Contrariar las convicciones de los analistas de Wall Street puede tener serias consecuencias, como acaba de constatar Research in Motion (RIM), el fabricante de BlackBerry. Sus cifras reales del primer trimestre fiscal han sido peores que las expectativas, provocando un castigo bursátil que, en estos casos, no falta a la cita: las acciones de la firma canadiense cayeron de pronto un 27%. Pero Jim Balsillie co-CEO de la compañía, hizo de tripas corazón, e insistió en que RIM a) es un negocio rentable y sólido, b) tiene un balance saneado, con 3.000 millones de tesorería, y c) nuevos productos están en camino, aunque no tan rápido como para evitar otro trimestre aciago.
Mejor será `deconstruir´ la frase anterior. En primer lugar, los juicios sobre RIM no son unánimes, depende de que los emitan analistas de mercado, inversores obsesionados con la ratio earnings per share, o articulistas seducidos por uno de sus competidores. Los números, ay, son objetivos: en el trimestre cerrado el 28 de mayo, RIM despachó 13,2 millones de smartphones, en lugar de 13,5 millones; sus ingresos fueron de 4.900 millones de dólares, frente al consenso previo de 5.500 millones. Y el guidance del segundo trimestre no es mejor: despachará menos unidades y se quedará a 1.000 millones de distancia del dichoso consenso.
Balsillie recordó que al final del ejercicio anterior ya advirtió del giro del mercado hacia un precio medio más bajo, y un retroceso de las ventas en Estados Unidos, relacionándolo con la insuficiente renovación del catálogo de dispositivos BlackBerry. Sin embargo, el mercado internacional ha respondido bien, especialmente Europa Occidental, pero no lo suficiente como para contrarrestar la inluencia negativa del que sigue siendo el principal mercado para la compañía.
El ejecutivo canadiense reveló que en los próximos meses habrá un ajuste de plantilla, y si esperaba que esto halagara a los inversores, se equivocó. “No lo llamen reestructuración – corrigió a un analista – sino adelgazamiento; queremos ganar flexibilidad; contratar nuevos talentos e invertir en otras áreas”. La reacción de la bolsa, seguramente desproporcionada, pone de relieve que RIM necesita urgentemente cambiar la percepción de Wall Street. Su acción llegó a 140 dólares a comienzos de 2008, pero cerró la semana pasada a 27,75. A lo que Balsillie contrapone otro argumento: los ingresos se han triplicado en el mismo lapso, y los beneficios han crecido un 250%.
Hubo más materia que digerir en la sesión. Normalmente, de comunicar los resultados se ocupa Balsillie, y de presentar los productos su socio y también co-CEO, Mike Lazaridis. Pero últimamente se han escuchado críticas al modelo dual de dirección, de modo que Lazaridis se incorporó esta vez a la conference call. “Ninguno de los dos lo hubiera hecho mejor solo, y tampoco nadie que viniera de fuera”, afirmó Balsillie. “Gracias, Jim – intervino Lazaridis – los dos sabemos que estamos viviendo una transición, y que esto no impide que haya baches y turbulencias”. Por este lado, sin novedad en el frente.
Pero lo decisivo para el futuro de BlackBerry son los productos. Playbook, el esperado tablet de la marca, ya está en el mercado, y ha recibido buenas críticas; durante el trimestre se han `despachado´ medio millón de unidades, pero la versión 4G – fundamental para los operadores estadounidenses – llegará con retraso. El primero de una serie de nuevos smartphones, con el sistema operativo BlackBerry 7, se pondrá en venta en agosto (por lo que no influirá en los resultados del segundo trimestre), pero la pregunta inevitable era esta: si la transición conduce a unificar todas las líneas de productos bajo una misma plataforma ¿por qué no hacerlo cuanto antes?
Porque hacerlo de inmediato – a esto respondió Lazaridis – hubiera sido un desaire a la comunidad de desarrolladores leales a la marca, y por otra parte, los procesadores de doble núcleo que equiparán los futuros superphones – ahora suministrados por Qualcomm – empiezan a estar disponibles. Hubiera sido tan poco realista lanzar simultáneamente las dos familias de productos, como postergar el tablet en espera de los smartphones, explicó.
La renovación de la plataforma implica otro problema, que Lazaridis admitió sin remilgos: el proceso de certificación por los operadores es siempre delicado, y ha habido retrasos en ciertos casos. Toda la gama de BlackBerry llevará el sistema operativo QNX en algún momento de 2012, y esto debería marcar la distancia con sus competidores durante una década, según el pronóstico de la compañía. Vale, pero entretanto se expera la aparición de media docena de modelos basados en BlackBerry OS7, para cubrir ese espacio de mercado, empezando por el Bold 9900.
“Transferir su plataforma al procesador Snapdragon de doble núcleo es bueno para Qualcomm, pero sólo lo será para RIM si consigue diseñar dispositivos que compitan con las futuras encarnaciones del iPhone y los Android. BlackBerry será vulnerable durante ese tiempo”, diagnostica Morgan Stanley en una nota a sus clientes.
Otros analistas defienden el papel de BlackBerry en el mercado corporativo, pero reclaman un cambio en la estrategia de productos. “Creo que nunca pensaron que se verían en esta situación – matiza Ken Dulaney, de Gartner – y sólo ahora la están asimilando”. Dulaney y otros colegas sin relación con la bolsa están convencidos de que los clientes corporativos no van a abandonar su confianza en BlackBerry, por la simple razón de que ningún competidor les ofrece tantas garantías en materia de seguridad y gestión de dispositivos dispersos. “Y no olvidemos que BlackBerry tiene los mejores teclados físicos, algo que es importante para un gran número de usuarios que no comulgan con los teclados táctiles de otras marcas».
A medio plazo, la prueba de la capacidad de RIM para completar su transición va a residir en la reconversión de su plataforma, identificándola con el sistema operativo QNX, pero ese tránsito durará por lo menos un año, concluye Dulaney. Y ya se sabe que los inversores son impacientes.