Decir que los malos resultados de Vodafone España se explican por la “guerra del fútbol” entre operadores de telecomunicaciones, es cierto, pero insuficiente. La caída de un 7,2% en los ingresos por servicios del segundo trimestre de su año fiscal (1.091 millones de euros) tiene como antecedente el reposicionamiento voluntario – es decir, bajada – de tarifas desde mayo. A la postre, lo más llamativo habrá sido la deserción de 69.000 clientes, provocada por la decisión de este operador de ir reduciendo la oferta de fútbol a través de Vodafone TV. Que, a su vez, coincide con un aumento de los costes de adquisición y retención de clientes, más necesarios que nunca en estas circunstancias.
Según se dijo en la rueda de prensa, en septiembre de 2019 – inicio de la temporada de La Liga – empezará a apreciarse en las cuentas el ahorro de costes por extinción del contrato sobre retransmisión del fútbol: se han calculado en 410 millones. No se dijo, pero es imaginable, que la comparación interanual endulzará la estadística, igual que ha amargado el contraste con el período equivalente de 2017/2018.
Otra mala noticia que digerir es la depreciación del valor en libros de la filial española por valor de 2.900 millones de euros “tras evaluar la perspectiva futura del mercado”, a lo que se suma la eliminación de un activo fiscal de 1.048 millones (derivado de la compra de Ono) ya que la compañía no podrá beneficiarse de ese crédito con la generación de caja. Lo mismo ocurre en otros países europeos y no sería ajeno al cambio en la alta dirección del grupo.
La entrevista de la semana recoge la última hora, además de recuperar una conversación previa con Antònio Coimbra en la que se abordaron cuestiones estratégicas de no menor importancia.
¿Qué ecuación económica subyace en lo que ha dado en denominarse ´guerra del futbol`?
Hay en España unos 2 millones de clientes de TV con fútbol, de los que Vodafone tenía 340.000. Orange más o menos los mismos y Telefónica el resto, aproximadamente millón y medio. En nuestro caso, 340.000 sobre 1,3 millones de Vodafone TV […] O sea, a mucha gente le gusta el fútbol pero no a cualquier precio. Lo que dije en Barcelona [nota: se refiere a una cena durante el Mobile World Congress] lo mantengo: si en caso extremo los 340.000 se dieran de baja, nos quedaría un millón interesado en otros contenidos y ahorraríamos unos costes que distorsionan al sector. No es para ponerse contento, pero revela cómo está el mercado.
[…] ¿Por qué distorsiona más a Vodafone que a sus competidores?
Tenga en cuenta que, debido a la fórmula de cálculo fijada por la CNMC, el coste del fútbol por cliente para Vodafone duplica al de Orange o al de Telefónica. Este es el contexto que nos ha llevado a no adquirir a Telefónica los derechos de la Champions ni El Partidazo para la temporada actual aunque seguimos retransmitiendo un paquete de partidos. Siempre hemos estado dispuestos a negociar sobre una base más equitativa, un coste variable según el número de abonados al fútbol y no sobre el total de clientes de televisión.
Habrán calculado un precio tope que los clientes aceptarían pagar […]
Sabemos por experiencia que es difícil cobrar más de 25 euros al mes por el fútbol; si se resta el IVA, quedan 20 euros netos que, multiplicados por 2 millones de clientes, daría un total de 40 millones al mes o 480 millones al año. No tengo idea de qué cuentas ha hecho Telefónica para pujar 1.300 millones/año por los derechos de La Liga, pero cargar a los clientes el verdadero coste es imposible para cualquier operador: el punto de equilibrio estaría en torno a 60 euros por mes.
El impacto no desaparece tras el segundo trimestre del año fiscal ¿Qué modelo de ingresos sería sostenible para Vodafone?
