A priori, mucha gente cree saber lo que hoy anunciará Steve Jobs en la apertura de la World Wide Developers Conference (WWDC) de San Francisco: el plato principal será el nuevo iPhone, bautizado de manera un tanto equívoca como 4G. Claro que, pese a haberse extendido por Internet las fotos de un ¿supuesto? prototipo perdido/robado/vendido en un bar del Silicon Valley, queda mucho por desvelar, y Apple ha aprovechado el episodio como otro acto de marketing. Mientras esperamos ver a Jobs en escena, puede que sea oportuno el ejercicio de discernir qué lugar ocupa cada pieza en el sistema de gadgets que Apple ha desarrollado en los últimos años.
Al respecto, viene que ni pintado un informe de Deutsche Bank, que firma Chris Whitmore. Para formular una hipótesis a medio plazo sobre el futuro bursátil de Apple – 330 dólares por acción, un 28% más que la cotización del viernes pasado – Whitmore se ha tomado el trabajo de estimar que el iPad, si bien no añadirá una cifra significativa al total, completa y apuntala el desarrollo de la plataforma. Si se mide en unidades vendidas – otra cosa sería en valor – existiría un equilibrio básico entre el iPod y el iPhone, pero el iPad es la estrella ascendente y, además, no tiene ningún rival serio a la vista.
En su informe para clientes del banco, Whitmore ha calculado que hay actualmente una base instalada de 150 millones de dispositivos en activo, y que a finales de 2011 se elevaría a 200 millones. ¿Por qué tiene interés sumar la base instalada? Porque de ella se nutre un capítulo que en las cuentas de Apple se denomina “otros productos y servicios relacionados con la música”, normalmente entendido como sinónimo de los ingresos de iTunes: una recaudación bruta acumulada que Whitmore estima en 15.000 millones de dólares a la fecha, y que a finales del año próximo llegaría a 25.000 millones.
El analista da un paso más, para llegar a esta sugerente afirmación: “el promedio del valor, aproximadamente 100 dólares, de los contenidos por cada dispositivo instalado, sugiere que los costes de salirse del sistema Apple serían relativamente altos […] y contribuyen a afianzar la fidelidad del consumidor a la marca”. Esta sería la razón por la que la compañía, en lugar de dispersar su catálogo con decenas de modelos, como hacen sus competidores, prefiere concentrarse en asignar a cada miembro de la familia un determinado papel que ayuda a sostener el flujo de ingresos.
Con el advenimiento del iPad, se hace cada vez más improbable que un usuario de Apple se pase a otra plataforma, mientras que muchos estudios indican que la tentación de comprar un iPhone o un iPad crece entre los usuarios de otras marcas. Una vez conocido que del iPad se han vendido 2 millones de unidades en menos de dos meses, los analistas han procedido a subir sus previsiones: Gene Munster define una horquilla de entre 4,3 y 6,2 millones de unidades en 2010, mientras Richard Gardner, de Citi, sólo matiza que, según sus fuentes en Taiwan, los problemas de suministro no estarían del todo resueltos.
A todo esto, ¿qué se sabe de lo que va a ocurrir en la WWDC 2010? Pues, poco que pueda darse por seguro, aparte de la presentación del iPhone 4G: a diferencia de su predecesor, llevará una cámara frontal de 5 megapixeles; se darán nuevos detalles sobre el nuevo sistema operativo 4.0, con capacidad multitarea, y se dice que podría incorporar sincronización inalámbrica.
No acaban allí los rumores. Hay muchos, de los que aquí nos quedaremos con dos: 1) Jobs ha sugerido que Apple TV – el único producto de la marca que no ha tenido éxito, por eso lo califica de hobby – necesita introducir cambios que sirvan como respuesta a la alternativa que prepara Google; uno de esos cambios pasaría del almacenamiento interno a una fórmula cloud, para la que Apple considera que los consumidores ya están maduros; 2) lo anterior estaría vinculado con el relanzamiento de LaLa (o como se llame en su nueva encarnación), una plataforma de streaming que Apple adquirió para cerrarla a las pocas semanas, y que ahora reaparecería como complemento de iTunes, introduciendo el modo de suscripción al que Apple se ha negado durante años.
Si estas dos hipótesis se confirmaran, habría acertado Whitmore al sostener que el sistema de Apple no se conforma con la venta de gadgets; su objetivo es actuar como intermediario preferido en la distribución de contenidos audiovisuales. ¿Habrá más novedades? Por supuesto que sí.