Mala semana eligió Research in Motion (RIM) para publicar sus resultados trimestrales, en un ambiente para el que sólo parecía existir Apple. Los ingresos del fabricante de BlackBerry crecieron un 18%, y sus beneficios un 13% pero Wall Street esperaba más. Vendió 10,5 millones de móviles, …pero los analistas habían pronosticado 11 millones. Su cuota del mercado de smartphones en EEUU es del 50,3%… pero hace un año era del 50,7%. Podría aquí hablarse de “síndrome Rafa Nadal”, una patología que acabo de inventar y que consiste en que el número uno ha de estar preparado para que otros calculen cuánto tardará en caer. Por definición, el liderazgo se disputa en cada volea.
Habiendo acumulado la mitad del mercado estadounidense – que representa el 48% de sus ventas – BlackBerry tiene más probabilidades de perder que de ganar cuota. Sus rivales son de cuidado: iPhone, Android, el año próximo Windows Phones 7. Por consiguiente, sus acciones han sufrido un castigo desproporcionado, a simple vista incongruente con los resultados.
Desde que Apple presentó su primer iPhone en 2007, muchos han insistido en verlo como principal adversario de BlackBerry: se han publicado encuestas ad hoc, según las cuales muchos usuarios de BlackBerry desearían íntimamente un iPhone. Tal vez sea cierto, por aquello de no dudar de las encuestas, pero no menos cierto es que Apple no ha cumplido su expectativa de hacerse un hueco en las empresas. Recíprocamente, una debilidad de BlackBerry es su baja penetración en el segmento de consumo o, más bien, en ese híbrido que se llama prosumer. Es un hecho que, tres años después de la salida del iPhone, RIM no tiene un modelo de smartphone que despierte un atractivo comparable. Su desdén por las pantallas táctiles es muy respetable, pero contribuye a aislarla de la corriente dominante. Si quiere mantener su lugar en el ranking, RIM debería resolver estos problemas, en lugar de conformarse con el récord de 41 millones de clientes – 65% de aumento – de su servicio de mail.
En 2009, el margen bruto de la compañía canadiense ha mejorado (del 43,5% al 45,7%), algo poco común en estos tiempos, si bien el precio medio de los dispositivos vendidos ha sido de 311 dólares, bastante menos de los 320 dólares esperados. Desde ya, avisa que este indicador puede bajar en 2010 hasta 305 dólares. No necesariamente sería una mala señal, sino que indicaría voluntad de competir en el segmento inferior sin perder estatura.
En febrero, presentó una versión gratuita de su software Enterprise Server, concebido para las pymes y las empresas que acepten que los empleados usen sus móviles personales para acceder al e-mail corporativo, una iniciativa que busca mantener el crecimiento de su base de usuarios. La semana pasada, al presentar los resultados, el copresidente de la compañía, Jim Balsillie, anticipó que en los planes para el ejercicio figuran nuevos modelos, un nuevo sistema operativo, un nuevo navegador y herramientas susceptibles de captar las energías de desarrolladores de aplicaciones.