El titular resume la situación: la acción de Adobe ha subido como la espuma, tras anunciar Apple que relajará las restricciones al uso de Flash para el desarrollo de aplicaciones destinadas al iPhone y al iPad. Estas han sido la manzana de la discordia, nunca mejor dicho, entre ambas compañías, y se interpreta que Steve Jobs ha reconsiderado su posición a la vista de que la confrontación ha llevado agua al molino de Google. Últimamente, muchos desarrolladores se han decantado por el sistema Android, para eludir las cortapisas y censuras de Apple: no se quejan sólo por no poder usar Flash, sino de la rigidez y falta de transparencia en el proceso de aprobación de sus aplicaciones.