El fichaje de Otto Berkes como nuevo CTO de CA Technologies es un signo inequívoco del cambio de estrategia emprendido por esta empresa cuyas raíces se remontan a la era del mainframe. Puede que pocos lectores conozcan el CV de Berkes, persona respetada en la industria. Físico antes que ingeniero, empezó su carrera como desarrollador de software dentro de Autodesk, y durante dieciocho años tuvo diversos roles en Microsoft, donde fue uno de los cuatro ´inventores` de Xbox. Últimamente, trabajaba en HBO y, como queda dicho, su nueva función será apuntalar como CTO el cambio de una compañía que, sin renegar de su pasado, tiene decidido transformarse según las reglas de la app economy.
La incorporación de Berkes ocurrió justo a tiempo para un seminario que CA Technologies celebró en Londres, y al que fue invitado este blog. El motivo formal era la presentación del estudio, The Battle for Competitive Advantage in the App Economy elaborado por Oxford Economics, brazo comercial de la escuela de negocios de la Oxford University.
La premisa del estudio dice así: «sólo el 48% de las compañías que figuran actualmente en la lista Fortune 500 ya aparecían en ella hace quince años». La mayoría de las que se han caído del ranking han sido víctimas de un principio darwiniano: no se han adaptado a las expectativas de los consumidores. No es la primera vez que CA Technologies patrocina un estudio sobre este asunto, lo que dice mucho acerca de cómo ve su propia perspectiva.
Cuando a Berkes se le pidió aclarar su afirmación de que «todas las compañías tendrán como fuerza motriz el software en un plazo máximo de 36 meses», estaba dando en realidad la razón de su contratación por CA Technologies: «no es suficiente tener productos o servicios superiores; el éxito depende de incrementar la agilidad, el time-to-market y de lograr una mejor experiencia de usuario. Estos atributos sólo se consiguen con software».
Berkes habla como un ideólogo: «es importante que las empresas tengan la capacidad necesaria para interactuar directamente con los usuarios, sean consumidores o clientes en sus propias empresas. Son usuarios, y emplean la misma clase de tecnología, los dispositivos móviles. Son tributarios de las mismas metodologías de desarrollo y tienen las mismas expectativas que esperarías ver en el mundo del consumo, así que ambos mundos se están cruzando de manera muy interesante». Pero, al final, el nuevo CTO no olvida subrayar que la transición digital está preñada de oportunidades de negocio.
En este escenario, CA Technologies aspira a cumplir un doble papel. Por un lado, como parte de su negocio, acompañar a las empresas en la transformación digital, mientras que internamente está migrando hacia un modelo de software por suscripción, en el que tiene que hacer frente a una plétora de competidores dinámicos, empresas emergentes o startups. Puede decirse, en esta medida, que se está aplicando a sí misma la receta que prescribe a sus clientes.
Los portavoces de la compañía en el seminario de Londres apuntaron que está empíricamente demostrado que las empresas que dan prioridad al software en la concepción de su negocio se está convirtiendo en líderes de sus respectivos sectores. La diferenciación competitiva depende mucho de la experiencia que se proporciona al cliente. No se trata sólo de que una aplicación guste al usuario – esto va de suyo – sino que los métodos de desarrollo tienen que ser suficientemente flexibles para poder atender a peticiones y para resolver fallos con gran rapidez.
El nombre del cargo de Justin Vaughan-Brown dentro de la estructura de marketing de CA Technologies hubiera sido impensable hasta hace poco tiempo: global digital transformation leader. Su mensaje fue el siguiente: «los clientes quieren interactuar con las empresas a través de aplicaciones sin perder tiempo en acudir en persona ni en llamar a un call center; por otro lado, cuando una gran parte de tu negocio se apoya en aplicaciones, puedes observar y medir, tienes información inmediata. Si vas a lanzar una página web, puedes tener una versión A y una versión B, puedes medir cuál es la más popular y, cuando lo sepas, lanzas efectivamente la mejor».
