25/05/2015

Christian Morales

Vicepresidente de Intel Corp. Director General de la región EMEA

Han vuelto los rumores sobre una adquisición inminente por parte de Intel, un líder mundial que aspira a serlo aún más. La candidata es la compañía Altera, con la que ya negoció en marzo sin resultados, pero que no ha desaparecido de su radar. El valor bursátil de Altera, unos 14.000 millones de dólares, implica que el coste de oportunidad será elevado para Intel. La operación, o su planteamiento, se inscribiría en una tendencia a la consolidación en la industria de semiconductores, motivada por la diversificación del mercado [Internet de las Cosas y las infraestructuras cloud abren nuevos mercados] a la vez que por los altos costes de desarrollo de cada nuevo chip, que pocos pueden permitirse.

Christian Morales

Christian Morales

Intel lleva tiempo tratando de reducir su dependencia del mercado de PC, ampliando su actividad hacia líneas de negocio con potencial de crecimiento superior a aquella por la que es más conocida. Combinar sus microprocesadores con los dispositivos lógicos programables [PLD es su sigla en inglés] le daría nuevas posibilidades en esas nuevas aplicaciones.

Cuando este cronista entrevistó a Christian Morales, veterano directivo de Intel – ha trabajado para la compañía en cuatro continentes, y ahora es el responsable directo de Europa, Oriente Medio y África – aún no se conocían las noticias sobre Altera, pero la búsqueda de nuevos mercados estaba en el guión de la conversación.

Hace mucho que no vemos aquel eslogan ´Intel Inside`, y sin embargo hoy sería no menos pertinente, quizá más…

Ese lema lo lanzamos a principios de los 90 para subrayar la innovación en las arquitecturas en los PC, pero la verdad es que ya entonces éramos mucho más que un fabricante de chips para PC. Yo mismo entré en la compañía en 1980, y mis primeros clientes eran de la industria de automoción, que nos compraba microprocesadores 8022 y 8051, el microcontrolador 8096… estábamos dentro de los coches incluso antes de estar dentro de los PC.

La pregunta era un rodeo para interesarme por los cambios que están experimentando Intel y su oferta ahora mismo…

Pues, precisamente, ahora mismo estamos muy metidos en el Internet de las Cosas. Salvando todas las distancias, es una evolución de aquellos controladores que yo vendía en los 80. Con la gran diferencia de que en lugar de trabajar aisladamente, están conectados a Internet, y abarcan una cantidad enorme de aparatos y objetos de la vida cotidiana.

Pero si hay algo de lo que pueda decir que es dominante para Intel es, siguen siendo los chips para PC y servidores, a tenor de las cifras.

En todo lo que hacemos hay un denominador común, la computación. Intel inventó el microprocesador, pero sólo está en el 4 ó 5 por ciento de todas las funciones de computación. Somos líderes en PC y en servidores, pero no podemos hacerlo todo.

Por ejemplo, Intel no está en los móviles, menuda ausencia. Hace un año, en esta misma sala, pregunté a Hermann Eul sobre la estrategia en móviles… ¿Cuál es la situación en este momento?

Mire este smartphone [muestra un ZenPhone, de Asus]. Lleva dentro un procesador de Intel. ¿Podríamos haberlo hecho antes? Probablemente sí, y por no haberlo hecho a tiempo nuestra cuota de mercado es muy baja. Pero le recuerdo que hace tres años no estábamos dentro de las tabletas, y el 2014 se vendieron 40 millones de tabletas basadas en la arquitectura Intel… 40 millones sobre un total de 250 millones de unidades vendidas en todo el mundo. En los próximos años podremos estar en 60, 80 ó 100 millones de unidades. De manera que aspiramos a crecer, también en los móviles.

No pueden hacerlo todo… pero no pueden renunciar a nada.

Con nuestra capacidad de I+D, las nuevas fábricas, la nueva tecnología de 14 nanómetros, la de 10 nm que vendrá pronto, la de 7 nm en la que ya estamos trabajando… la ley de Moore sigue vigente. En consecuencia, si un dispositivo ha sido diseñado para computar, la arquitectura Intel puede permitirle el mejor nivel de computación. El reto es tener la coherencia necesaria para poder ofrecer la misma experiencia a los usuarios.

Ha mencionado la capacidad industrial. Uno de los rasgos de Intel es su modelo de producción integrada, algo que en esta industria parece que ya no se lleva. Lo que sí se lleva es el modelo fabless.

Si yo fuera sastre, probablemente preferiría hacerme yo mismo los trajes, en vez de pagarle a alguien que a lo mejor no los va a coser como a mí me gusta. Es cierto que ha habido, y sigue habiendo, debate acerca de este modelo de producción. Hace años, los inversores nos decían: ¿cuándo vais a dejar de invertir tanto en fábricas y no hacéis como los competidores que siguen el modelo fabless?

¿Tiene razón Intel contra sus competidores?

Somos líderes de la industria y en parte lo debemos al modelo de producción que tenemos. La capacidad de integración que tenemos es clave en el Internet de las Cosas; está claro que no vamos a entregar los 100.000 millones de dispositivos que va a demandar el mercado, porque no podríamos tener esa capacidad, pero nuestra contribución es relevante con innovaciones como Quark o como Curie. Creo que esto nos permite tener un papel significativo desde el centro de datos más complejo hasta el casco de una moto BMW como la que está en el stand [la entrevista se hizo durante el Mobile World Congress] o integrar una solución de computación en un wearable. El Internet de las Cosas es más fácil para nosotros, porque venimos del mundo embedded.

Los competidores tampoco pueden hacerlo todo ¿Cuáles son los más peligrosos?

Hay como 30 competidores, dependiendo del segmento del que hablemos, unos tienen más peligro que otros. Siempre ha habido pronósticos de consolidación… y siempre ha habido consolidación. Últimamente ha habido varias fusiones en la industria, como la de NXP y Freescale, pero también aparecen compañías nuevas. Hubo un tiempo en que la batalla se daba entre empresas norteamericanas, pareció que se desplazaba a Japón, surgieron competidores europeos… ahora hay que ver lo que está pasando en China, Corea, Taiwan… y en Oriente Medio: no olvidemos que Abu Dhabi está invirtiendo mucho en este industria. Pero yo sigo contando 30, aunque con otros nombres.

¿Cómo ve el mercado europeo?

El año pasado, Europa fue el continente que más creció para nosotros. A principios del 2014, cuando planteé en Santa Clara [sede de Intel] que creceríamos a doble dígito, noté algo de escepticismo, pero así ha sido: hemos crecido en Europa a doble dígito. Y cuando digo doble, no quiero decir 11, sino que el primer digito es un 2.

Doble dígito en 2014 después de un bajón importante …

Sí, es cierto, pero usted sabe que otros bajaron y aún siguen bajando. Las circunstancias económicas de Europa son conocidas. De mi región, EMEA, puedo decir que Europa Occidental ha estado muy bien, y en concreto los mercados del sur han repuntado durante el cuarto trimestre. Oriente Medio, un poquito flojo y Turquía bastante floja. Rusia tiene una situación económica y geopolítica muy complicada en este momento. Vamos a ver qué pasa este año, pero yo destacaría que lo hemos empezado con muchos productos nuevos.

[publicada en La Vanguardia el 24/05]


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