Algunos pájaros de mal agüero se han dedicado los últimos días a la vana discusión sobre el impacto que sobre la cotización de Apple tendría la desaparición de Steve Jobs. No faltó quien escribiera que le quedaban seis semanas de vida, y luego envainara al aparecer las fotos de Jobs sentado a la vera de Barack Obama. No se espera que comparezca mañana en la conferencia convocada para presentar el iPad2, primera ocasión de demostrar que la hoja de ruta está trazada, y que Tim Cook, sucesor provisional de Jobs, lleva con firmeza el timón de la compañía. Pero los bulos no cejarán mientras no se despejen las incógnitas sobre el programa de lanzamiento de nuevos productos.
Según el bien informado Gene Munster, analista de Piper Jaffray, Apple no tiene intenciones de entrar en nuevas categorías de productos en 2011. Este año será de consolidación y recogida de beneficios de las cinco líneas de negocio: iPad, iPhone, Mac, iPod y AppStore. Lo que no significa, dice Munster, que no haya muchas novedades en el horno.
El iPad2, que se anunciará mañana en San Francisco, debería estar en el mercado cuanto antes, tal vez en abril, para replicar a los competidores, en especial la tableta Xoom, que Motorola ha desarrollado en íntima comunión con Google, la primera en llegar al mercado con Android 3.0, también llamado Honeycomb.
Apple lleva un año en el mercado de las tabletas, dispuesta a hacer valer la ventaja adquirida de 15 millones de unidades a cero. De los abundantes rumores sobre la secuela, el más plausible parece ser la inclusión de una cámara frontal, junto con la posibilidad de que lleve un procesador de doble núcleo supuestamente llamado A5; nada revolucionario, realmente, pero que redibuja la competición. De ahi en más, todo son conjeturas, y por alguna razón, a muchos comentaristas les parece relevante la eventualidad de que el iPad 2 salga en color blanco [recuérdese que el iPhone 4 blanco es una promesa no cumplida].
¿Y después, qué? ¿Habrá un iPad 3 este año? Este bulo, originado en Taiwan – como tantos que se refieren a Apple – le parece poco probable a Munster: no hay razones en el contexto competitivo – dice – para que Apple acelere su cadencia habitual y corte la racha de un producto con otro susitutivo. Cree en cambio que el siguiente anuncio, prácticamente inmediato, será una nueva generación del sistema operativo iOS (sería la 4.3).
En junio a más tardar, se espera la aparición del iPhone 5, con algunos cambios de ingeniería para despejar el riesgo de otro `antenagate´ y, sobre todo, con una pantalla de 4 pulgadas, que ganará superficio mediante la eliminación del botón home. La novedad más importante sería la inclusión de un chip NFC, el complemento perfecto para una empresa que tiene los datos bancarios de millones de usuarios de sus tiendas iTunes y AppleStore.
La prensa neoyorquina (no la taiwanesa), ha mencionado un supuesto prototipo de iPhone más pequeño y supuestamente más barato. Suena extraño en una compañía habituada a un diferencial de precio, pero realmente no sería la primera vez, aunque el recuerdo no es precisamente positivo: Performa, un intento táctico de popularizar el Mac, acabó en fracaso. Esta vez tendría otro sentido: los estrategas de Apple recomiendan no descuidarse ante la previsible ofensiva low cost de sus competidores. Y si la compañía quiere conquistar una parte mayor de la tarta, sólo podría hacerlo en mercados como China e India.
No se trata de una aspiración metafísica. El analista Munster sugiere que el motor de crecimiento de Apple en 2011 y 2012 serán China e India, “dos mercados en los que apenas ha rascado la superficie”. Su argumento es el siguiente: “para que si el iPhone crezca en línea con el mercado mundial de smartphones (35% en 2011), debería vender 200 millones de unidades en 2015”. Puede que así sea, pero a Munster se le ve el plumero cuando de ello deduce que la acción de Apple está “seriamente infravalorada”.
Circula otra versión acerca de un futuro dispositivo que cubriría la brecha entre el iPhone y el iPad. Pero no sería una tableta de 7 pulgadas, idea que Steve Jobs ha descalificado públicamente, sino una variante del iPod Touch con pantalla de 6 pulgadas y conectividad exclusivamente wifi.
La línea de productos clásicos de Apple se irá llenado durante el año, pero la mayor incógnita no está en ellos sino en sus planes de servicios cloud. Esta es una asignatura que no se le ha dado bien: del último intento, MobileMe, puede decirse que ha sido un fiasco, con menos de 5 millones de usuarios sobre los más de 60 millones de iPhones activos. Pero son suficientes para insistir, y según Munster 2012 será para Apple el año de los servicios cloud. Desde que adquirió – y desactivó – la compañía Lala, se ha dado por cierto que prepara un servicio de música en streaming, pero esto no gusta a los sellos discográficos.
El servicio streaming de Apple – que en principio se llamaría iTunes Replay – partiría de una base de 160 millones de usuarios activos de la tienda actual, a los que ofrecería la opción de almacenar su música en la nube para bajarla a cualquier dispositivo y en cualquier situación. El estímulo para poner en marcha esta iniciativa vendría de fuera, si se confirma el repetido rumor según el cual Google prepara su propia tienda de música para dispositivos Android.
Se puede presumir que estas previsiones, todas con fundamento racional, formarían parte de la hoja de ruta que los lugartenientes de Steve Jobs tienen como misión llevar adelante, pase lo que pase.