Tras el parón económico de la crisis que empezó en 2008, hubo una mejoría gradual y a partir de 2015 volvimos a crecer en el rango de 2% a 3%. Nada sexy, desde luego, pero vivimos otros tiempos. En el negocio de vender conectividad, veo difícil que esta industria pueda crecer por encima del 3% […] Además, España vive un cambio estructural tardío, movido por el tirón comercial de Masmóvil. Esto nos obliga a todos a competir de otra forma, promoviendo segundas marcas y rediseñando las tarifas […] En mayo ya ajustamos a la baja nuestras tarifas. Se ha desatado una competencia durísima, basada en el precio, que presiona a la baja los resultados.
Parece necesario preguntar si les ha pillado por sorpresa y si creen que ha pasado lo peor.
Evidentemente, antes de tomar la decisión hicimos un business case, por lo que no ha sido una sorpresa. Dicho esto, reconozcamos que en la clientela de cualquier operador hay diferentes actitudes hacia el fútbol: algunos lo quieren todo y están dispuestos a pagar por todo, otros estaban con nosotros porque en las ligas pasadas les ofrecíamos un descuento, etc. En este momento, tenemos la impresión de que los más “futboleros” se han ido, y nuestros competidores les han animado a irse. Los datos de octubre nos animan a pensar que no vamos a perder más, excepto la rotación normal. A partir de mayo del segundo trimestre del año próximo empezará a notarse la mejoría, tanto en costes como en ingresos.
Con semejante panorama, ¿cómo volvería a crecer el valor de esta filial?
Vemos otras oportunidades más allá de la conectividad y de la televisión. Una de ellas es el negocio de empresas, que está creciendo a buen ritmo. Otra muy interesante es IoT. Entre unas cosas y otras, ¿hasta dónde podríamos subir la ratio de crecimiento? Haciendo la cuenta del panadero [equivalente portugués de la ´cuenta de la vieja` en España] yo diría que entre el 3% y el 5%.
El grupo ha anunciado un plan a tres años de reducción de la estructura de costes por valor de 1.200 millones de euros. ¿En qué conceptos van a recortar?
Naturalmente, a España le corresponderá una contribución, pero tengo que decir que en esto somos ejemplares. A lo largo de los últimos años, hemos mejorado mucho la eficiencia y aún hay margen para mejorar, sobre todo en los costes comerciales. La transformación digital en España es una referencia para el grupo: optimización de costes, automatización, interfaces inteligentes […] cosas que en una teleco representan una bajada de costes operativos. Algunos consultores hablan de hasta un 50% de reducción, pero a mi juicio exageran […] Aquí entran en juego algunas consideraciones. La eficiencia de las plataformas digitales se basa en bajar costes y recortar empleo, vale ya, pero ¿es esto lo que queremos como sociedad?
Volviendo a la generación de ingresos […] Ha destacado IoT como una oportunidad de negocio
Eso es, creemos que Vodafone goza de un factor diferencial y una ventaja en IoT. Me temo que poca gente sabe que estamos liderando IoT en el segmento de empresas con cinco verticales, entre ellos el vehículo conectado.
Pues en este blog puede presumir [risas]
Se trata de una estrategia de grupo. Cualquiera sea la posición de otros operadores en cada país, Vodafone puede ser líder en Europa de esta categoría. Básicamente hay tres grandes plataformas de IoT para empresas: la de Cisco, gracias a la compra de Jasper, la de Ericsson y la nuestra, que llamamos Global Data Services. Podemos gestionar todos los dispositivos en cualquier país, con los indispensables acuerdos de cobertura: no puedes firmar un acuerdo con BMW para que su coche alemán no sea conectable en España o en Nueva Zelanda. Para esto se necesita una plataforma que gestione esos dispositivos […] Todos los coches de nuestros partners, entre ellos el grupo Volkswagen, llevan de serie una SIM universal suministrada por Vodafone. Este es el rol de una plataforma que maneja todas esas SIM conectando los dispositivos de los coche, sobre ella va un software de gestión. Iberdrola usa la misma plataforma en su actividad internacional […] Vamos a seguir apostando por IoT con un modelo B2B y ya tenemos 65 millones de conexiones. Esto no ha hecho más que empezar.
