11/11/2024

David del Val

Director de Open Gateway en Telefónica

Innecesario recordar que el sector de las telecomunicaciones es “ferozmente competitivo”, como se repite rutinariamente año tras año y conferencia tras conferencia. En cualquier caso, se trata de una competencia en la que los operadores privilegian la escala nacional o a lo sumo regional, raramente más allá. Podría decirse que una de las pocas experiencias globales compartidas con éxito por las telecos ha sido durante años el servicio de roaming o itinerancia internacional. Hasta que en el Mobile World Congress del 2022 apareció Open Gateway, una iniciativa colectiva a cuyo frente estaban Telefónica y un pelotón de operadores, con el respaldo de la la GSMA, la asociación mundial que agrupa al sector.

David del Val

La estrategia no ha cambiado para nada, dice en esta entrevista David del Val, veterano de Telefónica y actualmente director de Open Gateway en el grupo multinacional:  “desde el primer día, el objetivo ha sido exponer unas capacidades que tenemos los operadores  para que los desarrolladores puedan apoyarse en ellas. Más que ocupar un espacio en un mercado, lo que hemos conseguido, ha sido crear un mercado desde cero. Es algo que teníamos encerrado dentro de nuestras redes y que sólo usábamos nosotros”. La identidad, la localización, el análisis de la calidad de servicio, son aspectos que el usuario normalmente desconoce pero que pueden ser muy útiles a los desarrolladores de aplicaciones. “Esto – añade – puedo asegurar que  no ha parado de crecer  […]

¿Cómo se mide ese crecimiento?

Hay distintas métricas posibles. Una es la cantidad de recursos en personas dedicadas a esto y relacionarla con la aparición de ingresos. Una medida indudable es el hecho de que casi todos los operadores del mundo tienen un departamento de Open Gateway, con este nombre o con otro de igual significado. En definitiva, Open Gateway está subiendo en la curva de hype: cada vez más telecos en todo el mundo se suben a este tren.

Entiendo que es un servicio de los operadores para los desarrolladores, para el que se ha creado una cadena de valor […]

Son API que se exponen en forma de software, para las que el cliente natural no es el usuario sino el desarrollador. Y, por encima de este, se trata de un servicio B2B, que se dirige a las empresas para ofrecerles unas capacidades que no necesariamente son nuevas pero que no han estado a su alcance durante mucho tiempo. Las Big Tech son interlocutores cotidianos porque las capacidades de las que hablo pueden ser muy útiles para ellas: los grandes bancos y las grandes empresas de automoción son parte de este movimiento.

¿Puede describir la cadena de valor según los criterios  habituales?

Empieza por nuestro papel en la producción de unas API, como por ejemplo una que ha pasado a ser clásica, que permite verificar si el número de teléfono que el usuario ha dado en una aplicación coincide con el del teléfono en el que se está ejecutando esa aplicación. Es un sistema de verificación parecido al usual en SMS, sólo que en este caso no se manda ningún mensaje. Como digo, se expone hacia unos agregadores, como pueden ser Vonage (adquirida por Ericsson en 2022) o Infobip, que tradicionalmente han trabajado con SMS. O bien, los hyperscalers por una cuestión obvia: AWS, Azure o Google son capaces de ofrecer al desarrollador – que es el tercer eslabón de la cadena de valor – una API que este podrá insertar en su código fuente de modo que, cuando se ejecuta la aplicación en el móvil del usuario, la API “llama” al agregador que, a su vez, le pregunta de qué operador es el móvil invocado. Si es de Telefónica, redireccionan a Telefónica esa llamada y eta se lleva un margen pequeño mientras el desarrollador de la aplicación se lleva otro.

Son enfoques diferentes, cada uno con su modelo de negocio […]

Eso es. En lo que respecta a los operadores, cada vez que se utiliza una app en alguna parte del mundo, hay un operador que gana dinero porque a través de la red se canaliza la pregunta acerca de quién se trata (identificación) o en qué lugar del planeta se encuentre (localización).

¿Cómo se federa globalmente ese movimiento?

[risas] Ese es el milagro de lo que estamos haciendo: conseguir que las telecos del mundo expongan la API, con independencia de cuál sea su origen, de tal manera que técnicamente dé igual que sea de Telefónica o de Deutsche Telekom. Y esto se hace con un estándar reconocido que hemos creado y se llama Camara […]

¿Lo han creado los operadores?