Claro está que si los competidores aplican la misma fórmula, habrá que encontrar otros elementos de diferenciación. Objeción del cronista a la que Vaughan-Brown responde: «la diferencia está en la capacidad de darle sentido a la información. Aunque tengas la información, si te llevara tres meses construir una aplicación, puede ocurrir- de hecho suele ocurrir – que el mercado haya cambiado, que hayan llegado nuevos competidores con un producto nuevo. Si eres capaz de sacar la aplicación en cuestión de días o semanas, estarás reaccionando a tiempo».
Pero el seminario giraba en torno al estudio. Según los analistas de Oxford Economics, el 47% de los encuestados opina que dar prioridad al software tiene un impacto positivo en la cuota de mercado; el 42% piensa que afecta al desarrollo de nuevos productos y servicios y un 36% cree incluso que esa filosofía acaba reflejándose en los resultados económicos. Para seguir con este aluvión de cifras, todas de coincidente optimismo, recalcan que el 51% de los encuestados dicen estar invirtiendo en nuevas formas de software, con desarrollos y APIs para crear aplicaciones propias. También más de la mitad ha señalado que trabaja en estrategias nuevas de interacción con el cliente, y el 49% afirma que, después de confiar en desarrolladores externos, está volviendo a internalizar el software.
Esto último – una sorpresa que depara el estudio – acarrea una necesidad: la captación de talento. No es un secreto para nadie que cada vez hay más demanda de especialistas en habilidades como DevOps o el desarrollo de APIs, sin que las compañías tecnológicas sean las únicas –ni las más activas en ciertos casos – que mueven esa demanda.
Oxford Economics apunó otro aspecto al presentar sus conclusiones. El principal escollo para llevar a cabo una estrategia digital es la cultura corporativa. A pesar de las resistencias, las cosas van a cambiar y las decisiones se van a tomar más rápidamente porque la presión del cambio es explícita. Un objetivo que refleja este espíritu es que el desarrollo de una aplicación debería pasar de 14 a 8 semanas.
El esfuerzo de CA Technologies por acelerar el lanzamiento de aplicaciones en las empresas se solapa con sus propios retos como corporación. En 2011 la compañía adquirió ITKO, especialista en virtualización de servicios, que emula el comportamiento de sistemas que no están disponibles para probar aplicaciones. Dos años después, la compra de Nollo, aportó una de sus soluciones clave, Release Automation, que ayuda a acelerar el despliegue de aplicaciones en diferentes ambientes antes de lanzarla, automatiza procesos y minimiza la complejidad. La apuesta de 2015 ha sido Rally Software, para el desarrollo ágil de software, que complementa la cartera de CA.
Precisamente, del mercado de desarrollo ágil y gestión del ciclo de vida del software, se habló en el encuentro de Londres. Según previsiones de IDC, alcanzará los 1.100 millones de dólares en 2017. Con la adquisición de Rally Software por 480 millones, CA Technologies ha tomado una posición destacada en DevOps . A principios de junio, llegó a un acuerdo para comprar Grid-Tools, que a su vez se complementa con Layer7: un portfolio que, al decir de Vaughan-Brown, responde a la voluntad de cubrir todos los estadios de una aplicación: «no lanzas una app y te vas a casa; lo que haces es monitorizar cómo la usan los clientes, cuándo la usan, cuándo no se comporta como tenías previsto y después, con presteza, la actualizas».
Para la compañía – fundada en 1976 como Computer Associates – estos movimientos son parte de su propia transformación. La adopción gradual del modelo de suscripción conlleva la necesidad de un compromiso activo con los clientes – explican sus portavoces – pero los ingresos se resienten, como es proverbial en la industria del software. Los 4.400 millones de dólares de facturación son los mismos que tuvo cuatro años atrás, según un análisis de Morningstar. Sin olvidar que más del 50% aún procede del mainframe, mercado que no volverá a crecer como en otros tiempos.
El nuevo enfoque queda de manifiesto en el papel de Otto Berkes como CTO. Desde su versátil experiencia, sintetiza una de las conclusiones del estudio citado más arriba: «algunas cifras pueden parecer alarmantes, y desafortunadamente reflejan tendencias que hemos visto en años pasados. Los CIOs pugnan por sentarse a la mesa donde se toman las decisiones estratégicas. Es el momento de reconocer que hay que cambiar la forma de pensar las TI».
[informe de Pablo G. Bejerano]