresponde a software y servicios.

Al revisar los resultados por áreas, otra conclusión que puede extraerse es que la apuesta que Neri hzo por Intelligent Edge cuando asumió su cargo, está funcionando. Desde entonces, el CEO lleva predicando la buena nueva apoyándose en su compañía Aruba, una inversión que se ha justificado plenamente casi desde el primer momento. Este negocio ha facturado un 11% más y, por cuarto trimestre consecutivo, los pedidos mantienen una tendencia alcista de más del 35%. En ello tiene mucho que ver el viento de cola de los accesos remotos vendidos durante la pandemia.

Señaló Neri que la plataforma nativa Aruba Central Cloud está gestionando más de 120.000 clientes, con más de 1,9 millones de dispositivos conectados. Son por lo general empresas que han ido pasando del WiFi a LAN o WAN y que en breve podrán hacerlo también con 5G, consumiendo un mayor número de servicios. Todo suma, en fin: esos casi dos millones de dispositivos conectados dan lugar al procesamiento de unos 2.000 millones de puntos de datos por hora, en trece geografías distintas.

Otro de los negocios de HPE a los que importa prestar más atención de la que habitualmente recibe en España es el de supercomputación, área en la que a era potente y ha salido reforzada con la adquisición de Cray. Neri avanzó que este año la compañía – ya instalada en un amplio campus cerca de Houston – hará anuncios importantes como efecto indirecto de los contratos con el departamento de Energía de Estados Unidos. Destacó que varios de los sistemas HPC construidos y ya entregados aún no tienen sus cargas de trabajo a pleno rendimiento. De hecho, Robbiati apuntó que si los ingresos por este capítulo crecieron un 4% se ha debido al retraso de dos proyectos que van a contabilizarse en el segundo trimestre.

Con los números a la vista, la cartera de pedidos de computación de alto rendimiento (HPC) e inteligencia artificial (IA) rondó en el trimestre los 2.700 millones de dólares, un incremento del 20%. Se confirma de este modo la tesis según la cual las empresas están cada vez más interesadas en la analítica y la IA as-a-service.

Todo combinado, HPE presenta un balance muy equilibrad, incluso en el desglose por geografías. Por ejemplo, tiene muy poca exposición en Rusia, donde ha suspendido sus exportaciones. Todas las áreas del globo apuntan maneras. Si se tiene en cuenta que los ingresos crecieron un 2% y los pedidos el 20%, se puede deducir que, si el mundo no enloquece en las próximas semanas y meses, el año fiscal podría cerrarse con un plus del 4%.

[informe de David Bollero]


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