Ahora que lo dice, ¿cómo va la iniciativa V, de dispositivos domésticos, que Vodafone presentó en febrero junto a Samsung?
Así como en B2B estamos liderando la categoría por número de dispositivos conectados, en B2C apenas hemos empezado. Como todos, quiero decir. Cuando creas una categoría desde cero, la curva tarda en llegar al punto de inflexión, pero cuando lo alcanza se dispara. Es muy chulo tener mi mascota, mi bici, mi mochila, etc todo conectado, pero en la mentalidad de los usuarios el círculo tarda en cerrarse. A tres o cinco años vista, gran parte de los hogares, del mismo modo que tienen Internet en casa, en sus móviles y en sus televisores, van a tener todas esas y otras cosas conectadas, por lo que estarán dispuestos a pagar cinco o diez euros al mes. Este puede ser el germen de un negocio diferencial.
Entiendo que debería tirar de las redes NB-IoT
[…] Hemos llegado a la conclusión de que ese mercado funcionará muy bien con redes narrow band y, gracias a que contamos con infraestructura tanto en 4G normal como en 3G, en pocos meses tendremos en España una cobertura del 100%. Estrictamente, no tenemos prisa; tampoco hay tantos dispositivos que conectar, pero lo que sí vemos es una industria que invierte en su desarrollo.
A estas alturas es notorio que los operadores en España, y no sólo en España, se están dando tiempo antes de invertir masivamente en redes 5G. ¿Cuál es la postura de Vodafone España?
Está muy claro que nuestra actitud difiere de la de los fabricantes. Si, como operadores, nos preguntamos qué modelo de negocio va a sostener 5G, de verdad que nadie tiene una respuesta del todo convincente. ¿Latencia? ¿Ancho de banda? Son factores de peso, pero no definen qué enuevos negocios van a surgir con el despliegue de 5G. Ya hemos tenido que afinar mucho las cuentas para justificar la inversión en licencias, la subasta de espectro y los despliegues de prueba. Es innegable que 5G es mucho más eficiente que 4G y que por el mismo coste seremos capaces de transportar muchos más gigas. Pero hoy por hoy la única justificación que puedo dar al accionista es lo que voy a ahorrar en desplegar capacidades para hacer frente a un crecimiento exponencial de los datos. Ahí estamos.
¿Seguirá Vodafone invirtiendo en fibra en España?
Sí, pero con mucha prudencia. De momento, no estamos extendiendo la huella a más zonas geográficas, porque el acuerdo con Telefónica nos permite usar su fibra para conectar clientes. En este momento, nuestra prioridad no es desplegar nueva fibra sino actualizar la red HFC a DOCSIS 3.1 para ofrecer 1 Gb simétrico. Cuando hayamos completado esa fase, volveremos a desplegar fibra, siempre y cuando cuadren las cuentas.
Se nos ha ido el tiempo sin hablar de regulación, qué pena. Al menos dígame si está tan desfasada como yo la veo.
El nuevo código aprobado por la Unión Europea es la mejor confirmación del desfase, aunque no lo corrige del todo, en mi opinión. Se mantiene una brecha entre la regulación clásica que pesa sobre las telecos y la nula regulación sobre las OTT. El nuevo código implica nivelar obligaciones por servicio, no por tipo de empresa lo que significa que si doy servicio de voz y datos, da lo mismo que sea una teleco o una OTT. Esto nos parece bien, es algo por lo que hemos luchado los operadores, pero temo que sea insuficiente.
¿Es un paso adelante, sí o no?
Lo es. Potencialmente, puede crear un entorno más equilibrado de competencia entre las compañías nacidas de Internet y los operadores tradicionales. Si me pregunta por la regulación tarifaria en España, para ser justo diría que por ese lado no tengo preocupaciones. ¿Qué me preocupa? Los contenidos, la posibilidad que deja abierta al incumbente de practicar subsidios cruzados, una de sus palancas clásicas.