No. Es una colaboración entre la GSMA y la Fundación Linux. Camara es open source y respondo de antemano la pregunta que imagino: no hay un organismo de estandarización, se llame 3GPP, ETSI u otros. Creo que es un punto de interés, porque hemos hecho las cosas de manera diferente: en lugar de escribir un estándar y luego implementarlo, como se hace tradicionalmente en la industria teleco, lo llevamos a un estándar de código abierto, lo publicamos y nos ponemos de acuerdo con los chinos, los americanos o con quien haga falta. De ese proceso de consultas sale un estándar escrito. Un grupo de líderes lo implementa antes de escribirlo, lo que nos da una gran velocidad.

¿Ese grupo de líderes es informal o se ha institucionalizado?

Es open source, por lo que para cada API como para cada uno de los productos, hay un grupo de empresas que tiene especial interés y pone a sus ingenieros a trabajar unos con otros. Para la verificación de números, por ejemplo, son Telefónica, Deutsche Telekom y Orange, en otras Telefónica no participa. No estamos inventando nada. Desde hace muchos años, la Fundación Linux viene haciéndolo así. La GSMA también juega un papel central. Cada seis meses se publican nuevas APIs para que todas las telecos puedan implementarlas exactamente tal como son.

¿Hay más actores en la cadena de valor?

Sí, está el papel del agregador, que reparte juego: lo tiene bastante fácil, porque aguas abajo es el mismo producto, de modo que sólo tiene que llegar a acuerdos comerciales con cada teleco para definir los precios y otras condiciones. El agregador incluso puede enriquecer esas APIs y combinarlas para crear servicios más complejos.

[…] no hace falta un órgano centralizado.

Mejor así. Es una colaboración entre competidores acérrimos, que se han  puesto de acuerdo en lo que hay que hacer y de que todos nos vamos a beneficiar.

¿Cómo funciona en la práctica?

Hay un cierto número de operadores, entre ellos Telefónica, que están exponiendo sus APIs cada vez en mayor número, mientras en paralelo se mueven los desarrolladores de aplicaciones, que pueden ser un banco o una red social y, naturalmente, quieren que el código a manejar sea lo más sencillo posible. No quieren saber si una API es de Telefónica, de Vodafone o de América Móvil,… escriben una aplicación para todo el mundo y tiene que funcionar igual en todo el mundo. Además, están acostumbrados a escribir para AWS, donde tienen su aplicación desplegada y al mismo tiempo trabajan para los SMS con un agregador, que puede ser Vonage […] O se trata de un gran banco que trabaja con un integrador como Deloitte. Así se va formando una malla de conexiones.

¿Qué hacer con la complejidad resultante?

Se simplifica mucho gracias a Camara y a que se fijan los precios por contratos. Normalmente, un hiperescalar tiene que negociar con 900 operadores […] En nuestro caso, hemos resuelto esa complejidad creando una joint venture, participada por Ericsson con el 50% y doce operadores que se reparten el otro 50%. Está Telefónica, junto con Vodafone, Deutsche Telekom, Orange, los tres americanos [Verizon, AT&T , T-Mobile], dos de la India [Airtel y Jio]. En América Latina, América Móvil y en Australia, Telstra. Por tanto, tenemos una cobertura mundial bien representada y ha sido una hazaña que tantos y tan conspicuos competidores se pusieran de acuerdo, abarcando múltiples zonas  horarias, algo que sólo se consiguió anteriormente con el roaming, sin el cual la telefonía móvil no sería lo que es hoy.

Interesante comparación […]

Ineludible. Hace tres años, las API de Telefónica no funcionaban fuera de la huella de Telefónica y las de Vodafone eran distintas de las de Deutsche Telekom, pero Open Gateway consiguió el milagro de que todas las APIs de operadores funcionen en todos los países.

Algo habrá influido un cambio de actitud de los proveedores de equipos de red […]

Cierto. Han estado empujando desde el principio, por tres motivos principales. Primero, porque este movimiento ayuda a los operadores a monetizar 5G y está claro que todo lo que sea monetizar les interesa en su condición de proveedores, porque ayuda a generar demanda de sus productos. Segundo, porque tienen la tecnología necesaria para hacer estas API, y tercero, porque ellos mismos tienen su propio negocio de agregación de API.

Ericsson y Nokia están alineadas y son europeas. ¿Qué pasa con Huawei, como suministradora en Estados Unidos y en la Unión Europea?

