Como se esperaba, el primer tablet en la estela del iPad será un Android. Pero no tiene que ver con la notoria rivalidad entre Google y Apple, sino más bien con la evidente amistad entre Cisco y Apple. Hablando con propiedad, no será un competidor, puesto que se dirige al mercado empresarial y no al consumidor, con un enfoque distinto a lo conocido. El nuevo artefacto, llamado Cius (transcripción de see us), se define como herramienta de comunicación y colaboración, gracias a la cual los empleados de una empresa podrán conectarse mediante videoconferencia, compartir documentos y trabajar en remoto como si estuvieran en su propio puesto de trabajo. No llegará al mercado hasta 2011.
¿Por qué anunciarlo con tanta anticipación? Probablemente porque Cisco pretende marcar de entrada su territorio, en lugar de aparecer más tarde como uno de tantos tablets que prepara la industria. Y también porque no es este un producto para lanzar de la noche a la mañana, sino un concepto que requiere de negociaciones con otras partes, y tiempo para madurar. Hace meses, los rumores de que Cisco preparaba un tablet parecían infundados; hoy tiene sentido porque entretanto se ha conocido el iPad. El nonato Cius tiene una pantalla de 7 pulgadas, conexiones WiFi y 3G, con dos cámaras: una frontal de HD 720p y otra de 5 megapixeles en el reverso, y alberga un microprocesador Atom. A priori, su precio debería ser inferior a 1.000 dólares.
La combinación entre el dispositivo móvil y la virtualización del desktop es la clave para entender de qué se trata, y qué espacio aspira a ocupar en un mercado que, el año próximo, tendrá al menos una decena de tablets en venta. Cisco negocia con tres especialistas en virtualización – VMware, Citrix y Wyse – con el objetivo de entregar el aparato con su software preinstalado (no será ocioso recordar aquí que VMware y Cisco están estrechamente vinculados, pero el asunto no está cerrado). De manera que el Cius funcionaría a manera de un thin client: colocado en su soporte de sobremesa con acceso a la línea telefónica, podría trabajar como un videoteléfono híbrido y/o como un PC (o Mac) virtual, en su caso. Una vez extraído del soporte, recuperaría su condición de terminal móvil para videoconferencia, con la cualidad de funcionar con aplicaciones concebidas sobre el sistema operativo Android, para empleados itinerantes.
No será, por consiguiente, otro gadget para video móvil – Cisco ya tiene uno, la cámara Flip, aún no disponible en España – sino una suma funcional de tablet, smartphone, PC y teléfono fijo, que entroncará en una estrategia de largo recorrido, para la que Cisco ha invertido millones en adquirir empresas. Sin embargo, el factor diferencial es precisamente el vídeo: si las personas y las empresas van hacia entornos de colaboración, estos han de incluirlo necesariamente.
Esta primicia es la consumación del manifiesto interés de Cisco por las plataformas de colaboración. El discurso de la compañía suele enumerar cuatro “formas de vida en el trabajo”: 1) creación de contenidos y documentos, 2) comunicación, 3) transacciones, y 4) sistemas sociales (blogs, wikis, etc). Un argumento que apunta a situar los productos de Cisco en la intersección de esos cuadrantes. Allí deberían confluir las comunicaciones unificadas (UC), una especialidad de la casa, y las herramientas de colaboración, mercado al que se ha incorporado hace poco. Es pertinente preguntarse por el ritmo de adopción en las empresas.
Otra novedad reciente de Cisco – también resultado de una oportuna adquisición – es Quad, una pieza del puzle que encaja con la oferta de software de colaboración existente en el mercado: salvo que tengan otros planes, competirá con Lotus Live (IBM), SharePoint (Microsoft), StreamWork (SAP) y Chatter (Salesforce). También Google Wave podría entrar en esta pletórica categoría, pero su orientación inicial no parece propicia para entusiasmar a las empresas.
Hace pocos días se anunciaba que Quad, una aplicación «social» a la que algunos ven como una variante empresarial de Facebook, estará disponible después del verano para el iPad y el iPhone. El hecho es doblemente significativo, porque parece confirmar la buena relación entre Cisco y Apple: la marca iPhone, originalmente registrada por Cisco, fue cedida sin contrapartidas conocidas; lo mismo ha ocurrido este año con el nombre iOS, también registrado por Cisco.
Otra pregunta pertinente es si se trata del camino por donde avanzan realmente las empresas. Esta es la respuesta de Zeusz Kerravala, analista de Yankee Group: “estamos llegando a un punto en el que el e-mail tocará techo. Al mismo tiempo, cualquiera que tenga hijos sabe que lo primero que hacen tras despertarse y al regresar a casa es abrir su cuenta de Facebook. No falta mucho para el día en que, en las empresas, un interfaz de este tipo sea lo primero que abra la gente al llegar a la oficina, y se lo lleve consigo allá donde vaya».