Haciendo honor a su nombre, la última edición del Visual Networking Index elaborado por Cisco presenta un compendio, por momentos abrumador, de información fáctica (y visual en lo posible) sobre el tráfico global de datos móviles, tanto el actual como el proyectado hasta 2021. De entrada, es una ducha de optimismo: en 2021 habrá en todo el mundo 5.500 millones de teléfonos móviles, un número muy superior al de líneas fijas (2.900 millones). Cinco años de intenso crecimiento en usuarios, dispositivos y conexiones, así como de aumento de velocidad de las redes y consumo de vídeo. El tráfico de datos, centro del fenómeno, se multiplicará por siete. Con la monetización como protagonista.
«Los operadores necesitarán incorporar innovaciones a su red para bajar la latencia y provisionar dinámicamente la capacidad que se espera como resultado de las redes 5G», declara solemnemente el documento. A lo que añade que 5G representará el 1,5% del tráfico total de datos móviles en 2021, pero generará 4,7 veces más tráfico que las actuales conexiones 4G y 10 veces más que las 3G.
El informe está construído como una sucesión de hitos. Por ejemplo, este: el tráfico de datos móviles representará (en 2021) el 20% del total del tráfico IP [en España el 15%, que no es poco] en contraste con el 6% el año pasado.
Vamos, que los servicios móviles de voz, datos y vídeo se han convertido en un artículo de primera necesidad para unos clientes que demandan más ancho de banda para datos e imágenes, sobre todo muchas imágenes en una marabunda imparable. Las conexiones M2M alcanzarán el grado máximo de protagonismo como categoría de dispositivos/conexiones de más rápido crecimiento. Ante este panorama, la capacidad y eficiencia del backhaul serán clave para que los servicios respalden las tendencias del consumo y mantengan bajo control los costes de las infraestructuras.
Está previsto que la conectividad 4G o LTE con distintas variantes asuma el mollar de esta evolución. Algunos países ya están abriendo la senda de 5G, cuyo despliegue comenzará a partir de 2020. La verdad subyacente es que muchos usuarios aún no se conectan con 4G, o ni siquiera tienen (todavía) un smartphone. Esto es parte del incremento previsto del tráfico de datos. Otro componente, apuntado en el informe, es la continua proliferación de servicios de vídeo móvil, como Facebook o Snapchat, extremadamente glotones en ancho de banda; esto, a su vez, se considera determinante para acelerar los despliegues de 5G. Pero Cisco no aclara – ni es el objeto del estudio – qué modelo de negocio permitiría hacer rentable la faena de satisfacer esa demanda alocada.
¿Cuál será ese modelo de negocio? Lo que hace el estudio, con una cierta dosis de idealismo, es proponer que los distintos actores – operadores, proveedores , desarrolladores de aplicaciones y, cómo no, los OTT (over-the-top) – se concierten para cooperar o, lo que vendría a ser lo mismo, para competir sin hacerse daño. Cisco, o al menos los autores del VNI, apuesta por la aparición de asociaciones, ecosistemas y consolidaciones Mediante la búsqueda de algoritmos capaces de obtener el máximo de la monetización de las inversiones en contenidos y servicios, además de las redes que habrá que desplegar… y no son baratas. Un esfuerzo urgente, si se piensa en que de ello dependerá la financiación del capex para las infraestructuras 5G.
No se puede negar que la demografía presiona. Según el documento respaldado por Cisco – por cuyos routers y switches transita la mayor parte del tráfico mundial – en 2021 cada persona que habite este planeta dispondrá de 1,5 dispositivos móviles, como media. La cuenta da 12.000 millones de dispositivos conectados – entre los que se incluyen los módulos máquina a máquina – para una población mundial estimada para entonces en 7.800 millones de individuos [en 2016 la proporción era de 1,1 dispositivos per cápita]. Que conste que en España aumentará más, o más rápido: con 101,4 millones de dispositivos móviles conectados, que equivaldrían a 2 per cápita.
Merece aclararse esta adición de M2M. Los dispositivos portables, más conocidos como wearables impulsarán el crecimiento de las conexiones. Se estima que habrá 929 millones en funcionamiento en 2021, cifra que casi triplica los 325 millones contabilizados en 2016. La progresión en España será similar: pasará de 5,2 a 15,7 millones. Como subapartado, los portables con conexión celular integrada serán 60 millones al final del período, cuando eran 11 millones en 2016.
Si el número de dispositivos aumenta a esa escala, la capacidad de las redes no puede quedarse atrás. Su velocidad media se triplicará desde los 6,8 Mbps en 2016 hasta los 20,4 Mbps en 2021 [en este caso, España destacaría con 27 Mbps, pero no sé dice por qué]. Las redes 4G, esas que aún tienen mucho recorrido según recientes entrevistas en este blog soportarán todavía el 58% de las conexiones totales.
Ahora bien, ¿qué viajará en el seno de esas mallas? En este apartado también varían, y mucho, los volúmenes y el mix de los datos. En 2021 el tráfico global de datos móviles alcanzará los 49 Exabytes mensuales (587 anuales), con un incremento interanual del 47%, que equivale a 122 veces el tráfico global de datos móviles de 2011. Quizá sea más ilustrativo decir que equivale a 130 billones de imágenes (MMS o Instagram). Si el lector siente curiosidad por saber cómo se comportará este indicador en España, aquí lo tiene: el tráfico de datos móviles alcanzará los 4,5 millones de Exabytes anuales o 378 Petabytes mensuales.
Por su parte, el vídeo móvil se multiplicará por 8,7 en los próximos cinco años, representando el 78% de todo el tráfico que pasará por las redes inalámbricas. Esto convierte al vídeo en la categoría de aplicaciones móviles de mayor crecimiento, algo que a nadie extrañará. Como puede no extrañar que en España el múltiplo sea superior: 9x y representará el 80% del tráfico móvil (62% en 2016), según el pronóstico de Cisco. El vídeo móvil en tiempo real ¡se multiplicará por 39! apoderándose del 5% del total mundial.
En su tónica general, el estudio augura fuertes incrementos de la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR). Las aplicaciones de VR se están incorporando a la categoría de wearables, como los cascos/visores, que pasarán de 18 millones en 2016 a cerca de 100 millones en 2021. El tráfico que generan se multiplicará por 11 desde los 13,3 Petabytes mensuales del año pasado, hasta los 140 Petabytes cada mes de 2021. Por su parte, AR aportará un tráfico siete veces mayor, llegando a 21 Petabytes que, en este contexto, hasta parece poco.
El informe dedica una sección específica al tráfico móvil descargado sobre redes WiFi, aquel procedente de dispositivos duales que soportan ambos tipos de conectividad (excluyendo los laptops) descargado sobre WiFi o small cells. Buena idea, por la carencia de datos hasta ahora: el año pasado, el 60% del tráfico global de datos móviles (el 62% en España), fue descargado por este procedimiento y se espera que aumente tres puntos porcentuales. Análogamente, este tipo de tráfico (10,7 Exabytes por mes) superó al celular (7,2 Exabytes).
Hablando de WiFi, el número de hotspots o puntos de acceso WiFi públicos se multiplicará por seis en cinco años: de 94 millones subirá a 541 millones. En esto, España no marca diferencias: de 2,4 millones subirá a 13,9 millones.
[informe de Lola Sánchez]