Huawei no es ajena a lo que se hace en Open Gateway. En China, está desplegando API a una velocidad increíble. En todo caso, conozco mucho mejor el caso de Ericsson y de la joint venture en la que vamos juntos. Un integrador que no quiera conectarse con 150 operadores, se conecta con la joint venture en una conexión única y la cadena de valor de la que hablamos antes se le simplifica enormemente: de un plumazo, cuando un agregador se conecta a centenares de telecos.

¿Qué añade Open Gateway al modelo de negocio de Telefónica?

Estamos poniendo nuevos productos en el mercado, de modo que en algún momento nos  preguntamos  por qué no lo hicimos antes.  La respuesta corta es: porque no existía Open Gateway [risas]. Algunos de esos productos se basan en información que tenemos en nuestras bases de datos y con la cual podemos conseguir, ahora, ciertos ingresos porque una API está expuesta en esa maraña.

¿Cuál es la categoría de API que más demanda tiene?

Sin duda alguna, el primer caso de uso es la identidad y prevención del fraude. Ahora mismo, la identidad en Internet suele resolverse con un SMS enviado al móvil. Si tengo la seguridad de que el usuario tiene ese móvil en la mano, probablemente sea quien dice ser. Pues bien, la familia de API que tiene Telefónica es mucho más rica, porque aparte de verificar el número, también verifica si la SIM ha cambiado de dispositivo recientemente, que suele ser un predictor de fraude. No es cien por ciento seguro, pero le sirve al banco como señal: si hay que tener más cuidado con ese cliente, igual habría que hacerle una llamada. También tenemos un detector de si hay una llamada entrante mientras el cliente está haciendo una transacción, porque eso puede estar indicando posible fraude.

En una palabra, la seguridad es lo primero […]

Tenemos API para vehículos, sean automóviles, drones o robots. Que tienen como característica la necesidad de estar constantemente conectados a Internet. De los drones militares se ocupan los satélites, pero con un dron civil puede ser relevante saber si se está metiendo en una zona sin conectividad. Para esto tenemos una API que le da un mapa de conectividad en función de la altura a la que esté; quien controla el dron puede decidir a qué altura volar para conseguir mejor cobertura, lo que proporciona mucha más seguridad. Y quien dice un dron podría decir pronto un taxi autónomo como los que empiezan a aparecer en las calles estadounidenses.

Hasta ahora no ha salido la cuestión de la privacidad. ¿En qué afectan las API?

La principal innovación de Open Gateway con respecto a lo que hemos hecho en el pasado en realidad son dos: una es Camara, que todos exponemos la misma API, otra es que la privacidad está embebida por diseño. Dicho con otras palabras, no puedes llamar a una API sin cumplir la legislación sobre privacidad. Para que sea aceptada en el colectivo de Open Gateway, el  protocolo establece que si la API tiene que responder con un dato personal – aunque sea sólo con un sí o un no – el RGPD de la Unión Europea dicta en qué casos es aceptable que se responda a esa pregunta. Todo está diseñado para que el desarrollador esté tranquilo con el cumplimiento de la ley.

¿Qué compañías operadora empujó más?

En enero de 2022, José María [Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica] fue designado para presidir la GSMA [nota: acaba de ser renovado en el cargo] y uno de sus temas recurrentes era lo que acabó llamándose Open Gateway. En mayo del mismo año, nos reunimos con la GSMA y en septiembre teníamos un montón de telecos diciendo que querían adherirse al proyecto. Y desde entonces, Open Gateway ha sido un tema estrella de las dos ediciones siguientes del Mobile Congress. He de decir que las telecos europeas han sido las más activas: Deutsche Telekom hizo un trabajo muy importante en el desarrollo de Camara y nosotros entramos inmediatamente después. A lo que voy es a que en esta compañía nos tomamos muy serio la consciencia de que hemos encontrado una manera novedosa de monetizar. Y la hemos liderado o nos hemos sentido acompañados por otras telecos europeas.

¿Ha sido preciso relajar la competencia entre operadores?

De ninguna manera. Ya hace mucho tiempo, los operadores, en primer lugar los europeos, están convencidos de que no todo es competir. Hay que competir, claro, porque es consustancial a estar presentes en un mercado pero, como industria, las telecos hemos colaborado poco y tenemos que colaborar más. Lo estamos viendo en otras iniciativas, como Utiq en la que junto con Telefónica están Deutsche Telekom, Orange y Vodafone, que puede verse como el caso precursor del formato colaborativo de Open Gateway.

Me había propuesto no hacer ninguna pregunta sobre inteligencia artificial y la he cumplido.

[risas]


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